Todos tenemos debilidades...
La suya hemos encontrados...
Les devolveremos todas y cada una de sus crueldades...
Esa última carta nos hemos jugado...9:23 p.m
Ver a mis pequeñas hermanas ahí, en ese estado, con sus rostros totalmente golpeados y sucios, y la mirada de terror y trizteza que cargaban puede que sea una de las escenas más difíciles que vi en mi vida, algo que no saldría fácil de mi mente.
Con dificultad, ya que nos siguieron con sus armas durante unos minutos, regresamos al la ciudad y fuimos a casa de los chicos que al parecer vivían juntos en una casa que sus padres les habían regalado. Cuando llegamos, todos dejaron las motos estacionadas en frente de la casa y luego nos dispusimos a entrar a la casa e ir a la habitación de Jayden.
Desde que habíamos huido de la propiedad del clan, yo no había dicho ni una sola palabra, algo que no era común en mi, ya que usualmente nunca me paraba la boca hasta que me cansara de hablar. Tenía la mirada pérdida, no sabía qué hacer... Decir... O incluso pensar. Ya no sabía que demonios tenía que hacer, si hablar o callar, si insistir o desistir, lo de las niñas fue difícil, pero me dolía el pecho con solo el hecho de pensar que algo le pasaría a mi hermanos o a las chicas, e incluso si algo le pasara a ellos, a mi estúpidos pero queridos caballeros nocturnos.
—¿Sally?. —La suave voz de Heiden en el lóbulo de mi oído derecho me sacó de mis pensamientos haciéndome dar un pequeño brinco en en sillón.
Lo mire por unos segundos como si mi mente estuviera cargando la información de toda mi vida o algo parecido a eso. Momentos después de mi pequeño trance, reaccione y le hable a mi hermano.
—¿Si?...—Respondo casi que balbuceando.
El me mira dudoso y me toma de los hombros ligeramente haciéndome mirarlo firmemente a los ojos.
—Dime que demonios viste ahí.
Lo pienso por unos segundos antes de contestar, y los recuerdos aparecen en mi mente como pequeños flashback, unos bastante dolorosos...
—Las vi, Heiden... Vi a nuestras hermanas en la cara de esos putos mounstros de mierda.
Él se gira dejándome ver unicamente su espalda y comienza a dar vueltas por toda la habitación. Yo me voy hacia la cocina dejando a los demás ahí.
Jasiel Hyland
Desde que habíamos llegado de la casa del clan, Sally había estado callada, lo cual era poco habitual en ella. Cuando llegamos a la habitación de Jayden, vi que se alejaba un poco con Heiden, y después de unos minutos él simplemente se volteó con una expresión clara en su rostro: preocupación. Y ella, ella solo se fue.
Fui al primer piso y me quedé en la cocina cuando vi a Sally en la cocina, jugueteando con un vaso de agua como niña pequeña, pero yo podía ver algo más que eso, y uniendo todo lo que he visto hasta ahora, pues era bastante evidente que había algo que no nos estaba diciendo.
Retrocedí unos cuantos pasos y me dispuse a ir a la cocina, sin decir nada, en lo poco que llevaba de conocerla sabía que hacer y las palabras eran algo que sobraban en este momento. Me acerqué a ella y no dije nada, todo fue miradas mutuas, y hasta ahora me tomaba el tiempo de detallar sus ojos, tan oscuros, pero tan iluminadores a la vez. Salí de de mi trance y la abracé, ella correspondió el abrazo y así estuvimos durante unos minutos hasta que se separó de mi y se sentó sobre el estante y luego decidió hablar.
—Las vi, Jasiel... Y aunque esperé ese momento durante mucho tiempo, yo no quería que fuera de esa forma. —Gruesas lágrimas se veían perfectamente en sus ojos, y la tristeza junto con la rabia en su voz eran evidentes.
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Cacería Macabra
Mystery / ThrillerSiempre ha sido así... Pero ahora se volvió un completo infierno. En la ciudad, desde hace unos meses, ha aumentado el número de secuestros y muertes de mujeres, y aunque los que están detrás de eso lo hacen sin cuidado: Nadie ve nada... Nadie escuc...