Draco Malfoy acaba de perder a su esposa, Astoria Greengrass, dejándolo junto a un hijo de 13 años que estudia en Hogwarts. Él nunca pudo amar a la madre de su hijo, ya que ese había sido un matrimonio arreglado para mantener la pureza en la sangre...
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Cuando me levanté, ya era de madrugada, Maddie ya se había ido, dejándome dormido y desnudo encima de mi mueble. Por dios, ni sabia su edad o apellido, ¿qué tal si tal solo tiene 17 años o algo así?
Aunque asumiendo que los estudiantes ya entraron a clases, así tal vez recién se graduó y yo me aproveche de una joven. Técnicamente, ella no estaba negando a estar conmigo, estaba disfrutando. Hubiera sido interesante que hubiera pasado conmigo la noche, debí llevarla a mi habitación y no solo dejarme llevar por la pasión.
Es tan linda, con su pelo rojo fuego y su bello rostro, mejor me saco esas ideas de la cabeza. Recién la conozco y dudo que la vuelva a ver.
Me paré del sillón, me dirigí a mi habitación, donde me volví a dormir hasta las 7am, ya que tenía que prepararme para el trabajo.
... 10 de la mañana y aún no puedo dejar de pensar en ella. Por lo menos, debo saber su apellido, tanta charla que tuvimos y ninguno preguntó la información básica. Aunque me dijo dónde trabajaba, tal vez podría ir a verla o preguntar por su apellido. ... A la finales si decidí ir al Profecta, en recepción pregunté por el nombre que me di la chica. -Buenos días, buscó a Madison.-pregunté frente al escritorio de recepción. -No sabría decirte quién es, hay más de una Madison en las oficinas, te dijo ¿en qué área se encuentra?
-Me dijo que era reportera. Sino la única por nombre, tal vez por físico. Ella es pelirroja, ojos café claro, esbelta, muy guapa. - indicaba mientras hacía señas con las manos para poder describirla.
-Creo que hablas de Madison Weasley-dijo ella, parándose de su silla, llevándome hacia el escritorio que estaba buscando, yo seguía en shock, no podía creer que se haya acostado con la familia que más odia, que fueron sus enemigos toda su adolescencia. - Ahi es- ella señaló a un escritorio que estaba a unos metros de distancia. En ella, estaba Maddie escribiendo en una computadora, creo que es eso, mientras leía información de unos documentos que estaban a lado suyo. Justamente a lado de esos papeles, había un gafete que decía Madison Weasley. -Gracias-dije aún en shock. -No hay problema- se fue hacia dónde estaba antes.
Apenas respondí a su pregunta, me pude dar cuenta que Maddie alzó la mirada y me vio ahí, quieto sin hacer. Ella se paró de su escritorio, y antes que pudiera llegar a mi, salió corriendo del Profeta para quedarme afuera, tratando de tranquilizarme. Creo que unos minutos después, una chica pelirroja salió del edificio, me vio y decidió caminar donde yo estaba.
-Draco- Ella trató de tocar mi hombro pero yo no la dejé.-¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?
-Tenia pensado invitarte a comer pero me di cuenta de algo, que no creo que quiera invitarte.
-¿Qué cosa?-preguntó poniéndose al frente mío con los brazos cruzados. Estaba guapísima, ella estaba utilizando una blusa roja sin hombros, una falta negra tubo con unos botones dorados que iban en línea vertical, medias negras hasta arriba y unos tacones negros, el pelo lo tenía suelto y los labios los tenía pintado de un rojo fuerte.Estaba embobado viéndola hasta que me volvió a llamar- ¿Draco? ¿Hay alguien ahí?¿Que te hizo cambiar de idea?
-Tu apellido-mencione, esperando su reacción.
-¿Qué tiene mi apellido? ¿No te gustan los Weasleys?-preguntó confundida.
-Honestamente tu familia y la mia han estado en una guerra constante desde hace años. Aún no entiendo como no lo sabes.-dije sentándome en una banca que estaba ahí.
-Yo recién vine a vivir aquí en Londres hace menos de dos años. Yo nací en Rumania porque mis papás trabajan allá, criando dragones. Si yo estudié toda mi vida en Hogwarts pero nunca me había quedado más de una o dos semanas.-dijo sentándose a lado mío en la banca.
-Segura que nunca te mencionaron a un Draco Malfoy-Ella asintió- Es por eso que no puedo salir contigo.
-A mi me parece super estúpido, no creen que ya es momento de que no se resuelvan las cosas.-dijo frustrada.
-además tengo un hijo de 15 años, llamado Scorpius. No se si se sienta cómodo que salga con alguno mayor a él por tres años.-me puse las manos en la cara frustrado, me fastidiaba que no pudiera salir con quien yo quisiera por todas esas ideologías que me plantearon mi familia.- y mi familia
-Tengo 20 años, no 18,por quieres saber. Si conozco a tu hijo.-Yo la miré- Él es mejor amigo de mi primo, Albus. Varias veces he hablado con él y si nos llevamos. Uno por lo de tu hijo, yo no tengo problema- mencionó cogiendo mi mano- segundo, solo debería importarte lo que pienses tú. Nadie más que tú. Porque ellos pueden aconsejarte pero no decidir por ti.-se paro de la banca que estábamos sentados.-Ya debo regresar a mi escritorio, no quiero que mi tía Ginny me venga a buscar.
Antes que ella se fuera, la cogi del brazo y la besé en los labios, estaba sorprendida pero luego de unos segundos, me siguió el beso. Mientras nos besábamos, pensaba que esto no se siente que estuviera mal, a diferencia de como era con Astoria. Nos separamos cuando nuestros pulmones gritaban por oxígeno.
-Creí que no querías salir con alguien que era Weasley.-comentó con la voz agitada por recién recuperar el aire.
-Cuando te besó, no se siente como si fuera algo malo, sino increíble como si no quisiera separarme.-le comenté poniendo mi mano en su mejilla.-Y si quisiera por lo menos, intentarlo pero sin que nadie lo sepa. Al menos hasta que nos sintamos seguros de que es hora de hacerlo.-Ella asintió con la cabeza, para luego besarme rápido en los labios de nuevo.- ¿Qué tal si hoy en la noche salimos a comer algún lado como una cita?
-Me encantaría-dijo besando mi mejilla-¿ a qué lugar iríamos sin que nos descubran?
-Ni idea tengo que pensarlo.-dije riendo, para luego ella unirse.
-¿Podríamos ir a un restaurante Muggle qué hay cerca del cerca de la entrada al callejón Diagón?- dijo agarrando mis manos.
-Yo nunca voy al Mundo Muggle-dije besando sus manos.
-Solo será un rato además nadie nos verá.
-Está bien. A las 8pm nos encontramos en la entrada del Caldero Chorreante.-asintió. -Para mi está bien.Ahora me tengo que ir-dijo besando mis labios una última vez.- te deje toda manchada la boca con labial.-dijo sonriendo. Ayudarme a limpiarme con un papel que tenía en el bolsillo. Ahora si adiós.-ella se alejó de mi y en la puerta del edificio, se despido con la mano.