Mi espalda se separó del frío suelo y empecé a soltar toda el agua que había tragado mientras sentía los brazos de Lauren arropandome, me di cuenta de que estaba en ropa interior y podía escuchar a Lauren susurrando unas cosas en mis oídos, la sentía acariciarme y besarme la cabeza a cada momento, poco a poco deje de sentirme aturdida y todo comenzó a tomar sentido.
—Por el amor de Dios Camz, no me vuelvas a asustar así. —La escuchaba con la voz rota y subí mi cabeza para mirarla con los ojos cristalinos.
Ella se encontraba igualmente en ropa interior, había encendido una chimenea y habían un montón de frazadas al rededor fue cuando me di cuenta de que esa amargada ojiverde se había lanzado a esa agua congelada por mi.
—Te quiero Lolo, te quiero mucho. —comencé a llorar mientras temblorosa me acercaba para abrazarla con fuerzas—tienes que creerme.—Susurré mientras me escondía en su cuello y la sentí asentir.
—Yo te creo, camz. —Ella me contestó antes de tomarme de las mejillas y hacer que la mirara.
—Perdóname Lauren Jauregui. Fui una estúpida y una cobarde, todo este tiempo lo que hice fue extrañarte, no puedo estar sin ti.
—Basta Camz, no pienses en eso. Estuve a punto de perderte y créeme que eso es lo que menos me importa. —Mi corazón latió desenfrenado yo le importaba demasiado y ya prácticamente podía decir que de verdad me había perdonado. Eso solo me hizo darme cuenta de que por fin estaba con ella y estaba en sus brazos, a pesar de que casi me congelo el trasero y me ahogo, estaba con ella nuevamente y podía sentir como cobraba vida de nuevo.
—Arriesgaste tu vida por mi Lauren. Te arriesgaste a morirte de hipotermia por mi. —Le susurré entre lágrimas y la vi reír con sus ojos más brillantes que nunca.
Ella se acercó para tomar la mejor de las frazadas y la colocó encima de mis hombros y los suyos mientras pegaba su cuerpo contra el mío lo más que pudiese, sabía que eso ayudaba a que disminuyera la temperatura en los cuerpos pero para mi significaba demasiado.
—Perderte no es ninguna opción para mi, Camz. —Ella susurró y volvió a abrazarme.
—Te quiero Lo, te adoro. Demasiado. —Susurré mientras titiritaba. Ella acercó sus labios a mi frente haciéndome suspirar.
—Yo también te quiero Camila, ¿Tienes mucho frío? —Me preguntó antes de abrazarme con muchas fuerzas. Sabía que mis mejillas estaban muy rojas y no solo era por el frío, pero aún así asentí suavemente.
—Estarás bien, te lo prometo. —Me aseguró y yo le sonreí, Lauren Jauregui era un Ángel. Nuevas lagrimas se asomaron y corrieron por mis mejillas pero estas eran de calma, por fin estaba completa.
—No llores preciosa. —Susurró muy cerca de mi boca.
—Vi mi vida por delante te lo juro. —Dije aún temblando—Te eche mucho de menos. —Le dije observando como una suave sonrisa se creaba en sus labios y yo sabía que este era el momento indicado.
Me arriesgaré a todo.
Sabía que a partir de ahora haría lo que fuera por esta mujer, por eso no dudé de mi corazón cuando me dijo que aquel era el momento de juntar sus labios con los míos, y eso fue lo que hice. Levanté mi mano hacia su mejilla y empuje suavemente su cara a la mía, ella me correspondió y no tenía idea de lo mucho que había extrañado aquellos suaves labios, aquel sabor que en un mes entero no había podido olvidar, mi desesperación era tanta que mi reacción fue profundizar el beso de una vez por todas haciéndolo más apasionado. Sus labios se movían junto a los míos como si tuvieran años de experiencia el uno con el otro y de repente sentía como todos los bruscos besos de Shawn habían sido borrados por una persona que yo de verdad quería y querer me hacía sentir más viva que nunca.
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Heavenly Desire (camren)
RomanceEn un lugar conocido como el Edén de los nuevos tiempos había nacido Camila, a quien su familia le había enseñado a amar a Dios sobre todas las cosas. ¿Que pasa cuando conozca a Lauren Jauregui?