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Día ²⁶

«Día ²⁶: Casándose »

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Cada año escolar el director se lucía cada vez más, y a pesar del muy gran descontento de la maestra, este ciclo les organizó a los niños, lo que es comúnmente llamada, una kermes.

Era demasiado divertido como para ser verdad, tendría muchas cosas para pasar toda la fiesta escolar.

Las niñas de mayores grados tendrían permitido una especie de salón de belleza, habría un salón decorado que serviría de mini-disco, habría vendimia de alimentos en el patio, en donde se llevaría a cabo la fiesta en su mayoría, y lo más resaltante, habría una pequeña capilla donde alumnos podrían casarse.

Se les avisó a los alumnos un fin de semana antes del evento, es decir, se llevaría a cabo el lunes y se les dijo el viernes, proclamando que sería el peor día de la vida de la maestra.

Tocó el timbre de salida y se veía el martirio de la señorita Bitters. Salieron todos los niños con rapidez con miedo de la furia de su profesora.

— ¡Dib!

— Uh, hola Zim. — Saludó fuera de la escuela

— ¡¿De qué trata eso?!

— ¿Qué cosa? Hay muchas cosas humanas Zim, sé específico.

— Lo que llaman ‹kermes›, ¿a qué refiere? — Preguntó haciendo detenimiento al nombre del evento

— Ah, lo que dijo la maestra — Explicó simple

— ¡Tenía la mente en otras cosas!

— Está bien. . . pues es una fiesta en la escuela. Tendrá una disco, es decir, un lugar con música donde todos podremos bailar; venderán comida, quiero pensar que mejor comida que la que dan en la cafetería — Exclamó y Zim se estremeció en pensar las veces que había comido eso — Y un lugar donde te puedes casar. . . Supongo que es todo

— ¿Casar? — Se preguntó a sí mismo en voz baja. — ¡¿Qué es casar?!

— ¿Qué? ¿No lo sabes?

— Es un pacto de macho y hembra para procrear, ¿no? He visto y oído que todos los padres, están casados — Exclamaba con extrañeza.

— Si es un pacto, pero no necesariamente para procrear, Zim. En la antigüedad sí, ya no. Una pareja se puede casar porque quiere

— ¡¿Pero qué es?! ¡¿Qué se supone que simboliza?!

— La unión de dos personas, de manera muy formal, y legal. Técnicamente te unes a esa persona en toda la extensión de la palabra. Aunque algunos matrimonios pueden resultar en el divorcio

— Es decir, ¿abortar la misión del "matrimonio"?

— Exactamente — Zim quedó pensando y solamente veía el piso, y a juzgar por su caminata, parecía que iría a la casa de Dib. — Eh. . . Zim, ¿te quedarás un rato en mi casa? — El extraterrestre reaccionó y exclamó un "no" alegando que tenía trabajo qué hacer corriendo a su casa.