Desperté cuando mi alarma comenzó a sonar esa mañana, debía arreglarme para un día más de instituto. Esta noche como cada una sin falta había soñado con ella nuevamente y la verdad era que ya estaba acostumbrándome a ello, se estaba volviendo algo importante para mi verla en mis sueños y sabía que cada vez esta obsesión se hacía más grande pero no había nada que pudiera hacer.
Bajé las escaleras ese día encontrándome con la habitual escena familiar, me acerqué para saludar a mis padres y con una sonrisa me senté junto a mi padre.
—¿Como amaneces el día de hoy, mija?—Me preguntó mientras dejaba la biblia a un lado. Yo comencé a desayunar.
—Muy bien, gracias a Dios papá. ¿Y tu?— le pregunté y el sonrió hasta que se quedó observando algo específico en mi cuello.
—Camila, ¿qué es esa marca que tienes en el cuello? —Me preguntó ya no pude evitar quedarme en shock.
¿A caso Lauren me había marcado?
—Oh... Los hermanos de Dinah son mi traviesos ¿recuerdas? —Le dije y por su mirada parecía convencido— Seth me mordió ayer en la tarde.
—Bueno hija, parece que tendré que decirle a mi querido amigo que debe educar más a sus hijos. —Me dijo y yo asentí suavemente pero podía ver a mi madre mirándome fijamente, parecía que alguien no se había tragado el cuento por completo y eso me asustaba.
—Es probable padre, no sabía que me había dejado una marca. —Le dije acercándome para darle un beso en la mejilla—Debo irme.
—Si mija, que Dios te bendiga. Recuerda estar acá temprano, en la noche hay misa. —Asentí suavemente y me despedí.
Al salir sabía que no era Dinah quien me esperaba afuera esta vez, era Lauren quien se había ofrecido a llevarme al instituto esa mañana, lo primero que hice fue sacar mi celular y colocar la cámara frontal para observar aquella marca de la que mi padre me hablaba y ahí estaba. Al subirme al auto fui recibida por la hermosa y recién despierta sonrisa de mi amiga o ¿debería llamarla así? Obvio, eramos amigas pero–
—Lauren, ¿qué es esto?—Le dije moviendo la cabeza a un lado para que observara la marca la cual miro con impresión.
—Wow,—dijo antes de comenzar a reír—no me di cuenta de que me excedía Camz, lo siento.
—¿Si? Pues mi padre acaba de interrogarme por eso. —Le dije y su sonrisa se quitó.
—¿Que le has dicho?—Me dijo y ahora parecía nerviosa.
—Le inventé que había sido el hermano de Dinah. —Le contesté y su mirada parecía aliviada.
—Tranquila, eso está bien, Camz.
—Lauren, no tenía porque mentir, ¿verdad? Solo, solo estábamos jugando. —Ella me miró por unos segundos y luego volvió su vista al camino.
—Lo sé. —Me contestó antes de cruzar hacia mi instituto—¿Nos veremos al salir? Creo que el capitulo del día de hoy te gustará. —Dijo con una sonrisa misteriosa y había notado como había cambiado el tema.
—Seguro que si, Laur. —Dije acercandome a dar un beso en su mejilla.
Estaba a punto de bajarme de su auto pero sentí como me detuvo con su mano atrayendome a su pecho en un abrazo que debido a que estábamos en un auto podría sentirse un poco incómodo, pero al estar en sus brazos se sentía como el mejor abrazo del mundo.
—Me encantan esos ataques cariñosos que te dan, Lauren. —Le confesé apretandome más a ella.
—Podría hacerlo más a menudo, si de verdad pasamos a la segunda base. —Jugo conmigo antes de colocarme un beso en la frente y la verdad era que esto se sentía tan bien que no parecía algo malo, no parecía un pecado, no parecía que por esto me pudieran mandar al infierno, se sentía como si así debería ser y eso me confundía demasiado. ¿Como es que algo tan malo podría sentirse tan bien?
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Heavenly Desire (camren)
RomanceEn un lugar conocido como el Edén de los nuevos tiempos había nacido Camila, a quien su familia le había enseñado a amar a Dios sobre todas las cosas. ¿Que pasa cuando conozca a Lauren Jauregui?