Poemario: Con letras y versos. ©

MORTALES CONFESIONES.

> Todo hombre, todo individuo, tiene un pensamiento único, tiene una verdad que le hace creerla, sin cuestionarla, aunque muchas veces, esa verdad, no la comprenda del todo, no la entienda en su totalidad, todos somos complejos, todos tenemos una mente en la cual, tenemos miles de tormentos, tenemos más allá, simples confesiones mortales.

> Soy un hombre, con un cuerpo simple moldeado por las imperfecciones, por dentro tengo sangre, me recorre por completo, a cada hora, en cada día, más allá de poseer un cuerpo físico, más allá de mis células, hay energía, energía que cambia y pierde forma, ha existido siempre en mí, no puede ser destruida, somos seres magníficos, seres que tienen una consciencia limitada.

> Estas palabras, son mortales confesiones, confesiones al decir, que soy diferente pero los ojos cegados de la multitud, me hacen ver común, confesiones, al decir que soy distinto teniendo adentro de mí, mundos interminables y volcanes de emociones que estallan a cada escribir de las letras, son confesiones, cuándo expreso, palabras que hacen sentir y no, simples palabras vacías.

> Son mortales confesiones, estas palabras, las que dejan saber, una pequeña parte de cómo soy por dentro, de que posible pensamiento deambule por toda mi mente, confesiones, de que fui un pequeño que soñaba cuándo divagaba por las estrellas, confesiones, de que amigos invisibles tengo, me ven, yo a ellos no, confesiones, de que tuve que cambiar mi pensar, con las trágicas circunstancias de la vida.

> Mortales confesiones, que al pasar de cada oración, que al pasar de cada palabra, se hacen verdad, que así soy, ellas me definen, me moldean, me quitan el dolor de mis sueños, mortales confesiones, de que fui feliz, de que reí para no llorar, ahora mi sonrisa es sombría, ahora mi llanto es pequeño cómo el de un niño abandonado, son mortales confesiones, de un simple individuo, que deja en líneas su esencia, confesiones, de querer abrir mi alma, queriendo adentrarme en ella, son mortales confesiones, de un hombre, en donde veo en mi mirar, un reflejo cambiante, un pensamiento aislado, de la cerrada sociedad.