Día ¹⁵

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«Día ⒖: En un estilo diferente»

Por lo que entendí y me explicaron, este punto se trata de escribir prácticamente un AU. Si es que este AU ya existe, créditos a esa persona, y sí no, no me planeo proclamar la creadora. Disfruten ;3

[💓]

Todo el universo estaba siendo atravesado por una nave fugitiva, y toda parte del universo que fuese comandada por los Irken cooperaban en la búsqueda. Este había sido su peor error, el que había sentenciado su propia condena, la condena a muerte.

Siempre fue odiado por sus compañeros, y fue una muy mala suerte que aquellos que más almacenaban rencor en su contra habían ascendido al mayor puesto en la sociedad.

Ellos poco lo toleraron, y a su primer error —el cual si había sido grave— acabarían con su existencia.

Aunque en pleno juicio pidió una pausa, y fue donde escapó, sabiendo que ya no tendría salida de eso. Las palabras directas y frías de los que antes habían sido sus compañeros detonaban en su cabeza, dándole tristeza y al mismo tiempo impotencia, ¿cómo y por qué ellos habían salido victoriosos en sus vidas y él no? ¿por qué ahora tenía que respetarlos como grandes sabios? ¡Fueron lo suficiente tontos como para que él pudiese escapar! 

Tomó la primera nave que encontró y salió despavorido.

A las pocas horas, en cada nave Irken se envió un comunicado: cada Irken que supiera información del fugitivo, debería compartirla con los más altos, y si se podía, llevarlo ante ellos, de preferencia vivo, si no, que al menos se comprobara que recibió un castigo proporcional a sus actos.

Cada rincón del universo comenzó a buscarlo. Días después hasta se ofrecía dinero a cambio de su cabeza, poniendo demasiado preocupado al alíen, sabiendo que su muerte se habría de acercar.

Revisaba mapas y no encontraba un planeta en el cual pudiese refugiarse totalmente. 

Se alojaba temporalmente en planetas, sin embargo ya fuese por el mismo planeta, cercanía a bases Irken, o que comenzaban a rondar militares de su sociedad por ahí, debía de irse.

Al cabo de unos meses encontró un sistema solar con variados planetas y asteroides,  revisando en mapas que guardaba la nave, descubrió que no había civilización Irken a la redona.

Fue probando planeta por planeta; el primero era muy pequeño en comparación con los demás, y estaba muy alejado del sol; los siguientes dos eran muy fríos y con vientos que no dejaban que nada se quedara parado allí; el siguiente par prácticamente no tenían superficie, eran puro gas; después de cruzar un peligroso cinturón de asteroides, llegó a un buen planeta, el cual hubiera aceptado, si no fuese porque estaba muy desierto, y sería fácil de encontrarlo a simple vista; finalmente encontró uno muy bueno. 

No era desierto, tenía buen clima y una medida perfecta de fauna y flora, el único inconveniente era que estaba poblado, sin embargo logró encontrar rápidamente un lugar que carecía de humanos —descubrió que así se denominaban ellos mismos—. Se trataba de un bosque con fauna en la que denominaban los roedores, de los cuales descubrió no se podía alimentar, no lo necesitaba para vivir, pero si para tener energías.

Fueron los días más duros de su vida.

Tuvo que sufrir frío unas noches, y se debía esconder durante el día, fingiendo algunas veces ser un animal salvaje, ya que a diferencia de lo que pensaba, los humanos iban algunas veces durante el día.

Comenzó a cuestionarse, ¿por qué habría de quedarse allí? No tenía caso vivir si sería así, sería preferible entregarse a los más altos. Vivir consta de superarse y ser cada vez más alto y él no se superaría de ninguna forma en esa bola de tierra.

³º días- ZaDrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora