one shots, hyuga Uchiha (lemon)

ni un paso cerca del amor

— Hola, ¿Cómo estás?— pude escuchar la voz aguda de alguna fastidiosa chica, la mire sin interés y volví a tomar un trago de Sake —Buscabas a Hinata ¿Cierto? — hizo un ligero puchero —lamento decirte que no vendrá más, dijo que tenía problemas...pero yo podría atenderte está noche—

No me importaban sus comentarios, pero la información que me había dado sobre aquella mujer que siempre elegía para tener sexo me impacto ¿Cómo que problemas? ¿De que? Me quedé pensando cuando ella comenzó a pegarse más de la cuenta conmigo, me hice a un lado y me dedique a ignorarle.

Me fastidie de la atención femenina ya que todas eran unas molestias, además no estaba la mujer que deseaba así que no tenía porque seguir ahí.

Al día siguiente me informaron que debía ir aún pueblo lejano así que me marche pero el recuerdo de esa mujer era muy nitído en mi memoria por lo que no dejaba de pensarla y soñarla ¿Que soy un puberto calenturiento? Me regañe a mi mismo por lo ocurrido mientras dormía. Y básicamente así eran todas mis mañanas, no podía esperar para estar nuevamente con ella, sabía que volvería pronto a ese pueblo pero no sabía cuándo y comenzaba a desesperarme.

¿Porque la pienso tanto? Sin duda las noches se habían vuelto un infierno para mí, pues siempre aparece de una forma tan tangible que es como si estuviera conmigo, puedo sentir la suavidad de su piel bajo mi tacto. Mi piel se eriza al creer que escucho sus suaves gemidos y mi miembro se pone duro al creer que contemplo su desnudez, incluso puedo sentir el sabor de sus labios en los míos —Sasuke-kun...— amo la forma en la cual dice mi nombre y eso es suficiente para hacerme reaccionar ante la jugarreta que hizo mi mente con mi cuerpo.

Conforme los días pasan mi deseo y desesperación aumentan más, he hablado de esto con Naruto un compañero; el insiste en qué estoy enamorado, pero yo no lo creo, no estoy ni aún paso de eso, a ella la conocí por sexo, placer un instinto simple y primitivo, nada que ver con el sentimiento de amor; se que lo que quiero es follar, lo he hecho por aquí pero no puedo, ¿Porque? Siempre Hinata viene a mi memoria, es como si me regañara por hacer eso con alguien más. ¡No lo entiendo!

Yo esperaba ansioso la orden de regreso a Konohagakure por lo que cuando la dieron fui el primero en alistar sus cosas, al llegar y en el primer momento que tuve tiempo libre decidí ir a verla.

—Buenas noches— hablé frío y claro sorprendiendo a la pareja parecía sereno pero me estaba llevando la chingada solo de ver a Hinata, porque era ella, ella es inconfundible para mí, y todo por qué, por estar con un tipo al que ni siquiera se que quiere de ella.

—¿Sasuke-kun?— menciono ella sorprendida de verme, el tipo por su lado, se notaba tenía miedo y estaba por salir corriendo pero igual se puso a la defensiva.

—¡Oye! Yo llegue primero, le ofrecí muy buen dinero—

Lo mire de forma asesina y de forma neutral le dije —acercate a ella y te mueres— lo vi sudar y al instante observé como se fue con la cola entre las patas.

—¡Sasuke-kun! ¿Quieres dejar de hacer eso?— Hinata me regaño y me miró de forma acusadora

—¿Que? Puedo pagarte lo que quieras— le susurre al oído al mismo tiempo que la pegaba a mi

—no, no puedes...— susurro para si misma, ¿Que? ¿Cómo? Dudas comenzaron a surgir en mi interior pero no sabía si decirlas o no

—oye, supe que tuviste problemas...¿Me contarás?— 

Ella suspiro y sus ojos se llenaron de lágrimas, no sabía que hacer solo la abrace — es que...no..no lo entiendes...yo, hip...— eso fue básicamente lo único que pudo decir ya que después todo fue llanto.

La lleve a su casa ya que sabía dónde vivía en hice que se acostara a mi lado, cuando dejó de llorar se levantó yo la observaba, fue hasta el ropero y de la parte superior tomo una caja de zapatos.

—es que... Neji-niisan— me acerque a ella y me mostró una foto de un chico, usaba un traje de militar y era muy similar a Hinata salvo el cabello el cual era castaño. —murió— dijo de una forma tan fría que me hizo sentir raro.

Además me sentía jodido al ver esa foto, claro que lo conocía era Neji, uno de los mejores estrategas del escuadrón, yo trabajé a su lado, no éramos los mejores amigos pero no nos llevábamos mal.

Estábamos en el campo de batalla el había sido herido de gravedad, aún recuerdo cómo en su rostro se plasmaba el dolor, el como con desesperación me dijo "Mátame" yo no podía hacerlo pero no tenía muchas posibilidades de vivir y lo hice, empuñé mi arma y jale el gatillo, yo lo mate.

El llanto de Hinata me trajo nuevamente a la realidad, fue entonces que todo hizo clic en mi cabeza, ellos son hermanos, por eso al regresar ella no estuvo donde siempre se encontraba velando a Neji.

Salí de la casa sientiendome abrumado por todo, yo Mate a un ser querido de la mujer que  siempre me recibía con los brazos abiertos y su amor estaba para mí, ya no sabía que hacer regrese al cuartel, y di mi baja del ejercito no podía volver a empuñar un arma, sabía que mi decisión para Neji fue la correcta pero no para Hinata.

Regrese a mi pueblo natal, Konohagakure y me dedique al campo, a menudo podía ver a Hinata, siempre feliz, radiante y bella como siempre pero no tenía valor para mirarle a la cara, vendía jitomates e incluso parecía que  lo hacía adrede para hablar conmigo el ir a comprar, pero yo siempre me mantenía a distancia.

Mi sangre seguía hirviendo al verla venderse a cualquier tipo, pero yo no tenía poder sobre ella, ella no era nada mío, así que debía resignarme.

Ese día había sido como cualquiera, estaba en mi puesto como siempre cuando apareció.

—Buenos días Sasuke-kun— dijo feliz y alegre como siempre

—buenas—

—¡Subió el precio!— exclamó preocupada, pero yo la ignore y le pase una bolsa para que escogiera la verdura, me aleje de ella pero igual la veía de reojo.

—1kg— me dijo y yo pese el producto, y se lo di una vez me asegure tuviera la cantidad indicada, fue entonces que su piel rozo la mía al pagarme, sigue siendo igual de suave que siempre, sin querer se me cayó una moneda pero rápido iba a levantarla, aunque no note que ella hacía lo mismo, estamos muy cerca pensé, y me aleje un paso.

Me tomo bastante tiempo aceptar que me había enamorado, pero la culpa siempre me hacía alejarme por lo que ya no estoy a ni un paso del amor pues poco a poco me fui distanciando de ella