Mask; pjm

25

“Quiero ocultar la verdad. Quiero protegerte. Pero con la bestia dentro, no hay ningún lugar donde podamos escondernos”

El agua caía mientras intentaba quitar la sangre de sus manos. Todo su cuerpo temblaba mientras se repetía que todo estaba bien. Alzó su rostro y miró su reflejo en el espejo. Si todo estaba bien, ¿por qué sus ojos derramaban lágrimas de dolor?

(...)

NamJoon fue llevado a emergencias en cuanto sus dos amigos lo encontraron en el suelo con una herida en el estómago. Alguien lo había apuñalado y aunque no corría peligro su vida había perdido mucha sangre.

Las manos de SunJi no habían parado de temblar, todo su cuerpo se sentía pesado y las lágrimas corrían por sus mejillas. Sintió la calidez de otras manos sobre las suyas, alzó su rostro y se encontró con SeokJin.

— Todo va a estar bien — susurró limpiando sus lágrimas.

¿Era eso cierto? ¿Todo iba a estar bien? No estaba segura de nada, menos después de ver todo aquello que la tenía abrumada. Jimin, él había matado a su propio padre.

— Es un asesino.

Las palabras de Jin cobraron vida nuevamente en su cabeza. No podía creer que había sido él. Apretó sus manos muy fuerte, si había sido Jimin quién había dañado a NamJoon, la rabia la cegó por un momento.

— ¿A dónde vas? — preguntó Jin al verla levantarse y caminar hacia la salida.

— Tengo que comprobar algo — dijo — Tú quédate aquí, llámame si sucede algo.

Terminó de hablar y volvió a retomar su paso saliendo del Hospital. De nuevo esas imágenes en su cabeza repitiéndose una y otra vez, no entendía. Por más que lo intentaba no entendía qué era lo que ese niño intentaba decirle. Tal vez solo quería advertirle, hacer que se separara de Jimin.

Bajó del taxi frente a los dormitorios y buscó la habitación de Jimin, en el pasillo se topó con TaeHyung. Recordaba a ese chico por el incidente de su habitación.

— Oh, lo siento — el castaño se disculpó. Parecía bastante apurado por como venia caminando.

— No te preocupes — la chica se paró frente a la puerta de Jimin y cerró sus ojos.

Dio dos toques en esta y a los segundos un pelinegro se asomó, el chico sonrió al verla pero su sonrisa se borró al darse cuenta de que algo le pasaba.

— ¿SunJi? — parpadeó.

— Tú... — apretó sus labios y volvió a mirarlo — ¿Tú hiciste eso?

— ¿Qué?

— ¡Le hiciste daño a NamJoon! — gritó — ¿Por qué? ¿Fue por las pruebas? Dime, ¿de verdad eres un asesino?

Jimin dio pasos hacia atrás. No entendía por qué SunJi lo acusaba.

— No lo soy, ¿de qué hablas?

— Lo vi... — bajó la cabeza — Mataste a tu padre, pienso que se lo merecía. Pero sigues siendo un asesino, atacaste a NamJoon porque él tenía pruebas de ello.

Jimin abrió mucho sus ojos y su mente se desestabilizó por un momento, ¿cómo ella había visto eso? ¿¡Por qué le estaba mostrando todo su pasado a ella!?

— SunJi, lo siento — dijo y tomó su mano para abrazarla — No pude controlarme, son voces en mi cabeza, me dijeron que lo matara. Se lo merecía por haber roto mi alma...

— NamJoon no te hizo nada — intentó separarse.

— No le hice nada a tu amigo — negó y la miró — Te lo prometo, hablo de mi padre...

La chica frunció el ceño.

— Te lo dije, quiere volver. Quiere que sea como antes, he cambiado. Ya no quiero dañar a nadie.

Sus ojos se cristalizaron y pronto comenzó a llorar.

— Te muestra eso porque quiere alejarte. Sabe que eres lo único que me interesa — la miró — Quiere acabar con mi vida, que sufra como antes. Que sea malo, pero yo no quiero. SunJi ayúdame.

Jimin volvió a abrazarla. Esta vez la chica lo abrazó fuerte. Al fin sabía algo más y quería creerle, era la única explicación que había. Debía ayudar a Jimin a deshacerse de su pasado.

— ¿Quién le hizo eso a NamJoon? — preguntó la castaña.

— No sé, ni siquiera sé lo que pasó. Explícame bien todo. Dime todo lo que viste.

(...)

— Estoy seguro de que fue él — dijo Jin y miró a Tae — ¿Dónde están las pruebas?

— ¿En serio lo preguntas? Es lógico que las tiene Jimin, le hizo esto a tu amigo para no ser descubierto.

SeokJin apretó sus puños molesto, ahora más que nunca iba a probar que Park Jimin era un asesino y que debería estar en la cárcel.

Vio a HyeSan entrar preocupada a la sala de espera.

— ¿Dónde está? ¿Qué pasó? ¿Quién le hizo esto? — preguntó sin detenerse.

Su corazón latía muy fuerte, estaba asustada. Nunca había sido capaz de decirlo, pero estaba enamorada de NamJoon. Decía ser una persona que no siente algo como amor, pero el rubio había robado su corazón hacía mucho tiempo.

— Está bien, pienso que ya están por salir — la intentó calmar su amigo.

— ¡Voy a matar a quien le hizo esto!

— No estoy seguro de quién va a matar a quién — comentó TaeHyung.

— ¿Qué? — la chica lo miró — ¿Sabes quién fue?

— Tal vez.

— Tae, no — Jin intentó callar al castaño. No quería involucrar a más personas.

— ¿Por qué no? Se lo merece.