one shots, hyuga Uchiha (lemon)

yo te ayudo

Todo el infierno había comenzado cuando un tarde normal su madre la pillo en su cuarto colocando algunas vendas en su vientre para disimular su pequeño embarazo.

Hinata estaba tan concentrada en lo que hacia que no noto la mirada violeta de su madre, pero Hanako se mantenía en silencio investigando hasta que si al final lo comprobó,si, su hija esta embarazada; se sentía decepcionada porque Hinata jamas fue una chica como sus hermanos, Hanabi era una reina de belleza y Neji un genio en la escuela en cambio Hinata no era ninguna, no era nada.

Hanako se adentro en la habitación dejando a una Hinata sorprendida y muy triste pues ella no pensaba decirle nada a su padre... Sabia perfectamente que sus padres no eran ricos y que tampoco ganaban sueldos exuberantes además de que ella estudiaba la prepa y básicamente no trabajaba, entonces decidió esperar a conseguir un trabajo para poder salir de su casa sin dar explicaciones.

—¡¡¿que es esto?!!— Hanako estaba, preguntó sorprendida pero mas que eso con miedo de que lo que veían sus ojos fuera real.

Hinata no se sentía con el valor de decir algo ¿y como hacerlo? Era demasiado vergonzoso admitir que la habían violado y mas aún si era él jefe de su mamá, Itachi Uchiha.

Todo había sucedido uno de tantos días que Hinata había ido a dejarle el almuerzo a su madre pues a ella no le daba tiempo de ir a comer ya que tenia mucho trabajo que no podía dejar de lado en esa tienda de ropa.

A distancia un hombre mayor, alto y de pelo azabache con mirada obscura le observaba a la joven.

Itachi deseaba a aquella joven pues era bonita, tenia una mirada interesante ya que sus ojos eran muy raros además de que podía tener la cara de un ángel pero sabia que debajo de esa ropa holgada se escondía un cuerpo de diabla, así que ¿porque no darse su gusto? Además, esa niña no diría nada ¿quien le creería?

Al ver que la joven se retiraba decidió moverse para darle alcance y una vez que lo hizo le hablo con su clásico pretexto de despedir a su madre, y así hizo que la acompañara a su oficina "para charlar"