Draco Malfoy acaba de perder a su esposa, Astoria Greengrass, dejándolo junto a un hijo de 13 años que estudia en Hogwarts. Él nunca pudo amar a la madre de su hijo, ya que ese había sido un matrimonio arreglado para mantener la pureza en la sangre...
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1ero de Febrero del 2020 12h00 Mansión Malfoy
Hoy era sábado, el día donde Draco y yo cumplimos 5 meses, estoy emocionada, él dijo que quería que nos viéramos en su casa a las 14h00.
Es tan lindo, cuando me levanté para ayudar en unas cosas a mi abuela Molly, puede ubicar en la puerta de la casa que había una caja enorme llena de rosas con una tarjeta que decia para mi princesa pelirroja.
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Me metí a bañar, me maquillé, me vestí con un romper blanco que lleva a mis tobillos, sin hombros, en la parte del pecho doblado y unos tacones negros.
Cuando dieron la hora indicada, me aparecí en la casa de mi hombre especial. Él estaba vestido con un traje que le quedaba increíble, él solo se me acercó y me abrazó dándome vueltas mientras que yo me reía.
-Un día de estos me vas a matar con tus atuendos, me vuelven loco.- acogió mi rostro y me besó apasionadamente. - Seguiría pero no quiero que se arruine tu sorpresa.-me besó la nariz y me llevó de la mano a la sala. Él cogió de la mesa unos paquetes de diversos tamaños. Primero eran dos pulseras que llevaban la fecha 1ero de Sepriembre y nuestras iniciales, una es para él y la otra para mi. El segundo era un collar fino con un dije en forma de corazón con un diamante en medio.-Amo ver tu sonrisa-me besó en los labios suavemente.
Yo saqué mis regalos, primero le di el primero que era un cuadro con una foto nuestra, donde él me está abrazando por detrás y me da un beso en la mejilla mientras que sonría a la cámara. El segundo era un reloj fino muy lindo.
Draco cogió mi Mano, me pusó una venda en los ojos y nos aparecimos, lo supe por el retorcijón en los intestinos. Me abrazó por atrás y empezamos a caminar hacia un lugar que no veía, después de un rato, me quitó la venda de los ojos y se pudo ver un yate muy lindo, el rubio me fue llevando hacia el interior, donde estaba todo decorado, muy hermoso, cerca del final de barco, había un picnic muy bien elaborado junto a Champán y un almuerzo que se veía muy delicioso. El Yate era conducido por un señor que Draco contrató para transportarnos, los dos nos sentamos a comer abrazados, mi hombre me daba besos cada ves que podía y se acurrucaba contra mí. Mi cuello era consentido por él, dejandome sin habla pero trataba de acordarme que estaba en conductor, aunque a una buena distancia igual no esta segura, cuando sus besos pasaron a mi clavícula, le detuvé con el dolor de mi alma.
