one shots, hyuga Uchiha (lemon)

santa de la caridad

Una sonrisa de ternura curvo sus labios de forma tenue y es que solo con verle una tristeza inundaba su pecho pues no creía que eso sucediera; verlo en esas condiciones la hacia sentir mal ella quería hacer algo, hací que hizo lo opuesto a lo que le pidió el pequeño, se agachó a su altura y con una sonrisa le hablo.

— ¿quisieras venir a mi casa? Aya podre darte ramen, todo el que quieras— Hinata tenia un pequeño destello de ilusión con él pequeño ya que desde hace mucho tiempo que no la sentía; el pequeño la miro con desconfianza pero le gustaba aquella sonrisa y mirada de la joven por eso le tomo de la mano aceptando la invitación.

Hinata caminaba con aquel niño rubio de ojos azules directo al apartamento que compartía con su esposo Sasuke; a la chica le agradaba él niño que tenia una enorme sonrisa en sus labios pues a pesar de vivir en la calle y no tener casi nada para comer aun así tenia una ternura y alegría dentro de si que lo hacían fuerte; la chica le miraba con nostalgia pues imaginaba que así hubiera sido su pequeño el que alguna vez se alojó en su vientre y había planeado tantas cosas; aquel para él que había hecho y comprado tantas cosas que estaban en su apartamento en una habitación cerrada porque le daba tristeza verla y se negaba a vender las cosas por simple nostalgia.

Al llegar al apartamento, el pequeño Naruto miraba todo con sorpresa pues era muy grande y bonito, quizás no era muy colorido ya que predominaban el color café, negro y blanco pero era cálido mas que las calles en las cuales solía dormir.

Hinata sonrió al ver al pequeño observar todo con sorpresa y detalle, ella se fue a la cocina y se puso su delantal para comenzar a preparar el ramen, Naruto la siguió pues no le daba mucha confianza quedarse solo en aquel lugar.

—¿vives tu solita aquí? — preguntó sentándose en la mesa

—no del todo, solo vivimos mi esposo y yo—

—¿tienes hijos? — esa pregunta causo cierto revuelo en su corazón pero trato de omitirlo, y concentrarse en el pequeño. Y es que Naruto creía que quizás habría niños con los cuales pudiera jugar

—no— dijo con cierta amargura que el pequeño no notó.

Hinata le dio ramen al pequeño el cual solo pudo sonreír lleno de felicidad —es el mejor ramen que he probado dattebayo — y continuo comiendo, la chica solo sonreía por el actuar del niño.

Después de comer ella le contó historias que ambos representaban con diferentes "disfraces" que hacían con cosas simples. Hinata estaba feliz incluso reía cosa que había dejado de hacer cuando se entero que había perdido a su bebé, sabia que no fue su culpa pero siempre quedaba el (hubiera) de por medio.

Sasuke llegaba de un agotador día de trabajo y en cuanto se acercó a la puerta de su casa pudo escuchar, ¿risas? Cosa que lo extraño demasiado pues él conocía esa risa y hacia mucho tiempo la había dejado de escuchar por un instante su corazón se aceleró precupandolo de sobremanera ya que quizás Hinata al fin lo había hecho, al fin lo había remplazado, por alguien que cumpliera sus deseos de volver a ser madre siendo consiente de que él se negó principalmente por su salud ya que los doctores habían sido muy claros a la hora de decir que un segundo embarazo solo pondría en riesgo la vida de la madre y el producto; tenia miedo de abrir la puerta y toparse con una escena muy desagradable así que respiro hondo contando hasta 3 para abrir la puerta.

—estoy en casa— anuncio y aunque no esperaba una respuesta la obtuvo pues su amada esposa venia a recibirlo como cuando recién se habían casado

—bienvenido Sasuke-kun, quiero presentarte a alguien — lo último lo susurro

Sasuke miro extrañado a Hinata quien parecia una niña pues tenia pintados en la cara bigotes de gato con una sabana amarilla amarrada en su cuello haciendo la función de capa y una "corona" en su cabeza, no sabia como sentirse respecto al aspecto o actitud sospechosamente feliz de su amada. Al final el se dejó arrastrar hasta la sala donde estaba un desastre de cosas tiradas por todos lados.