Mi Destino. |JimSu|

Capítulo 13

Al despertar todo volvió a ser como en un principio, Jungkook el alfa estúpido para Yoongi, Taehyung ya podía mantenerse en pie sin ayuda de nadie y estaba mas hablador que nunca, aunque de vez en cuando su cuello molestaba y se marea constantemente, aquel omega contaba todo lo que encontraba, todo lo que veía y todo lo que sentía, Yoongi se sentía bien con su compañía, a pesar de que Yoongi era bastante callado, el moreno le hacia el día con cada estupidez que decía, era como su pequeño complemento. Su padre llamó de nuevo al doctor para que le diera una revisión al omega menor, el doctor dio autorización para que el omega saliera, mas no podía hacer algún ejercicio físico o enojos, cuando el doctor dijo eso tanto Yoongi como Ji-Cheul miraron al alfa menor quien tenía el ceño fruncido en una mueca de enojo.
Un gruñido se escuchó de parte de Jungkook quien salió enfurecido de la sala, a aquel alfa no le gustaba que tocaran a Taehyung, aquel beta lo tocaba demasiado para "revisarlo" Jungkook estaba celoso del aire que respiraba e incluso de su hermano, que a pesar de ser más callado y para su gusto agresivo se llevaba mejor con SU omega.

¿Cuándo había comenzado a llamarlo como suyo?

En cuanto a la cabeza de Yoongi todo era un completo lío pues seguía pensando en cómo tomaría Jungkook la noticia de Min-Ho, eran hermanos, y aunque eran medios hermanos Min-Ho por ser el mayor tenía el derecho al trono.
Yoongi se quedó un buen rato perdido en sus pensamientos hasta que oyó a un muy energético Taehyung correr hacía él, sonrió y habló.

        - ¿Qué pasa Tae? – sí ahora le llamaba Tae después de que no lo quería ni ver.

Ese chico que era lo más parecido a un niño pequeño se ganó su "frío" corazón según Jungkook en muy pocas horas.

        - Hyung, quiero ver al señor Min-Ho ¿podemos ir? – hizo un puchero tratando de convencer a Yoongi.

En tanto Yoongi se tensó por la mención de sus amigo.... Hermano.

No le des tantas vueltas Yoongi, yo no diré nada si es lo que te preocupa.

Joder Lee no hagas eso, estoy concentrado y vienes a hablarme.

Gruñó

Taehyung lo miró extrañado.

        - Hyung, ¿pasa algo? – preguntó a lo que Yoongi reaccionó y negó.

Iremos a tu casa Min-Ho

Y sin más cerró sus pensamientos, tomaron un par de caballos y avisaron al padre del omega mayor, Min-Ho estaba afuera de la casa esperándolos, a Taehyung le pareció extraño que el ya sabía que iban a ir por lo que decidió preguntarles a ambos.

        - Señor Min-Ho, ¿Cómo sabía que vendríamos? – preguntó Tae tal cual niño con una mente llena de dudas.

Yoongi y Min-Ho rieron y le explicaron lo que a casi todo el mundo. Taehyung abrió la boca con sorpresa y asintió emocionado, Yoongi sintió ternura por lo que había hecho, Taehyung comenzaba a hablar con Min-Ho mientras Yoongi los miraba, algo en sus interior estaba quemando, eran ¿celos?, interrumpió su conversación y habló...

        - ¿Tae a qué querías venir? – le miró dulcemente.

        - Yo solo quería conversar con él – sonrió – él es una persona con quien puedo tener una conversación fácil y sin que se ponga incomodo – Sonrió hacia Yoongi.

        - Ah ya veo... Min-Ho iré a entrenar – y sin más se fue...

NARRA YOONGI

        - Hablar sin que se ponga incómodo – gruñí molesto

Uno, dos, tres golpes fueron dados al muñeco de práctica, estaba furioso, ese chiquillo es tan ahhh

        - ¡Joder! – grité, estaba completamente furioso.

Los minutos pasaron y caballos se escucharon, me puse un poco nervioso pues el padre de Min-Ho estaba en casa y si era mi padre.
Estampé mi puño en el muñeco y salí del artesanal lo siguiente que vi fue a mi padre tomando por el cuello a Min-Ho, Taehyung gritando como desquiciado y el padre de Min-Ho desde la puerta observando todo.

        - ¿Padre? ¿Qué haces aquí? – hablé lo más normal que pude

Es cierto que la mayoría de las veces actuó como si nada me importara, pero en esta ocasión hay 4 omegas de por medio y casi todo un ejércitos de alfas y betas a fuera.

Suspire cuando me miro y volví a hablar.

        - ¿Paso algo en el castillo?  – el padre de Min-Ho me miró con detenimiento.

Ah ya que mas da.

         - Suéltalo. Min-Ho tu ya conoces a nuestro padre. – miré a el omega mayor que nosotros. – señor él es mi padre, Min Ji-Cheol, rey de Seúl, yo soy Min Yoongi, tengo un hermano mayor el cual es el heredero del trono, aunque... Bueno – volteo a ver a Taehyung – él es Kim Taehyung es príncipe de Busan un gusto – extendí mi mano.

        - Un gusto, mi nombre es Lee Naesun, tengo 49 años y he vivido en Busan desde muy joven. – tomó mi manos y la apretó.

        - Dijiste.... Has dicho Naesun – Mi padre murmuró, el hombre asintió

        - Soy Lee Naesun, ¿Cuál dijo que era su nombre? – dijo el hombre amablemente

        - Soy... Min Ji-Cheol – dijo mi padre mirándolo, el hombre palideció.

        - Ji-Cheul – murmuro.

Yo solo miré como se acercaban uno al otro con lágrimas, la cara de Tae era un jodido poema, Min-Ho me miraba incrédulo, pues habíamos hablado de que ni él ni yo diríamos nada, reía por ambas expresiones y me senté, la sonrisa se borró cuando recordé a Jungkook, ¡Joder el... él va querer matar a Min-Ho! – pero Min-Ho es un omega no puede tener el trono – suspiré con alivio, pero aun así lo va a querer matar. Gruñí y me cruce de brazos, esto es un lío no sé qué mierda hacer.

Un momento después mi padre y aquel omega se separaron sonriendo, había estado murmurando varias cosas que nadie escuchó más que ellos, quienes estaban perdidos en un mundo de corazones – que asco – hice una mueca.
El omega me miro y sonrió, hice lo mismo y mire a los dos omega restantes jugando alegremente, un enojo llegó de nuevo y me pare de mi asiento.

        - Padre me iré a casa, lleva a Taehyung contigo – dije molesto.

¿Qué pasa Yoongi?

Nada importante, me duele la cabeza es todo

Niño te conozco y sé que algo te pasa

No es nada Min-Ho

Gruñí sin mirarlo para salir de aquella casa y caminar al castillo.

Jungkook estaba en la sala cuando comenzó a reclamarme sobre Taehyung, yo solo lo miré con ojos suplicantes y salí de ahí dejándolo completamente anonado.

       - Qué día – Murmuré y cerré mis ojos, sintiendo unas caricias.

        - Perdón hermano – una voz fue lo último que escuché

Y un dolor se comenzó a extender en mi abdomen.