Heavenly Desire (camren)

Capítulo 29 (parte 2)

—Piedra papel o tijeras, ¡uno, dos y tres! —Exclamé antes de sacar detrás de mi espalda mi mano en forma de tijera, miré a Lauren y ella había sacado el puño. ¿Era en serio?—¡No puede ser! —Escuché su risa y sentí como con su puño aplastó mi intento de tijera.

—Vamos, todavía te queda una oportunidad. Piedra, papel o tijeras, ¡uno, dos y tres! —Exclamó y saqué rápidamente de mi espalda mi puño simulando una piedra.

—¡Dios mío no puede ser estás haciendo trampa de alguna manera! —Me quejé cuando observé su palma completamente extendida formando un papel. La escuché reír nuevamente y mis cejas se entallaron—¡No es justo!

—Mejor suerte para la próxima Camz. —Ella me dijo entre risas mientras yo me dirigía a la cocina, todo para nada, siempre me tocaría hacer la cena—De igual manera, eres la que mejor cocina. —Ella dijo encogiéndose de hombros y yo volteé los ojos. Sentí como se paró al lado mío y se sentó encima de la encimera para estar al lado mío. A Lauren le gustaba mirarme, aunque hiciera cualquier cosa.

—Tus macarrones con queso son lo máximo Lauren. —Le dije provocando que se riese—Que no me los quieras hacer es otra cosa. —Le dije mientras me encogía de hombros. Ella suspiró.

—Es que hago muchas cosas en un día Camz. —Ella contestó colocando una cara de cansancio y realmente era así, últimamente Lauren se encargaba de todo en la casa pues, Michael pasaba mucho tiempo fuera, se había corrido en El Eden un rumor relacionado a Drogas así que el estaba muy alerta con eso.

Eso nos dejaba a una Lauren encargándose de su casa, los negocios y sus estudios y de mi... luego de la última discusión que tuvimos, al reconciliarnos estábamos más juntas que nunca, me buscaba y me llevaba todos los días al cole, salíamos más e incluso delante de mi papá no me detenía de tratarla, el lo sabía aunque no le gustaba y se callara poco a poco iba soltando, delante de mi madre trataba de evitarlo a toda costa, ella si está loca y no olvido el día que se acercó al raudal porque nos siguió hasta allí, ella si podía hacernos mal y yo lo sabía. Todavía faltaba un poco para mi graduación así que no quería empujar todo al vacío aún, sabía que lo mejor que podía hacer es ser paciente.

—Lo sé mi amor. —Le dije y me coloqué entre sus piernas para recostar mi cabeza de su pecho.

Había empezado desde hace algún tiempo a decirle todo lo que sentía, a decirle "mi amor" o "amor" ese tipo de cosas cursis porque realmente me nacía, ella se sonrojaba y no me decía nada o me besaba y abrazaba pero trataba de hacerse la loca e ignorarlo, ella no me dice apodos así, no me dice nada de vuelta. Tengo la esperanza de que sea porque no puede expresarse, me da miedo el tan solo pensar de que simplemente no lo hace porque no lo siente o no lo quiere.

Lauren puso sus manos al rededor de mi cintura y se agachó un poco para darme un suave beso en los labios seguido de uno en mi frente, le sonreí suavemente para luego volver a la cocina a terminar la cena de hoy. Entre algunas otras noticias, mi madre había dicho esta mañana que pasaría la tarde con unas amigas, me había estado poniendo a pensar y me di cuenta que quizás desde hace mucho cada vez que decía que iría con amigas estaba con ese hombre, sabía que era así, nadie me lo quitaba de la cabeza.

—Hija, ya estoy en casa. —Escuché la voz de mi padre y Lauren y yo nos miramos fijamente.

La mayor se bajó rápidamente de la encimera y yo fingí estar concentrada en la comida.

—Hola Señor Cabello. —La ojiverde saludó como siempre.

—Hola Lauren, dios te bendiga. —Mi padre le contestó una voz amable aunque yo sabía que era algo forzada.

—Bendición Padre. —Lo saludé y sentí como de acercó a besarme la mejilla—Si quieres ve a cambiarte, la cena estará lista en unos minutos. —Le dije y lo vi asentir.