Mientras intentaba limpiarme esa mancha de batido... entró Kim.
-Señorita siento mucho lo que ha pasado, le traigo esta ropa limpia. -Le a gradezco que me haya traído ropa limpia pero me siento pegajosa... Ahora mismo estoy echa un aso.
-Muchas gracias Kim. -Me cambié mi vestido manchado por unos pantalones cortos lila y una camiseta blanca. Cuando salí, vi a Matías ayudando a Cyntia a limpiarse. Muy enfadada salí sin avisar. Fuera había tres taxis así que cogí uno para volver a casa.
-Buenos días mi niña, que pronto has venido, ¿Dónde está Matías? -Le di un fuerte abrazo, ahora mismo solo quiero tumbarme en mi cama y llorar...
-No quiero saber nada más de él, me voy a dormir. -Me despedí de ella y me fui a mi habitación. Cerré la puerta con llave y me tumbé en la cama.
No entiendo porque no me a defendido o ayudado a limpiarme... Si la prefiere a ella que se quede con ella, no quiero saber nada de él. Lo ocurrido dice mucho de él, prefiere creerse a esa manipuladora que a mi.
Poco a poco me fui quedando dormida...
POV Matías
-Matías fue sin querer, lo siento mucho. -Pobrecita, Camila le a tirado el cola cao.
-No te preocupes, ven que te ayudo a limpiarte eso. -Nos trajeron servilletas y la ayude a limpiarse. Después de acabar fui al baño ya que Camila no ha vuelto y se ha ido hace cuarto de hora, que raro. Al ir hacia el baño se me acercó Kim.
-Señorito Matías la señorita Camila ya se ha ido a casa. -¿Cómo se va a ir a casa si Luis esta aquí con nosotros?. No entiendo nada, enseguida cogí el móvil y la llamé. Después de diez llamadas ya me di por vencido y fuimos a casa, seguro que está ahí.
-Matías hijo, Camila se fue a su habitación llorando, ¿Qué ha pasado? -Después de contarla todo fui a ver que tal esta.
Intenté abrir la puerta de su habitación, pero la ha cerrado con llave. Después de dar varios golpes en la puerta decidí irme a la mía, no entiendo porque se ha enfadado.
POV Camila
Me desperté y vi que ya era de noche... Por lo visto e dormido bastante. La verdad es que no pienso bajar, no quiero verle, pero tengo hambre... Unos golpes en la puerta interrumpieron mis pensamientos.
-Camila por favor ábreme- -Ya está aquí el pesado... Para no escucharlo más puse la música a tope. Creo que ya se ha cansado y se habrá ido pero...
-¡BUM! -No se como, pero la puerta de mi habitación está tirada en el suelo. Ahí estaba Matías, nada más verle me fui corriendo al baño, pero en unos segundos Matías estaba acorralándome contra la pared.
-Señorita ahora me vas a escuchar si o si. -Ese susurro hizo que me estremeciese... Le odio tanto. Yo giré mi cabeza, no pienso hablarle. -O sea que no me quieres hablar, vale vale. -Me cogió en brazos el maldito.
-¡Suéltame o te dejo sin descendencia! -Él empezó a reírse así que empecé a darle patadas. Pero no me bajaba... Entramos en su habitación y cerro con llave. Me dejó en la cama y escondió la llave, será maldito....
-Bueno, ¿Me puedes contar que te pasa? -Le saqué mi precioso dedo y me giré mirando hacia la pared. -SI quieres jugar, pues juguemos entonces.
Se acercó a mi oído y me dijo que le encanta cuando me enfado porque estoy monísima. Iba a pegarle pero en cuestión de segundos él estaba encima de mi y agarrándome de cada mano.
-Camila, deja de hacerte la dura y háblame. -Le saque la lengua y el se acercó dándome un precioso beso que hace que me derrita, pero sigo enfadada con él.
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Raptada y vendida al mayor mafioso
RandomCamila Jones, joven de 19 años, de estatura media y un cabello castaño liso. Es muy lista y cursa segundo año de Educación Primaria, ama los niños. Su vida transcurría de manera normal hasta que... - ¡Suéltame! - No podía zafarme del agarre de este...