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Al salir del local ahora Joshua estaba impaciente por lo que llegaría a suceder, le sonreía a Seokmin como si su vida dependiera de ello y eso asustaba al contrario que apenas y lograba procesar el por qué había aceptado salir con él.

ーY... ¿Adónde iremos?ー finalmente habló Seokmin tratando de romper el silencio incómodo que se había formado. También comenzó a caminar pues se habían quedado parados en el mismo sitio, fuera de un Oxxo esperando a que Joshua diera señales de vida.

ーNo lo sé, lo que tu quieras.ー dijo sin quitar esa sonrisa de su rostro y eso perturba a Seokmin pues no dejaba de sonreír y de perderse en el ambiente, vaya que estaba desesperado.

ーMuero de hambre.ー dijo sin pensarlo a la par que acariciaba su estómago.

ー¡Podemos ir a comer entonces!ー propuso Joshuaー Conozco un lugar muy bueno en el que venden pozole.

ー¿Pozole?ー Seokmin se detuvo por un momento.ー Suena bien...

ー¡Entonces vamos!ー alentó Joshua jalandolo del brazo.

Las siguientes horas que pasaron juntos fueron maravillosas a los ojos de ambos, estuvieron hablando durante largos ratos, tanto que llegaron tarde a casa. Seokmin sentía que por fin había encontrado a quien lo ayudaría a salir adelante después de su ruptura con Jun, al parecer, sus días de llorar habían llegado a su fin pues el brillo en la mirada de Shua estaba secando cualquier indicio de lágrimas.
Estaban felices y de eso no había duda.

[ . . . ]

Era lunes por la mañana y extrañamente Lee Jihoon estaba sonriendo muy profundamente, no sabía por qué, de hecho nadie lo sabía e incluso Kim Mingyu, su mejor amigo estaba preocupado pues esa sonrisa no se le había quitado de el rostro desde que había llegado.

Y no lo culparía, después de leer esas carta y mirar que su admirador de nuevo le había dejado regalos (esta vez era un tigre de peluche y unas frituras de chile) nuevamente, eso era lo que lo ponía en ese estado en el que no podía dejar de sonreír.
Ahora miraba el peluche miniatura que estaba sobre su escritorio, pensando en posibles respuestas.
Era un hombre, ahora tenía una pista y se alegro cuando supo eso pues realmente las chicas no eran su tipo. Ahora esperaba que en la siguiente carta le viniera otra pista y así dar con el responsable de que ahora estuviera sonriendo como tonto.

ー¿Qué mosco te picó ahora Lee Jihoon?ー preguntó su amigo moreno sacándolo de su trance.

ーNinguno Kimー dijo seguro aún con esa sonrisa.

ーNo has dejado de sonreír en todo lo que va de la mañana ¿Seguro que todo está correcto?ー Jihoon asintió.

ーMás que seguro.ー ahora Mingyu miro el peluche de tigre que sostenía su amigo, sonrió pícaramente.

ー¿Y ese peluche?ー cuestionó entusiasmado tratando de quitarle el mismo de sus manos.

ー¡HEY! es míoー gritó evitando que lo tomaraー Es un regalo.

ー¿¡DE QUIÉN?!ー volvió a gritar, a veces su amigo podía llegar a ser estresante como ningún otro. Hizo una nueva alejando el peluche de el agarre de el contrario.

ーNo te diré.ー dijo en seco pero aquello solo alteró más y más a su amigo.

ー¡Ay! Te da penita ¡El amor triunfará una vez más!ー exclamó llamando la atención de algunas personas que se encontraban cerca. Tapó su boca.

ー¡Por un demonio Kim Mingyu! Cállate de una vez...ー dijo serio acercándose de a poco, el moreno no podía evitar el no reír.

No es que a Jihoon le diera pena, tuviera miedo y mucho menos quisiera dar eso por sentado, definitivamente no era ninguna de las opciones anteriores. Ahora se sentía como todo un loco enamorado, si se podría decir. Más bien, esa ansiedad por no saber quién era esa persona que había estado dejando regalos por las mañanas encima de su mesa. Tampoco reconocía la letra y mucho menos entendía porque alguien se llegaría a interesar en alguien como él ¿Se permitirían destrozarse de esa manera? Terrible simplemente.
Ahora Jihoon suspiraba sin encontrar respuestas, estaba cansado y aquello ya lo comenzaba a cansar, uniendo de paso los constantes gritos de emoción por su amigo quién se creía cupido sólo por salir con Jeon Wonwoo, uno de los chicos más lindos e inteligentes de toda la escuela, sólo estaba siendo presumido.

Hablado del rey de Roma, había llegado el mismo y pronto comenzó a besar a Mingyu justo frente a sus ojos ¿No sabían que había más personas? De seguro no, estaban haciendo sólo tonterías y estaba consciente. Dió unas arcadas de vómito para mostrarles su evidente envidia al no poder ser felices con nadie.

Y ahora que lo pensaba, Jihoon sólo había tenido esa pareja, un chico excepcional con el que nunca conectó. Tiempo pasado ¿no es así? Ahora estaba feliz y lo sabía. Sin amores pero feliz, o bueno, casi sin amores.
¿Quién será este chico?

Ya se había hundido demasiado en sus pensamientos, quizás lo más conveniente era dejar de pensar y comenzar a escribir. Probablemente más tarde se las idearia armando planes para dar con el anónimo, por ahora sólo quería anotar el apunte o luego los profesores estarían mamando a cada rato











n.a// he estado teniendo un bloqueo creativo, perdón por lo corto

嫌い- 𝘷𝘢𝘭𝘦𝘯𝘵𝘪𝘯𝘦 - {h.z}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora