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Mi corazón reacciona mal. Me molesta. Debo mantener la cabeza fría. Pero, en el fondo, sólo quiero olvidarme de todo. Esos momentos que paso contigo, son como una droga, que me ayuda a escapar.

Tres meses han pasado, desde que BaekHyun tomó al desconocido como cliente. Entre más lo pensaba, más extraño se volvía. Tuvieron seis encuentros en total, en cada uno, el chico Byun tuvo que usar una venda en sus ojos. Y, desde aquella primera vez, el hombre no había vuelto a penetrarlo.

BaekHyun pensaba mucho en aquello. No tanto porque lo deseara, quizá sí, un poco. Pero, era más su curiosidad. ¿Por qué el hombre desconocido no había hecho el intento de consumar el encuentro? ¿Había algo mal con él? Las inseguridades del muchacho volvieron a golpearlo como una ola. Quizá, al hombre no le gustaba tanto su cuerpo, lleno de estrías, con marcas y grasa. Pero, si ese fuera el caso, ¿por qué seguía citándolo? Además, el extraño siempre fue amable y tierno. Aunque sólo pedía sexo oral, o se fundían en caricias hasta llegar al éxtasis, él siempre lo trató con delicadeza.

Todo esto giraba en la mente de BaekHyun, mientras esperaba a que terminara el tratamiento de YulRi. El chico estaba sentado en la sala de espera, como casi todos los días. Tenía su laptop encendida en su regazo, y miraba las calificaciones finales de la primera parte de su curso en línea. Había aprobado todo con excelentes calificaciones.

—¡Felicidades! —JunMyeon dijo, detrás de él. El chico se sobresaltó un poco—. Tus notas son excelentes. Deberíamos ir a festejar.

—¿Sí? —BaekHyun miró al doctor. La sorpresa lo descolocó un poco.

—¡Claro!... ¿Qué dices si esta noche vamos a tomar algo?... Tienes edad suficiente para beber, ¿no?

—Yo... supongo que sí —el muchacho no supo qué más decir.

—Bien. Pasaré por ti a las 8 —JunMyeon sonrió y se alejó.

Como un tornado, el doctor Kim dejó daño a su paso. BaekHyun se quedó allí, procesando lo que acababa de suceder. No era una cita ¿verdad? Claro que no. El doctor Kim era su amigo. Gracias a él podía estudiar en primer lugar. Obviamente, quería celebrar su triunfo. El corazón de BaekHyun se tranquilizó con esos pensamientos.

Su pequeña paranoia era culpa de KyungSoo. Después de que JunMyeon cenara con ellos aquella vez, el muchacho le llenó la cabeza de ideas descabelladas: ¿Acaso no te gusta el doctor Kim? Es muy guapo. ¡Vamos, Baek! El tipo está loco por ti. No sé por qué no te das cuenta. Claro está, él había refutado todos los argumentos de su mejor amigo. El doctor Kim JunMyeon era un hombre maduro, nunca se fijaría en un niño como él. Además, no sería ético de su parte, tener un amorío con el hijo de una paciente. No. Definitivamente no. Algo estaba mal en la mente de KyungSoo.

El teléfono de BaekHyun sonó en su bolsillo. Tenía un mensaje nuevo. El nombre es su pantalla era Dark. El desconocido se negaba a decirle su nombre, así que él lo bautizó con un sobrenombre en inglés. Después de todo, oscuridad era todo lo que él podía ver cuando estaban juntos. El tipo era un misterio, se rehusaba a darle cualquier información personal. Y KyungSoo solamente le dijo que era alto, luego de rogarle por horas, para que le dijera alguna característica del hombre. Era un dato inútil, porque BaekHyun ya sabía que era alto, puesto que siempre se agachaba para besarlo cuando entraba en la habitación. En su último encuentro, el hombre registró su número telefónico en el celular de BaekHyun, para hacer tratos directamente, sin necesidad de molestar a KyungSoo. Aunque, este último le advirtió a su amigo que no lo dejaría solo en el hotel. Esperaría por él afuera de la habitación, como siempre.

[Dark] Quiero verte esta noche.

[BaekHyun] No puedo. Tengo un compromiso.

[Dark] ¿Te acostarás con otro?

Diario de un observador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora