꧁CAPÍTULO 20꧂

273 40 0
                                    

Un aullido logró escucharse a la lejanía, SeokJin logró reconocer ese aullido, pero no pudo diferenciar si venía de norte o de sur, de este o de oeste.

Una rama se interpuso en su camino, y la caída le hizo soltar un quejido, su lobo interior volvió a aullar, pidiendo por algo de calor, hasta que un aroma volvió a nublar sus sentidos, acallando a su lobo cuando sus feromonas se expandieron, anunciando su ubicación.

A quien sea que fuese aquel alfa acercandose. El quería que su lobo dejara de llorar por algo de calor.

꧁༺N a m༻꧂

Recorrí por los alrededores, no podía escuchar nada.
Estaba a punto de darme por vencido hasta que escuche en unos pocos metros de mi ubicación unos leves quejidos de cachorro, si tenia suerte, seria el lobito.

Acercándome sigilosamente, entre unos arbustos logre notar una esponjosa colita. En mis labios se formo una sonrisa,  rápidamente me acerque y efectivamente era el lobito.

_ con que aquí estabas lobito, no es bueno que camines solo a esta hora_

En su condición, era mas que obvio que no podía hacer ningún esfuerzo, era tan indefenso y sumiso ante mi presencia. Lo subí a mis brazos, sosteniéndolo firmemente para que no tenga ni una mínima posibilidad de escapar.

_ volvamos pequeño..._

Finalmente logre traerlo nuevamente a mi cabaña, el clima comenzaba a descender, dejando paso a brisas heladas que consecutivamente resonaban en el exterior.

Colocando al pequeño sobre la cama, como antes.

_dormiras aquí esta noche asi que no intentes escapar..._

(Es molesto salir a media noche)




SeokJin se había abrazado a el alfa cuando este le había tomado en sus brazos, descubriendo que el olor fuerte a tierra de este le tranquilizaba.

Cuando fue puesto en la cama observo a el hombre más grande que el y con un movimiento que le tomó mucha fuerza logró colocarse sobre este, con sus mejillas casi explotando debido a lo rojas que estaban.

No podía creer lo que estaba a punto de hacer.

Comenzó a restregarse por todo el cuerpo de este, su nariz enterrándose en la curvatura de el cuello ajeno para luego moverse hacia la mejilla, cabello y luego pecho.

Impregnando en sí mismo el aroma de el alfa, haciendo que poco a poco aquel calor fuese disminuyendo, sin entender el porqué aquello le tranquilizaba. Como si fuese su primer alimento después de varios días.

Su consciencia estaba nula, esta entraba y salía en constancia, haciendo que de vez en cuando el lobo moviese su cola de pelaje blanco, inhalando, no, aspirando todo aquel olor.

Con sus hormonas relajándose.

Xx_Mi Lobito_xX [NamJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora