Mask; pjm

Epílogo.

“Ahora, voy a mostrar el verdadero yo que se oculta detrás de una máscara sonriente”

Aveces las personas creen que conocen a los demás tan solo con ver su comportamiento o la manera de ser. SunJi comprendió cuán equivocados estaban todos al pensar que podían llegar a conocer el verdadero ser de otros.

Ella creyó conocer a Jimin y este le demostró que no era así. El pelinegro tenía tantas caras que ya no sabía si alguna vez lograría reconocer a su verdadero yo.

Incluso ella misma no se reconocía estando al lado de aquel chico que había matado a inocentes, aquel chico que la engañó y le enseñó una verdad incierta. Aquel chico que parecía frío y seco pero que en las noches, cuando se encontraba solo y a oscuras, derramaba lágrimas de dolor por aquellos que una vez tuvo y que perdió.

Ella nunca supo quién era él, si era una persona mala con noción de todo lo que había hecho o simplemente era un alma dañada rogando por ayuda.

Por eso, se dijo a sí misma que se dejaría llevar por sus deseos y lo que su corazón eligió aquel día fue quedarse junto a él. Porque lo amaba, y estaba dispuesta a olvidar todo y creer que Jimin era una buena persona aunque no fuera así. Y a pesar de las palabras del pelinegro, se convenció de que él nunca le haría daño, porque la amaba.

SunJi abrió sus ojos y sonrió al ver a Jimin dormir como un bebé, se levantó y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno.

Tomó su celular mientras el pan se tostaba y recibió varios mensajes de sus amigos.

NamJoon:
¿La estás pasando bien? Debiste llevarme contigo, no tengo nada que hacer. Mis vacaciones son un asco.

SeokJin:
¿Por qué no te llevaste a Nam? Me tiene al borde de la locura, ¡ayuda!

Soltó una risita y luego de contestarles con una mensaje de audio diciéndoles cuán de bien la estaba pasando y burlándose de Jin por tener que soportar a un NamJoon aburrido dejó el celular sobre la mesa y preparó el jugo.

No pudo evitar pensar en ellos, se sentía culpable al mentirles de esa manera. Si estaba de vacaciones, pero lo que no les había dicho era con quién. SunJi temía que todo volviera a comenzar otra vez y que por alguna razón Jimin terminara hiriéndolos así que decidió no decirles nada.

— ¿SunJi? — Jimin caminó hacia ella con sus ojos adormecidos y la cara llena de marcas de la cama.

— Dormiste muy bien, ¿verdad? — dijo y acarició el rostro de su novio cuando éste se acercó para besarla.

— Obvio, porque dormí contigo — contestó entre el beso y la cargó sentándola sobre la meseta para seguir besándola.

La castaña rodeó la cintura del pelinegro con sus piernas y lo pegó a ella intensificando el beso mientras jugueteaba con los mechones de cabello.

Jimin se separó y olfateó.

— Se quema el pan.

— ¡Joder!

(...)

Hay diferentes tipos de personas. Unos dicen ser inocentes, algunos asumen su culpa sin miedo. Pero Jimin era todos ellos combinados, decía ser inocente y a la vez reconocía sus pecados, decía ser frío como la nieve pero amaba con el alma.

Solo él podía entender el significado de todo aquello, solo Jimin sabía la razón por la cual era así. Él había hecho daño a esas personas y no se arrepentía pero en el fondo se sentía culpable. Su corazón amaba, pero lo hacía con miedo a ser lastimado y por eso Jimin cada día escogía una máscara diferente porque:

En un mundo de máscaras todos sonríen. En un mundo de máscaras, ¿quién llora?