³º días- ZaDr

Día ¹º

«Día ¹º :Con orejas de animales»

[Créditos al autor/a de la imagen de multimedia]
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Feliz día de las madres <3]

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Dib volvía de la fiesta de uno de los hijos de un reciente socio de su padre, quien lo obligó a ir para quedar bien con él.

Volvió exhausto, no porque fuera una gran fiesta, sino porque su padre le insistía e insistía en jugar con el niño, quien era prácticamente un niño, y aparte muy malcriado. 

Sintió algo en su abrigo y resulta que había guardado dos diademas con orejas de animales que habían regalado en la fiesta, el doctor Membrana se las había entregado, puesto que Dib no mostraba ningún tipo de interés y  sólo deseaba salir de ahí

"Y toma estas para tu amigo"

Sería la única cosa buena que saldría de esa fiesta.

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‹INTRUSO. INTRUSO›

Repetía la computadora alertando a Zim.

Corrió a la entrada y solamente encontró a Gir pagando por una pizza. Suspiró e iba a volver al laboratorio, sin embargo algo le golpeó la cabeza, se agachó y encontró unas orejas de animal

— ¡Gir! ¿Esto es tuyo?

— No — Contestó muy apenas ya que toda su boca era ocupada por la pizza envuelta.

Zim lo pensó, tratando de encontrar el origen de tal raro artefacto. A su lado bajaba Dib de cabeza con su traje espía colgado del techo, como si se creyese el mismo hombre araña.

— ¡Boo! — Gritó asustando a Zim, quien tiró las orejas al suelo.

— ¡El día de Halloween ya pasó!

— Lo sé Zim. — Dijo aún de cabeza.

Zim tiró de su cabeza haciendo que cayera, aunque realmente no fue un fuerte golpe, le faltaba poco para llegar al suelo — estaba a la altura de la cabeza de Zim —

— ¿Qué es esto Dib? — Éste rió leve.

— Yo también tengo uno. — Se quitó la mascara ninja y mostró unas iguales, solamente de color naranja.

— ¿Y? ¡No evadas mi pregunta!

— Pontelas — Ofreció, haciéndolo él primero.

Zim lo vio y daban ganas de lanzarse encima por tanta ternura que le causó, lo cual hizo, y fue recibido por lo brazos de Dib, quien ahora era inundado por pequeños besos del Irken. Dib se arrastró entre tanto cariño tomando las orejas y poniéndoselas a Zim, haciendo sus antenas hacia abajo

— Es lo más cercano que tendrás a oídos Zim.

— ¡Ooooh! — Exhaló Gir viendo a su amo con sorpresa. — ¡Perrito, perrito! — Sacó una cámara de su cabeza, Dib tomó a Zim por el cuello abrazándolo, posando ambos para la foto de Gir.