Nuestra historia.

Capítulo 13.

No entiendo nada. Todo el mundo ha recibido muy bien a Fallon, cosa que agradezco. Enseguida se han interesado por nuestros anécdotas juntos y ha sido muy divertido compartirlo, pero ha sido decirles cuánto hace que nos conocemos y todo ha parecido cambiar. Yo he dejado de ser lo importante y la plena defensa ha ido para Fallon como si ella fuera la parte más indefensa de la pareja. Ella siempre ha dominado la situación mucho más que yo y eso es lo que siempre he admirado de ella; que ella, sin ser de este mundo, pudiera llevarlo tan bien. Y ahora mi familia se hace Team Fallon en una batalla de la que ni siquiera conocía existencia.

A lo mejor no tendría que esperar a irnos a Londres para proponerle a Fallon lo de la gira. Mi familia tiene que ver que no la tengo encerrada en una bola de cristal, que no quiero dejarla sola en un mundo incierto, que yo soy el primero que quiero ser libre junto a ella.

El paseo se me hace corto a pesar de durar horas. Se me pasan muchísimas cosas por la cabeza, acaba doliéndome a horrores, pero es que no llego a entender la situación. Si tan injusto fuera esto, Fallon me habría dicho algo, ella siempre dice lo que piensa.

A lo mejor mis padres han malinterpretado que hoy mi novia esté tan rara como si no estuviera de acuerdo con la situación, pero ella misma ha explicado que este fue el camino más viable que vimos ambos. No puedo comprenderlo, de verdad que no.

Cuando llego a casa, oigo mucho jaleo en el salón y ahí me dirijo. Enseguida veo a Theo, Greg, Denise y Fallon jugando al Twister  mientras mi padre y madrastra van dando las órdenes y mi madre da ánimos al que le toca turno.

- Hola a todos - saludo tímido, pues parece que nadie se ha percatado de mi presencia.

- Hola - responden todos como robots programados a la misma hora.

- Niall, únete, ¡vamos! - dice Fallon al borde de la caída y en mitad de un ataque de risa.

- No, gracias. Me encuentro un poco mal, creo que voy a tomarme algo y a sentarme.

- ¿Necesitas algo?

- No, gracias - sonrío.

Cuando me siento junto a mi madre, me acerca a ella y abrazándome, me da un beso en la sien. Me da su apoyo en silencio, me concede su amor y yo me siento como un niño pequeño en los necesitados brazos de su mamá.

Los veo jugar durante un buen rato más, riendo juntos, comentando, siendo uno. Creo que es en ese momento en el que me doy cuenta de todo lo que me he perdido durante este año y medio. Fallon ha tardado menos de cuatro horas en formar parte de la familia Horan, en lograr su confianza, en tener su cariño y ser considerada una más. Y yo he tardado tantísimo en hacerlo, que me lo he estado perdiendo durante meses. ¡Y la de anécdotas que podrían haber compartido!

Mi padre es el que se encarga de preparar la cena. No suelen quedarse tanto tiempo, pero la llegada de Fallon ha sido una ocasión lo suficientemente especial. 

Mientras mi padre cocina, Fallon se va con mi hermano y cuñada para jugar con Theo y mi madre y madrastra comienzan a comentar cosas de las que pocas quiero saber. Yo me voy a mi habitación a estar un rato con el móvil, aprovechando así para preguntarle a Fletcher qué le parece la idea de la gira.

Fallon y Greg se están encargando de poner la mesa cuando yo llego a la cocina. Lo cierto es que todo tiene un pinta excelente. Todos nos sentamos, nos miramos los unos a los otros, pero, antes de comer, decido hablar. Mejor soltar la bomba ahora que esperar después de comer.

- Familia, ahora que estamos todos juntos, me gustaría pedirle algo a Fallon.

Mis padres alzan la ceja y mi novia, nerviosa como ella sola, se aleja un poco con la silla y me mira.

- No me vayas a pedir matrimonio, Horan, porque soy muy joven y no llevamos tanto tiempo - bromea, aunque se nota bastante que va muy en serio.

- ¿Qué? No, no es eso - digo acercándome - Quería preguntarte si te apetece acompañarme en la gira. A lo mejor no desde el primer momento, que te pillará en mitad del curso, pero a lo mejor a partir de junio - planteo con una ilusión inmensa, con mil mariposas revoloteando en mi estómago.

- ¿Me estás tomando el pelo? - se la ve enfadada, se cruza de brazos y se aleja todavía más - Niall, no puedes estar hablando en serio.

- ¿Qué pasa?

- Pero, ¿tú has visto cómo lo hemos hecho para venir aquí? Me has hecho coger un vuelo que salía una hora después del tuyo para que la gente no pensara que estamos juntos por coger el mismo vuelo. Y en los conciertos ni siquiera puedo escabullirme a la parte de atrás, por si me ven entrar en el backstage. ¿De verdad crees que esto sería viable en una gira? Ahí no paras ni un solo segundo y, viendo las medidas que tomas, no podríamos estar ni en el mismo vuelo, ni en el mismo hotel y además, en los conciertos, tendría que ser solo la fan y dejar de ser la novia, no vaya a ser. Sinceramente, más rentable sería montarme yo un viaje en solitario para, al menos, así poder ver los países en los que aterrice.

- Pero, no sé, algo podríamos hacer para estar juntos.

- Dime el qué, Niall, porque con las medidas que tomas ahora, poco se me ocurre a mí.

Me quedo en silencio. No sé qué decir. Solo planteé la idea, pero no pensé en los detalles. Fallon se levanta arrastrando la silla y tras un "perdonad" que a duras penas suena de entre sus labios, sale corriendo hacia nuestra habitación.

Yo me quedo ahí, clavado. Creí que esto iría mejor, que ella se lo tomaría con ilusión, que saltaría y me besaría entusiasmada. Se ve que no lo pensé lo suficiente y que Fletcher fue muy optimista al darme valor. 

Suspiro. Miro a mi familia, todos están atónitos. Acaban de conocer a Fallon, pero estoy seguro de que en ella jamás habrían imaginado esta faceta. O, sencillamente, no se habrían parado a pensarlo.

Nadie dice nada. Quedan en silencio y empiezan a comer, lo único que puede escucharse es algún que otro "qué bueno" que se dice de vez en cuando y que poco a añadir tiene. Y, aun así, mi madre tiene una mirada distinta. Una de esas miradas que uno tanto conoce y que tanto se odia. Esa cara de "Te lo dije" que, ahora mismo, me sigue pillando desprevenido.