Heavenly Desire (camren)

Capítulo 34

PUNTO DE VISTA DE LAUREN

Mis manos temblaban, realmente lo hacían más que nunca. Camila definitivamente estaba loca, ¿cómo se le ocurría hacerme ir por ella junto a su padre? Totalmente solos, esa idea no era para nada agradable, no era que le tuviera miedo al señor Cabello, bueno si le tenía ¡y demasiado! Primero, era el padre de la iglesia, segundo, estuvo en contra de nosotras y tercero ¡era cristiano! No es como si el cristianismo viera muy bien este tipo de cosa que tengo con su hija, a pesar de que sabía que lo había aceptado tenía miedo que me dijera algo feo pues por dentro soy sensible y no soportaría que quisiera alejarme de su hija, ya la amaba demasiado como para tener que dejarla ir.

Como sea, me estaba dando los últimos retoques en el cabello cuando escuché el timbre de la casa sonar, tomé las llaves de mi camioneta y bajé rápidamente, ese tenía que ser Alejandro pues no esperaba a nadie más y sabía que mi padre no estaría para abrir pues estaba en la comisaría. Cuando abrí la puerta ahí estaba de pie Alejandro Cabello, tenía puesta ropa normal esta vez y olía a un perfume agradable.

-Hola Lauren. -Me saludó amablemente y yo le di una sonrisa muy suave, aunque por dentro estaba temblando.

-Buenas tardes Alejandro. ¿Nos vamos? -Le pregunté tratando de apurarme lo más que podía.

-Usted manda. -Me contestó el de forma chistosa y ambos nos digamos a mi auto el que abrí invitándolo a pasar. El me dio una sonrisa y se subió en el asiento del copiloto.

Yo me acerqué a la parte del conductor y encendí el auto colocando música suave casi inmediatamente para después arrancar tomando una dirección fuera del Edén.

-El restaurante no está lejos de la entrada a la ciudad, es bastante cerca tu conduce hasta salir del Edén y luego empiezo a darte indicaciones. -El me explicó y yo asentí.

-Prefecto Alejandro. No hay problema. -Le contesté y observé de reojo como me dio una sonrisa.

Nos quedamos en silencio y luego lo escuché suspirar, traté de relajarme concentrándome en el camino pero sus ojos sobre mi me tenían bastante nerviosa.

-Lauren, ¿puedo decirte algo? -Escuché que me decía y apreté mis manos en el volante.

-¿Si? -Le contesté sin poder evitar que mi voz temblará un poco.

-Lauren quiero disculparme por haber sido tan ignorante con respecto a Mila y tú. -El comenzó a hablar y apreté mis manos aún más mientras soltaba una gran cantidad de aire por mis labios.

No podía creerlo, todo este tiempo esperaba lo peor, realmente me sorprendió y creo que entendí a Camila cuando me decía que sentía que su pecho se sentía liberado, pues la presión se había ido e incluso sentía mis hombros descansados.

-¿Tú realmente la amas no es así? -Me preguntó con una voz suave.

-De verdad Alejandro. Camila, cuando la conocí pensé que todo sería un jueguito y ya pues siempre supe quien era ella y traté de no cruzar la raya me alejé cuando me lo pidió pero no pude evitar regresar. -Le confesé encogiendome un poco de los hombros y sonreí levemente.

-Ella es como mi debilidad. -Continué-Haría todo lo que ella quisiera solo por verla sonreír, todo lo que quiero es estar a su lado incondicionalmente y darle todo lo que no he podido por estar a escondidas. Téngalo por seguro Señor Cabello, ella conmigo será feliz, si ella quiere estar conmigo yo no la voy a apartar de mi. -Admití para luego tragar saliva.

-Lauren yo no creo que últimamente fui el mejor padre para Camila, me dejé llevar mucho por lo que decían las otras personas e ignoré lo que mi hija quería, pero ya no es así, ¿ok? Yo solo quiero que ella sea feliz y lamento todo lo que complique su relación. -Me dijo haciendo que voltear para mirarlo con una suave sonrisa de ojos cristalinos.