Mask; pjm

28

Fuera a donde fuera, el pequeño no se iba de su lado. SunJi solo lo observaba inquieta y se preguntaba qué era lo que quería ahora. Ella no estaba dispuesta a escucharlo y él no estaba interesado en hablarle.

Volvió a los dormitorios y subió hasta su habitación, se acostó en su cama y miró el techo. No estaba asustada, pero que el niño la siguiera a todos lados tampoco la hacía sentir muy bien.

Suspiró y volteó su rostro observándolo sentado en la esquina de la habitación, no dejaba de mirarla con una expresión neutra.

— Está bien, ¿qué quieres? — se sentó cruzada de brazos y lo miró, esperó tener una respuesta pero en cambio él solo se quedó callado — Si no tienes nada que decir, ¿por qué no te vas? No es agradable que me sigas a todos lados.

Pataleó y se volvió a acostar, parecía una total loca hablando sola. Si, porque él no era nada. Todo estaba en su cabeza. No era un fantasma porque no estaba muerto, era el Jimin pequeño. Se detuvo a pensar y lo miró. Tal vez sí era un fantasma, es decir, el pasado de Jimin estaba muerto. Él ya no quería saber nada de aquello así que, ese pequeño estaba muerto. Ya no quedaba nada de él en el Jimin de ahora.

— Esto es demasiado, no sé cuando te irás — habló.

Se levantó y abrió la puerta, caminó hasta la habitación de Jimin pero en el camino se topó con TaeHyung.

— Hey — sonrió él — ¿Buscas a mi primo? Creo que no está.

— ¿Tu primo? — frunció el ceño. No sabía que Jimin tuviera familia, los papeles que trajo NamJoon decían que solo quedaba él.

— Sí, seguro que nunca te contó de mi — habló el castaño — No sé, me siento como la oveja negra de la familia. Es injusto cuando al final quién hizo cosas malas fue él. Digo, mató a mi tío.

— Eres Kim TaeHyung — dijo – Él es Park, deberías ser Park si su padre era tu tío.

— Exacto, que inteligente eres — aplaudió — Cuando cumplí catorce me adoptaron y la familia era Kim.

— ¿Por qué fuiste adoptado?

— Bueno — Tae la miró a los ojos — Me dejó solo en el Hospital mientras yo gritaba diciendo su nombre. Él se alejaba de mi...

SunJi recordó el incendio en aquel momento, ¿TaeHyung era aquel chico que cayó al fuego? Miró su chaqueta la cuál cubría su brazo.

— ¿Podrías quitártela? — pidió.

— Claro — el castaño se quitó la chaqueta y dejó al descubierto su brazo. Habían varias marcas de quemaduras graves.

Sus ojos se cristalizaron, podía recordar los gritos del chico cuando vio aquello. Él solo intentaba ayudarlo.

— Lo siento...

— Cuando desperté, lo único que quería era verlo. Saber que estaba bien, pero me dijeron que estaba solo — a Tae parecía dolerle mucho hablar de aquello — Él me había dejado solo. ¡Se había ido!

Gritó y SunJi se asustó.

— Tae... — lo miró — Creo que lo hizo por tu bien, quizás tenía miedo a hacerte daño.

Él castaño rió a carcajadas.

— Eres tan ingenua — negó — Estás creyendo en lo errado. Las cosas no son como las ves, tal vez la respuesta está en lo que realmente no quieres creer. Pero dejaré que lo descubras tu sola.