Mi Destino. |JimSu|

Capítulo 2

Jimin observaba la luna desde la ventana de la cocina, mientras su madre arreglaba algunas cosas para la cena, la servidumbre le ayudaba igual con algunas simplezas ya que ella cocinaba. Aquella luna le transmitía algo a Jimin, algo de lo cual no estaba seguro.

        -Madre, ¿Por qué la luna esta así? – la madre se acercó y sonrío entre sorprendida y melancólica, ya que ella había visto la misma luna cuando conoció a su alfa, la madre luna ya lo había emparejado con quien era su predestinado.

Jimin solo alzó una deja en señal de confusión, ya que su madre solo ignoró su pregunta, realmente no le molestaba, Jimin no se molestó en seguirla, así que ayudo a las cocinera a terminar de arreglar la mesa para poder cenar.

Minutos más tarde todos estaban sentados ya a la mesa listos para comer, cuando su padre preguntó algo ilógico para Jimin.

       - Hijo – llamó su padre mirando aun el palto con comida frente a el - ¿Crees en las parejas predestinadas? – Preguntó casualmente y Jimin soltó una carcajada y tapó su boca en cuanto lo hizo, le había parecido graciosa la pregunta.

       - Eso no existe padre, ya no hay parejas predestinadas, lamentablemente la madre luna ya no nos empareja – concluyó Jimin sin saber que se equivocaba, su padre le miró con empatía y sonrió asintiendo.

       - Está bien hijo come – ordenó su padre sonriendo.

Aquel día el padre de Jimin se enteró de que su esposa estaba embarazada, mas no de él. En el reino se circulaba la noticia de que la reina de Busan le había sido infiel al rey, lo cual aquel hombre no lo creyó hasta que se dio cuenta de que el olor que su omega portaba no era el de él. El alfa no hizo nada, solo veía como en su omega crecía una nueva vida.

En cuanto a Jimin, pensaba en lo que su padre había dicho en la cena, ¿las parejas destinadas existen? ¿Él tendría una? De tanto darle vueltas al asunto, cayó dormido algunas horas después, despertando por fuertes gritos y sollozos de su hermanito menor Hoseok. Jin solo gritaba que se callara, Jimin lo miraba mal por su falta de empatía, enseguida entro su madre con los ojos rojos a arrullar al niño el cual se calmó casi al instante. A la mañana siguiente el desayuno para aquella familia fue un tanto extraña pues los padres no hablaban como siempre y se le podía notar al alfa algo enojado y a la omega algo triste y ofendida. Los demás miembros de la familia se dirigieron a sus cuartos bueno Jimin y Hoseok a su cuarto y Jin al suyo.
Aquel niño de seis años dormía con su hermano mayor porque Jimin así lo quiso, ya que Jin y Hoseok no se llevaban muy bien, desde entonces el se encargaba de arrullar a su hermano cuando tenía pesadillas.

A los pocos días la familia Park ya se había enterado de que su madre estaba embarazada una vez más, Jimin solo maldijo en su mente, Hoseok era un niño y a él le emocionaba poder ser un hermano mayor, sus padre solo sonreían para Hoseok y en cuanto a Jin, bueno a Jin no le importo mucho, por lo que felicitó y subió a su habitación. Aquel castillo se convirtió de a poco en una pesadilla pues el alfa y la omega se la pasaban peleando casi todos los días. Algunos meses pasaron y aquella mujer ya no estaba en el castillo, se había ido dejando a sus tres hijos y a su alfa solos. El alfa se volvió estricto y algo amargado. Hoseok ya tenía 7 años y medio, Jimin 14 y Jin 11 años, Jin cambio su forma de ser drásticamente pasando de ser un chico frío y distante a un chico mimado, amigable y comprensible, desde que su madre se había ido Hoseok y Jin se llevaban muy bien y ya no había peleas lo cual alegraba a los otros dos alfas, aunque uno de ellos no lo demostrara.

La noche en la que se proclamó a Jimin alfa, se hizo una gran fiesta donde asistieron los Kim y los Min.

        - Por el futuro rey de Busan – gritó el padre de Jimin.

Mientras tanto su madre hablaba con la madre de los pequeños Min, aquella mujer había regresado para felicitar a su hijo, pasar su primer celo y volverse a ir.
Ambas mujeres se llevaban bien, por lo cual congeniaron de inmediato, más sus hijos no, Jungkook era grosero con Jimin, Jimin con Yoongi, y Jin y Hoseok solo los miraban pelear.

Desde ese día, el destino de Min Yoongi y Park Jimin estaban mas enlazados que nunca, su madre lo sabía y su padre también, aunque aún no querían hacer conclusiones; Jimin era un tanto reservado y nadie sabía si él quería un omega, después de todo si era el alfa del reino, el pueblo iba a pedir descendencia

El padre de aquellos chicos murió cuando Jimin tenía 17 años, Hoseok 10 y Jin 14, convirtiéndose en rey, por así decirlo padre y hermano, ayudando, cuidando, y comprendiendo a sus hermanos