Cacería Macabra

Capítulo V

Han desatado a la Bestia...
Ahora se arrepentirán...
De huir no deberían tomarse la molestia...
Sus almas condenadas ya están...

Eso es todo.

Sin pensarlo dos veces saco la daga rápidamente, corro hacia el tipo y en cuestión de segundos la daga atraviesa su brazo derecho haciendo que éste se desangre con rapidez. El hombre grita de dolor pero aún así se dirige a la puerta para huir.

—¡Estás muerta mocosa!. —Dice él corriendo de nuevo.

Intento seguirlo pero al salir al pasillo ya no hay nadie, como si se hubiera desvanecido de la nada. Vuelvo junto a Heiden y reviso su pulso.

Es débil...

Guardo la daga en mi bolso y salgo con prontitud de la habitación, voy corriendo por el pasillo buscando a algún doctor o enfermera que me pudiera ayudar. Me dirijo al ascensor para ir a la planta baja a solicitar un médico, pero éste está ocupado. A la mierda todo, bajo por las escaleras hasta llegar al primer piso.

—¡Señorita!, por favor, un médico, ¡mi hermano!. — Comienzo a decir cosas sin sentido a la primera enfermera que veo y ella me mira extrañada.

Veo al Doctor Sequeira acercarse hacia nosotras y yo me voy rápidamente hacia él.

—¡Por favor doctor!, tiene que ayudarme,es mi hermano. —Él solo asiente y se va con dos enfermeras más al piso de arriba.

Apenas él se va yo caigo al piso de rodillas cubriendo mi boca y con las lágrimas brotando como agua de mis ojos, varias personas se acercan a mi tratando de ayudarme y sin darme cuenta... Todo se vuelve oscuro.

12:30 a.m

Al abrir los ojos caigo en cuenta de que no estoy en el hospital, estoy acostada en mi cama con solo una pequeña luz de noche iluminando la habitación. Veo la hora en el reloj que está en la mesa junto a mi cama: 12:30 a.m.

Me levanto de la cama pero al poner mis pies en el suelo me siento totalmente mareada, trato de recuperar el equilibrio de nuevo y me dispongo a buscar mi teléfono. Cuando por fin lo encuentro y lo enciendo.

¡Verga!.

¿¡Pase dos putos días inconsciente!?.
Reviso mis mensajes y llamadas inmediatamente.

Dion: 20 llamadas perdidas
Celeste: 18 llamadas perdidas
Josh: 25 llamadas perdidas
Leandro: 15 mensajes sin leer
Camille: 30 mensajes sin leer
Allison: 13 mensajes sin leer y 10 llamadas perdidas

Vuelvo a poner el teléfono en dónde estaba y me dirijo tan rápido como puedo a la habitación de mis padres para verificar si están despiertos. Me acerco cada vez más a la habitación y veo que la puerta está entre abierta con una pequeña luz saliendo de ella, cuando ya estoy frente a ella hago el intento de entrar pero la voz rota de mi madre me hace detenerme.

—¿Que se supone que hagamos Xander?, nuestras hijas están secuestradas, Sally aún no despierta y Heiden está en el hospital...—Escucho sus sollozos recorrer toda la habitación. — Los malditos de la policía no harán nada, lo darán de baja cómo a todos los casos, en éste puto pueblo nadie ve, oye ni dice nada.

Verdaderamente está devastada.
Luna Daleshka Lane de Bellage... Esa es mi madre, una mujer inteligente, bella y valiente, y además de eso, una mujer que sabe llevar las cosas bajo presión y que no acostumbra a decir groserías, pero, ¿quién puede juzgarla considerando la jodida situación?.