Capitulo 38

3.1K 220 121
                                    

Luego de aproximadamente tres horas arreglando a papá entre lagrimas y sollozos, tuve que salir pues, se acercaba la hora para sacarlo y sabía que no querría despegarme de él, dolía demasiado, definitivamente la muerte de mi padre me había matado a mi también de cierta manera.

Cuando salí, revisé mi teléfono y me di cuenta de que tenía varios mensajes y llamadas de Lauren, lo que vi me impactó.

" Bebé fui a comprar el almuerzo.
Tienes que tratar de comer algo.
Te amo. "

" Amor a tu madre se la han llevado,
quedé aquí con Sofía está desconsolada,
No se que decir ni como actuar. "

" Camz, se qué estás pasando por el
peor momento de tu vida,
Sé que parece que todo va de mal
en peor, pero tengo que decírtelo.
Debes de ser fuerte mi vida,
por ti y por Alejandro.
Lo que está pasando no son buenas
noticias, Mila. "

Mi corazón se aceleró y algo dentro de mi lo supo, algo dentro de mi terminó de partirse por completo, mientras sentía que mis piernas temblaban y veía mi vida pasar.

—Lauren... —Alcé un poco la voz llamando la atención de algunas personas al rededor, sentí que me mareaba —¡Lauren! —Exclamé más alto y comencé a caminar con dirección afuera mientras la llamaba por teléfono.

No me contestaba, llamaba y llamaba, pero nada, las lagrimas salían por mis mejillas cuando estuve en un callejón y me sostuve de la pared, mis manos temblaban, ¿era esto lo que se sentía realizar que la mujer que te dio la vida le había quitado la vida a tu padre, su esposo?

¿De verdad era cierto?

Mi cabeza daba vueltas, yo sabía que ella había cambiado muchísimo a lo largo del tiempo y que no era la misma, que se había vuelto un poco mala, ¿pero tanto así como para llegar a ese punto? ¿de verdad había sido ella? ¿Pero quién más habría sido? Mi padre no podía suicidarse, ¿o si?

Las lágrimas corrían por mis mejillas, salí del callejón y me acerqué nuevamente a donde estaba decidida a esperar a Lauren y relajarme un poco sentada, pero todos mis vellos se colocaron de punta cuando escuché un extraño sonido de algo apretarse y cuando volteé y escuché aquella voz, sentí que mi destino era irme con mi padre.

—Henry...—Dije casi en un hilo de voz cuando observe al hombre con su mirada oscura encima de mi mientras me apuntaba fijamente con un arma.

—Le expliqué a Sinuhe perfectamente cuánta cantidad necesitaba para que te fueras de este mundo junto al malnacido de tu padre pero lastimosamente la receta no alcanzo, así que estoy aquí para terminar lo que ella empezó. —Dijo con la voz más despiadada del mundo y yo solo podía mirarlo sin poder moverme.

Por primera vez lo tenía cara a cara en frente de mi, el hombre que arruinó a mi familia, aquel moreno de ojos negros y cabello largo cogido en una coleta, una barba de semanas y definitivamente, un monstruo.

—Ya has logrado lo que querías, ¿por qué a mi? ¿No han causado demasiado daño? —Dije temblorosamente y lo vi entallar aún más sus cejas.

—Porque por tu culpa maldita perra se han llevado a mi mujer y ahora vienen por mi, porque eres una maldita bocazas a parte de lesbiana y que te den una lección no es suficiente para ti. —Dijo mirandome con asco haciendome temblar, no podía creer que nadie se encontrara cerca en ese momento, no quería irme de aquí, no podía, aún tenía mucho por vivir—Eres un desperdicio de mujer, podía haberte cogido junto a tu madre, pero ella era el amor de mi vida y no le haría eso, además de que eres una maldita lesbiana, solo por ahora, ya no más.

—¡PAPÁ NO! —Escuché la voz de una niña gritar y cuando volteé sentí un pequeño cuerpo abrazarme fuertemente, era esa niña, Sofía—No lo hagas papi, por favor, no la mates. —Le pidió entre lagrimas y observe los ojos de Henry colocarse cristalinos y suavizarse por completo, yo solo seguía temblando, pero el no bajaba el arma.

Heavenly Desire (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora