Capítulo 8

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Matías me dejó con cuidado sobre la tumbona y se fue con los chicos al agua, dejándome sola con las chicas...

-Bueno Camila y... ¿Qué eres para Matías? -Wow esta pregunta si que no me la esperaba. Por lo que veo Andrea es algo cotilla...

-Somos amigos. -Respondí con mucha tranquilidad, aunque por dentro quería morirme.

-Bueno si tú lo dices...Vámonos al agua. -Ambas se fueron dejándome tranquila. Estas chicas son un poco raras.

Todos se lo estaban pasando muy bien entre aguadillas, salpicarse, tirarse agua... Y yo aquí muerta de calor...

Después de un buen rato el primero en salir fue Matías... Tiene unos abdominales bien marcados, unos bíceps de miedo... Esta muy bueno por mucho que no lo quiero reconocer.

-Camila ¿No tienes calor?

-La verdad es que ahora iba a llamar a Abigail para... -No pude acabar mi frase porque ya estaba corriendo hacia mi para darme un abrazo ya que él estaba empapado... LO MATO.

-¡Matías! Te voy a arrancar hasta el último pelo de la cabeza tenlo claro. -Me dio un beso en la mejilla y se fue adentro. Cada día le entiendo menos la verdad...

-Señorita me llamo Matías ¿Qué ocurre? -Este chico es de lo que no hay... Abigail me quitó con cuidado mi vestido.

-Señorita la mesa ya esta puesta para que vayan a comer, ahora viene Matías a por usted. -Me acarició y se fue. Esta señora es como una madre, es perfecta. Mientras esperaba a Matías vinieron sus amigos y se sentaron en las demás tumbonas.

-Bueno Camila, nosotros somos amigos desde la infancia y los amigos de nuestro Mati también son nuestros amigos. Puedes contar con nosotros para cualquier cosa. -Los chicos se levantaron y me dieron un abrazo, en cambio las chicas se quedaron estancadas en su sitio.

-Gracias chicos, lo mismo digo. -Todos nos quedamos en un silencio bastante cómodo a pesar de que a las chicas creo que no les caigo bien.

-Chicos la mesa ya esta lista, ir yendo, Camila y yo ahora vamos. -Todos dijeron a la vez, si señor, y se fueron haciendo el idiota. Son muy majos.

-Matías... -Antes de decirle nada él se sentó a mi lado. Este chico cada vez me desconcentra más.

-Camila, ¿Qué te pasa?

-Creo que a tus amigas no les caigo bien... -Él se me quedo mirando sin decir nada...

-Ellas... son muy protectoras y se piensan que somos novios o algo así pero tu no te preocupes ya verás como esto se soluciona; ahora vamos a comer. -Se acercó y suavemente me cogió en brazos... Nuestras pieles se estaban rozando y esto provocaba que mi piel se erizara. Creo que me gusta demasiado, pero esta bobada se me tiene que ir de la cabeza, él no es para mí.

-Bueno chicos espero que os guste la lasaña. -Abigail nos sirvió a cada uno un trozo de esa estupenda lasaña, ella cocina muy bien.

-Camila, ¿Cómo es Mati en la intimidad? -Wow el comentario de Tony hizo que me sonrojase... que vergüenza... Matías en cuanto escuchó eso, le lanzó un trozo de pan.

Entre risas y más risas acabamos de comer y volvimos a la piscina. Todos se fueron al agua menos las chicas... son algo cansinas ya.

-Camila... nosotras te queríamos pedir perdón por como nos hemos comportado contigo, pues no te conocemos y ya te hemos juzgado. -Las dos con lágrimas en sus ojos me dieron un fuerte abrazo.

-Chicas no os preocupéis, ahora ir a pasarlo bien. -Las dos me dieron un beso en la mejilla y se fueron con los chicos. Vi como Lidia le decía algo a Matías y este enseguida se salió del agua y se acercó a mi.

-Camila lo siento de verdad, no me había dado cuenta. -Creo que no entiendo nada.

-Matías no entiendo que me quieres decir. -Se acercó a mi con un bote de crema solar. No no, ni loca me va a echar él la crema.

-Se me había olvidado echarte crema y ya estas como un tomatito. – Ay dios que vergüenza... Iba a echarme la crema, pero enseguida le detuve.

-Matías llamo mejor a Abigail no te preocupes.

-Te da vergüenza que yo te eche crema eh. -Empezó a mover las cejas descaradamente y yo me tapé la cara de la vergüenza. Él empezó a reírse. Me levantó y sentó más adelante para él poder sentarse detrás de mi. Creo que ahora mismo me quiero morir de la vergüenza... Los demás nos estaban mirando desde el agua con cara de tontos...

Empezó a echarme la crema suavemente. El roce de sus manos con mi piel la verdad me ponía nerviosa... Cuando acabó con mi espalda, me volvió a sentar donde antes y el se sentó enfrente.

-Matías ya vale, ya me echo yo crema en las piernas y abdomen. -Él enseguida negó con la cabeza y me guiñó un ojo. Sus movimientos entran lentos e intensos no se explicarlo bien. Cuando iba a mi abdomen le quite el bote de crema y ya me lo eche yo como pude con mi mano izquierda. Él empezó a reírse y se acercó a mi oído.

-No sabía que te pongo tan nerviosa. -Me dijo eso en un susurro y me dio un beso en la mejilla, después se fue al agua con los demás. Cada día le entiendo menos.

Después de una hora ya me cansé de estar tumbada asi que llamé a Luis para que me llevase a mi habitación.

-Luis muchas gracias, si Matías pregunta por mi ya sabes donde estoy. -Me quedé viendo una serie hasta que poco a poco me fui quedando dormida, la verdad solo son las cinco de la tarde pero estaba muy cansada.

POV Matías

Al rato de estar en el agua me di cuenta de que Camila ya no estaba ahí tumbada, esto es raro porque ella no puede levantarse así que llamé a Luis.

-Señor la señorita me llamó para que la llevase a su habitación. -Le señale que se fuese. Tal vez ella no se lo estaba pasando bien.

-Matías nosotros ya nos vamos, es tarde. -Los chicos recogieron sus cosas y se fueron. Le dije a Abigail que se fuese a casa, para recompensar mi cagada hoy haré yo la cena.

Primero subí a ducharme. Hoy cuando vi a Camila en bikini, casi me desmayo. Su cuerpo es perfecto, a pesar de ser delgada tiene los músculos bien tonificados...

Después de la ducha baje a preparar la cena. Hoy haré pizza casera y unas crepes con fruta y sirope de chocolate.

Después de casi dos horas al fin acabé de preparar todo. Limpié todo y fui a buscar a Camila.

Entré en su habitación y allí estaba ella tan mona dormida. Es tan guapa... La removí un poco hasta que ella despertó.

-Camila ya esta hecha la cena, vamos a cenar. -Ella asintió y estiró los brazos para que yo la cogiese. La verdad adoro cogerla, sentirla tan cerca de mi... Creo que me estoy volviendo loco.

Al llegar la deje sentada en la isleta.

-Wow ¿todo esto lo has preparado tú? -Ella se sorprendió mucho a ver todo, aunque la verdad no es para tanto.

-Si todo esto lo e preparado porque hoy en vez de estar contigo, te e abandonado. -Ella me miraba sorprendida, creo que no se lo esperaba.

-Matías no te preocupes por mi... si total, yo no puedo hacer nada. -Vi como alguna lágrima comenzó a resbalarse por sus mejillas. Dejé la pizza ya en los platos y me acerque para abrazarla. Ella comenzó a llorar más fuerte, me hunde verla así.

-Ya está preciosa, en un mes y medio podrás saltar, correr... pero por ahora yo te ayudaré, aquí me tienes no te preocupes por nada. -Le di un beso en la mejilla y seguimos abrazados hasta que ella dejó de llorar.

La cena nos la pasamos entre bromas y risas, la verdad es que me encanta pasar tiempo con ella.

-Venga vamos a dormir que ya es tarde. -Ella empezó a negar con la cabeza.

-Matías ve tú a dormir, yo me quedo viendo alguna película, ya e dormido mucho; además mañana es domingo. -No la voy a dejar sola, además tiene razón mañana es domingo y no hay que hacer nada.

-Me quedo contigo pero primero hay que curar ese vendaje. -La llevé al salón donde la senté con cuidado en el sofá cama. Yo fui arriba a por el botiquín para curarla y cambiarle el vendaje. Creo que esta noche va a ser genial y más estando a su lado.

Raptada y vendida al mayor mafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora