Capítulo 10.

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Despierto bajo un gran manto negro de brillante decoración. Sigo bastante cansado, pocas fuerzas me quedan, lo que más me apetece es volver a dormirme, pero primero, lo mejor será que vayamos a la cama.

Me levanto poco a poco, cojo la ropa tirada en el suelo y los condones usados que han quedado a un lado y los llevo dentro; lo primero a lavar y lo segundo a la basura. Aprovecho para beber un poco de agua. Al volver al jardín, me da pena tener que despertarla, pero hay que ir para arriba.

- Fallon - susurro - Fallon, venga, hay que ir a la cama - continúo.

Pero no hay manera. No realiza ni el más mínimo movimiento, si no fuera porque respira y se acurruca cada vez más, diría que está en coma o algo de esto. Jamás la había visto dormir tan profundamente.

Al final, me rindo. La cojo en brazos y la llevo hasta la habitación. Una vez en la cama, en cuanto toca el colchón, actúa por instinto y se tapa con todas las mantas. Si es que no me extraña. Entre la borrachera de ayer noche y coger frío hoy, raro será si vuelve a casa sin ningún resfriado.

Cuando yo toco el colchón, poco me falta para quedarme dormido sin siquiera taparme y es que este me gana y ni el frío llego a sentir. Los dos nos encontramos juntos entre los brazos de Morfeo y, sin saberlo, nos abrazamos dándonos el calor que necesitamos para seguir.





Cuando despierto, Fallon sigue entre mis brazos. Está despierta, me besa el pecho y yo aguanto la risa por las cosquillas.

- Buenos días - susurra - Gracias por traerme a la cama, debía estar congelada.

- Te vi al borde de coger una gripe, la verdad. Si vuelves sana a España, empezaré a creer en los milagros.

Sonríe.

- Idiota.

Sonrío con ella.

- Buenos días, Fallon - me inclino hacia delante y le doy un corto beso en los labios.

Nos movemos un poco, quedo bocarriba con ella apoyada en mi pecho y mi brazo rodeándola para mantenerla lo más cerca posible.

- Lo de ayer fue increíble, Niall. La fiesta removió muchísimos sentimientos, me sentí increíble entre todas aquellas fans. ¡Y eso que yo soy una de ellas! Me sentí muy feliz y muy orgullosa por ti.

Mi corazón se ensancha, siento muchísima calidez. Ella piensa que yo soy maravilloso y no se da cuenta de que, en esta relación, ella se quedó con el papel.

- Te quiero muchísimo, Fallon. No te lo digo lo suficiente.

Su sonrisa es cada vez más amplia.

- Me lo dices todos los días, Niall - rueda los ojos, como queriendo quitarle importancia, aunque sé que ella se siente exactamente igual que yo ahora - Te amo, mi amor.

Llevamos un año y medio, casi dos años y ¡míranos! Creo que...

- Oye, he estado pensando que, tal vez, ya que con mis amigos fue tan bien, podrías conocer a mis padres.

- ¿¡A tus padres!?

Se levanta de un salto. Se queda sentada a mi lado. Me mira impresionada. En su rostro adivino ilusión y pánico al mismo tiempo. Está analizando mis palabras, mi expresión. Y pasan unos segundos hasta que suaviza el rostro, sonríe segura y responde.

- Acepto. Siempre y cuando pueda hablarle a mi hermano de ti. Solo a él. 

Me la quedo mirando. Estaba muy nervioso. Nada más pronunciar esas palabras, me he alegrado y arrepentido a la vez, no sabía cómo lo habría recibido ella. Desde luego, eso no lo esperaba.

- Niall, tú tienes a siete amigos, un chófer, un primo y ahora unos padres con los que poder hablar de mí. Yo solo te estoy pidiendo que me dejes contárselo a mi hermano.

- Tienes razón, me parece bien. En España, sé que pasas con él mucho tiempo, así que es lo justo. Él ya está casado me dijiste, ¿verdad?

- Sí, con Irene. Y van a tener un bebé juntos. Son más monos. Llevan ocho años juntos, dos casados y son de ensueño, en serio.

- ¿Te llevas bien con ella? Sí, ¿no?

- ¡Claro! Es como si fuera otra de mis hermanas. La quiero mucho. De hecho, en España, no es que pase mucho tiempo con Hugo, es que vivo con él e Irene, así que imagínate. 

- Y, ¿por qué no se lo cuentas a ambos? Vives con ellos, ¿no? ¡Pues que los dos lo sepan! Así, a lo mejor, puedo venir un día a verte y tendré una habitación en la que dormir.

- Es una cama individual - replica, aunque sus ojos brillan como nunca.

- Pues bien pegaditos.

Reímos.



Tengo un par de entrevistas y sesiones de fotos que cumplir, así que, simplemente desaparezco. Después de desayunar, me visto rápido y salgo por la puerta. Fallon siempre se queda con ganas de visitar más de Los Angeles, así que doy por hecho que será lo que aproveche para hacer. Nunca lo hace conmigo, por precaución.

Estoy un poco cansado. Nuestra relación se basa en comer juntos, ver la televisión, nadar en la piscina, tomar el sol, follar o simplemente estar en la misma sala. ¡Pero no hacemos nada más! Llevarla ayer a esa fiesta fue una novedad y ni siquiera fue algo que hiciéramos juntos. Sinceramente, disfrutaría mucho más ir de compras juntos, salir a comer fuera, desayunar en algún bar o salir a bailar alguna noche, ir a la playa juntos, ir a festivales de música y tenerla en la zona VIP en mis conciertos, ir juntos a otros conciertos, poder enseñarle las ciudades que tanto amo, llevarla conmigo de gira, hacer sesiones de fotos juntos... ¡¡¡Joder!!! Es que hay tantísimas cosas en la lista. Tantas cosas que querría poder hacer con ella. Tantas cosas que hacen las parejas normales y que nosotros nos estamos perdiendo.

Creo que, con Fallon, estoy haciendo las cosas peor que nunca. Sí, somos felices cuando pasamos un par de días juntos, pero en cuanto esto se alarga más de dos semanas, nos cansamos de la compañía del otro. Porque la rutina es tan grande que ya nada nos sorprende. Y esto es mi culpa. Si esta relación se rompe, sin duda, será mi culpa.

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