LA LUZ.

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> La luz de mi alma se fue oscureciendo hasta dejarla opaca, hasta no dejar un rastro de brillo en ella, solo oscuridad y negrura, un alma negra cómo la pisada de la tenebrosa muerte galopando en su caballo sin cabeza en busca de hombres perdidos vagando por el solitario mundo, en busca de hombres que caminan desconfiando del mismísimo tiempo traicionero, pero solo soy un hombre que recorre las calles sin ningún sentimiento encerrando mis emociones en el mísero rincón de mi corazón, dejando en el mis cobardes temores, mis terribles llantos a los pies de la luna en este viejo y desgastado balcón, siento mi mirada cansada, apagada por no encontrar brillo en tus ojos, brillo que le de vida a mis pupilas, a mis vacíos destellos que en la oscuridad palpable pelean a muerte por obtener la mitad de tu corazón, no soy merecedor de tu completo corazón, puedo romperlo, lastimarlo, un indecente no tendrá jamás la mano de una princesa, un arrogante se mantendrá satisfecho con obtener tu odio, tu silencio descortés, tus maldiciones en la medianoche.

Poemario: Con letras y versos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora