SunJi lo miró impresionada, al fin alguien más que veía lo mismo que ella.
— ¿Puedes verlo? — miró al niño — Eres tú, ¿sabes que es lo que pasa?
Jimin asintió y la tomó del brazo comenzando a caminar lejos de las tumbas. SunJi miró hacia atrás y vio al pequeño llorar mientras la veía irse.
Algo en su corazón se rompió al ver a aquel niño así, pero no podía seguir con todo eso en su mente. Necesitaba alejarse de todo antes de que la consumiera y al parecer lo iba a lograr. Jimin sabía lo que pasaba, ella había estado viendo toda su vida así que él debería tener la respuesta.
Llegaron a la salida y Jimin se detuvo.
— Necesito que me digas por qué estoy viendo esto — la chica miró al pelinegro a su lado. Jimin parecía nervioso y a la vez sospechoso — ¿Qué fue lo que pasó? ¿Algo malo?
Jimin la miró.
— Sí... — bajó la cabeza — Algo muy malo, desearía no tener que recordarlo — puso sus manos en su cabeza y revolvió su cabello — Solo recordarlo me hace mal, hace que me sienta como antes... — alzó su rostro de repente y miró a SunJi con una sonrisa extraña — Y eso mi querida SunJi, no es bueno...
Tragó en seco y se alejó un poco de él. Jimin le daba miedo, Jimin la hacía sentir triste. Jimin la ponía nerviosa y a la misma vez sentía algo extraño en su corazón cada vez que lo veía. Jimin simplemente ponía su mundo patas arriba, desordenaba sus sentimientos.
— ¿Por qué? — se atrevió a preguntar — Dime qué fue lo que pasó, quiero ayudarte.
Jimin sonrió y volvió a abrazarla. Amaba estar tan cerca de ella, sentirla. Deseaba que fuera suya con todo su corazón, porque ella lo tranquilizaba tan solo con respirar a su lado.
Y ahora tendría que contar cosas que dejó atrás, ella estaba teniendo todos esos problemas por su culpa y aunque no entendía la razón del por qué ella veía todo eso se sentía intimidado. Jimin iba a contar, pero no precisamente la verdad.
— No sé por qué está aquí... — se separó de sus brazos — SunJi tengo miedo. No quiero que vuelva, no lo soportaría, no de nuevo.
— Pero, ¿a qué te refieres? — preguntó tomando sus manos.
— Él soy yo... — mordió su labio — Pero no el yo de ahora. Ahora estoy bien, pero antes no, antes hacía cosas malas.
Sus manos comenzaron a temblar y SunJi se dio cuenta de esto.
— Tranquilo... — acarició su mejilla — Ya todo eso pasó, estás bien ahora.
— Sí, pero él quiere que vuelva a ser como antes y no quiero — negó repetidas veces — Por mi culpa quemaron mi casa y mi abuela murió. SunJi, alguien intentó matarme porque era muy malo. Cometí muchos errores...
Entonces ese pequeño solo estaba buscando a Jimin, SunJi llegó a esa deducción. Él solo quería reencontrarse con su yo y unirse.
Pero algo estaba mal, Jimin no quería volver a ser como antes, él había dejado su pasado atrás y todas las cosas que no quería.
— ¿Qué puedo hacer? — limpió las lágrimas que corrían por las mejillas del pelinegro.
— Quédate conmigo — tomó su mano — Si estás conmigo estaré bien.
— Jimin yo...
Su celular comenzó a sonar y se soltó de su agarre para contestar.
— ¿Jin?
Jimin frunció el ceño y apretó sus manos con rabia. Kim SeokJin se estaba buscando que él acabara con su existencia, ¿acaso no se daba cuenta de que SunJi era de él? Y lo que es de él, nadie lo toca. Tan simple como eso, porque Jimin nunca perdía. Todos jugaban contra él más ninguno ganaba.
— Lo siento, tengo que volver — dijo y Jimin asintió.
— ¿Quieres que te lleve a algún lugar?
— No, sólo llévame de regreso a los dormitorios de la Universidad. Tengo que encontrarme con mi compañero de clases.
Explicó y Jimin asintió. Tomó su celular para llamar un taxi.
— Vaya... — guardó el celular y la miró — Dicen que no podrán mandarnos un taxi, habrá una tormenta y es peligroso subir hasta aquí...
— ¿Qué? — SunJi abrió mucho sus ojos, ¿cómo saldrían de allí ahora? Ese lugar estaba muy lejos de la ciudad.
— Ya casi es de noche, es mejor caminar hasta el pequeño Hotel que hay más adelante. Mañana regresaremos.
Jimin lo dijo tan tranquilamente como si no sucediera nada mientras SunJi estaba muy asustada.
— Tranquila — tomó su mano — Estaremos bien si llegamos antes de que comience la tormenta.
Ambos comenzaron a caminar, caminaron durante media hora hasta que vieron el Hotel que Jimin decía, aunque no era un Hotel realmente. Era una casa grande de dos plantas que tenía un cartel de hospedaje por veinticuatro horas.
— Llegamos — dijo él y entraron. Pidió una habitación y algo para cenar.
SunJi entró y se sentó en la cama, solo a ella le pasaban ese tipo de cosas. Perfecto, estaba lejos de la ciudad, sola. Bueno, no sola, con Jimin y eso por desgracia no era tranquilizante. Porque a diferencia de él, en vez de sentirse segura. Se sentía en peligro.
Alzó su rostro y tragó en seco al ver el bien formado abdomen del chico al quitarse la camisa.
— Espero no te moleste, tengo calor.
Exactamente no era nada tranquilizante estar con él a solas.
SunJi se alzó de hombros haciéndose la desinteresada pero la verdad no podía sacar la vista del cuerpo del pelinegro. Jimin estaba malditamente bueno, ¿de dónde había salido ese chico? A parte de guapo tenía un cuerpo precioso.
— ¿Sabes? — se acercó a ella y se sentó a su lado — Desde la primera vez que te vi me gustaste.
La miró de esa manera que la hacia erizar.
— No lo sé, pero me vuelves loco — se acercó mucho mas a ella. SunJi no se alejó — Tienes algo que me atrae demasiado.
Acercó sus labios a los de ella y la besó, SunJi lo correspondió y se dio la libertad de llevar sus manos al cuello de Jimin y rodearlo jugando con su cabello. Jimin llevó sus manos a la cintura de ésta y la subió sobre sus piernas sin romper el beso.
SunJi se separó por falta de aire y lo miró. Creía entender lo que él decía, porque ella también sentía que Jimin la volvía loca.
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Mask; pjm
FanfictionEn un mundo de máscaras todos sonríen. En un mundo de máscaras, ¿quién llora? Portada: @mochibunnchaos Book Trailer: @Akemi_S0910 #Ganadora de los BTSAwards2020 #Ganadora de los ArmysAwards 2021