¡Concéntrate! [KV]

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La cena estaba servida y la familia de tres personas comían tranquilamente. Cada quien concentrado en su plato sin preocuparse por hablar. Jungkook levantó la vista hacia su padre. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo había visto.

El señor Jeon era un empresario bastante relevante en su empresa y por lo menos una vez cada dos meses se iba por distintas partes del mundo, viajes de negocios en resumen. El problema es que Jungkook había estado en la academia estudiando, por lo tanto no estaba en su casa cuando su padre estaba. Muy pocas eran las veces que se veían.

Y ahora eran mucho menos con esto de la nueva misión.

El policía no les había dicho los detalles de su caso, como por ejemplo que estaba trabajando solo, encubierto y con la ayuda de un hacker. Sus padres se preocuparían mucho.

__ ¿Cómo va el trabajo Kook? __ Preguntó el mayor alertando a su hijo el cuál tragó su comida para poder hablar.

__ Todo bien, como ya sabías no me fué del todo bien en ese último caso __ Comenzó a decir algo desanimado el primogénito __ Pero ahora me dieron una nueva misión y está yendo bien.

__ Nuestro Kookie está creciendo __ Habló orgullosa su madre.

El señor Jeon levantó una de sus cejas __ Que bueno ¿Y de qué va este caso?

__ Oh, eso. Estoy rastreando a un ladrón. Nada del otro mundo __ Comentó el castaño tratando de acabar el tema lo antes posible.

__ ¿Tú solo? Si no sabes nada de rastreo.

__ Me asignaron junto con otro chico de la comisaría. Por eso estuve investigando bastante __ Habló algo nervioso el menor.

__ Oh, ya me imagino __ Dijo con un tono de voz que dejaba mucho de que pensar, no parecía completamente convencido de lo que estaba diciendo su hijo __ Mucha suerte Kook.

Jungkook sonrió sin poder evitarlo, acababa de recibir palabras de aliento de su padre, eso no solía pasar seguido y le alegraba mucho recibir el apoyo de su familia.

Terminaron de cenar y la madre del castaño insistió en ordenar ella la cocina, el señor Jeon se fué a duchar y Jungkook ayudó un poco a su madre con el orden del comedor antes de ir a su cuarto.

Entró y se lanzó en la cama mientras tomaba su rostro algo estresado. No tenía ni la más mínima idea de cómo hacer lo que le había dicho Vante y no quería defraudarlo.

Ya la última vez había quedado como un niño sin experiencia, se había humillado al tratar de impresionarlo. Se sintió tan tonto e inservible en ese momento.

Sacó su teléfono viejo y entró a los mensajes de texto:

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•Vante•