Capítulo 4

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Hay cosas con las que no se deben jugar y una de ellas es: "no molesten, fastidien o jueguen con Jimin si quieren seguir viviendo", ¿por qué? Bueno Jimin era un alfa reservado, algo gruñón y si él estaba molesto era mejor salir de su camino. Justamente hoy llegaba el consejo al castillo a joderle la vida, la existencia y su paciencia, Hoseok se encontraba en el jardín jugando con Holly el pequeño perro color café de una estatura pequeña, Jin se encontraba fuera ya que tenía que arreglar cosas en el orfanato, hace algunos meses Jimin lo había nombrado como segundo al mando, Jimin frotaba sus sienes con euforia tratando de alejar el dolor de cabeza y el enojo que iba creciendo en él; Hoseok entro al despacho con mucho cuidado para no molestar a su hermano, al ser un omega era más sigiloso que los alfas por lo que entro y se acercó al gran librero con todo tipo de libros. Al llegar iba a tomar uno de los libros hasta que Jimin habló.

        - ¿Qué es lo que buscas pequeño? – Preguntó Jimin asustando al omega.

        - Lo siento, no quería incomodar, venía a buscar esto – le mostró el libro color café y sonrío.

Hobi lo miró y se retiró no sin antes hacer una reverencia, Jimin aun no sabía lo que pasaba por la cabeza de su hermano. Ese chico era un mundo muy profundo en el cual jamás terminabas de entrar, Jimin se paró por fin de la silla de cuero negro yendo a caminar por el bosque encontrando una banca. Se acercó y se sentó cerrando los ojos hasta que oyó a alguien jadear, volteo a todos lados y vio a un lindo omega de piel blanca, muy blanca algo sudado y sonrosado. Jimin no supo qué demonios pasaba con él, más su lado lobuno salto y gruñó de alegría al ver al omega, el cual al verlo solo lo miró indiferente. El omega se dio vuelta llamando a su amigo mientras secaba su cuello y brazos... Jimin sintió su lobo chillar ante el rechazo del omega, aquel día Jimin estaba más insoportable de lo normal, su lobo no había dejado de joderle diciendo que fuera a buscar al omega. Nadie se había atrevido a molestarle por nada ni nadie, hasta que llego Jin con una cara petrificada y jadeando. Jimin dejó su mal humor en un baúl bajo llave acercándose a su hermano.

        - Seokjin, ¿Qué pasa? – Pregunta Jimin tranquilamente.

        - Es, es mam... – no término de decir nada cuando aquel chico se desmayó cayendo en los brazos del alfa.

En ese momento entro Hoseok igual que su hermano mayor, con los cristalizados.

        - Hyung mamá regresó – Hoseok dijo en un sollozo.

Jimin analizó la situación y llevo a Jin a su recamara dejándolo al cuidado de Hoseok y del doctor revisándolo. La mujer se encontraba en el antiguo despacho de su padre, aquella mujer hizo una reverencia al igual que los 2 muchachos a su lado y una niña pequeña en brazos, la mujer estaba embarazada aún.

Jimin río y negó, la mujer entendió que pasaba y solo agachó la cabeza.

        - Siéntate – Ordenó Jimin caminando con indiferencia hacia el sillón de cuero enfrente del escritorio de vidrio.

Los alfas gruñeron hacia Jimin por la orden recibida, más él no se inmuto.

        - Tapa tu oídos por favor – pidió Jimin a la mujer, y esta obedeció.

Jimin tapó los de la pequeña para no asustarla.

        - Respeten a su rey y tomen asiento – Gruñó el alfa con su voz de mando y al ver que los otros obedecían sonrió y destapo los oídos de la pequeña.

        - ¿A qué has venido? – pregunta tranquilamente mirando a la pequeña niña y a su madre.

La mujer solo sonrió y agacho al cabeza.

        - Hijo necesito que cuides de ellos – Señaló a los dos alfas de la edad de Hoseok a la pequeña y su vientre.

        - ¿Cuántos esperas? – Preguntó Jimin con un deje de diversión en su voz, aunque no pasaba desapercibido su enfado.

        - Son trillizos – dijo la mujer con pena.

        - ¿Por qué tengo que cuidarlos? – la mujer comenzó a llorar exaltando a los alfas, Jimin se levantó el del sillón acercándose a su madre

        - ¿Qué es lo que sucede? – habló con cariño, hay estaba su hijo aquel niño bondadoso y ocurrente que ella había criado.

La mujer explicó las cosas y Jimin sintió una punzada en el corazón. El rey de aquel castillo donde vivían murió y su hijo tomó el reinado echándolos a todos del castillo, explicó que le quedaba pocos meses de vida, al menos daría a luz a sus hijos y pondría nombres, ya que tal vez moriría en el parto.

Jimin aceptó cuidar de todos ellos solo le advirtió una cosa tanto a los alfas como a su madre.

        - Está bien me hago cargo, solo que no quiero que nadie se hacer que mis hermanos. Solo la niña puede estar cerca de ellos,  madre sinceramente mis hermanos te odian y a ellos no los conocen, Hoseok es tímido y Seokjin hiriente. Solo permitirán cerca a la niña – murmuró Jimin, a lo que la mujer asintió y lo alfas lo miraron indignados

        - Tu habitación es la de siempre madre – ordenó Jimin con dulzura.

        - La de la pequeña será la de Hoseok el dormirá con ella. – los alfas por primera vez hablaron.

        - Ella no puede dormir con un hombre – dijeron ambos casi al unísono

        - ¿Por qué no? – Preguntó Jimin ya cansado de la situación y a punto de sacara a su alfa más territorial.

        - Es hombre y ella es una niña, le puede hacer algo. - Jimin río

        - Hoseok es un omega, y por lo que veo esta hermosa damisela es una alfa. – comentó sonriéndole a la niña. – como decía ella duerme con Hoseok y ustedes duerme en el cuarto que era de Seokjin – ordenó Jimin – también es un omega, el único alfa soy yo. Bueno y ustedes en este momento. En cuanto a los trillizos les mandare a arreglar la habitación a lado de la mía, la remodelaran a tu gusto. – concluyó Jimin

        - Quiero que sea al gusto de tus hermanos, yo sé que no se negaran – animó la mujer.

        - ¿ellos? – señaló s los alfas en el despacho – claro no h... – su madre le interrumpió.

        - Me refiero a Jinnie y Hobi – Sonrió la mujer, a lo que los alfas gruñeron.

A ellos jamás les había hablado con tanto cariño.

Mi Destino. |JimSu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora