Dedicado a Ari1479
Soonyoung se había levantado inquieto, el dolor de cabeza no era tan molesto como la sensación que se había instalado en su estómago, como si se le hubiese olvidado algo importante, pero los nervios que le provocaba siguiesen ahí. Por eso, había salido temprano de su habitación, decidido a perderse el desayuno y se había escondido en el gimnasio. Si bailaba, su mente se despejaría y la sensación se marcharía. Quizás, incluso pudiese recordar lo que había hecho para sentirse tan ansioso.
Al abrir la puerta, se encontró con Jihoon. Estaba sentado en el suelo con la espalda apoyada contra uno de los espejos y miraba hacia sus manos como si estas tuviesen la solución de algún mal que le atormentaba. Tan concentrado estaba en sus pensamientos que no se percató de que le observaban, así que Soonyoung aprovechó para admirarle. Su rostro estaba relajado, la expresión tensa que solía llevar había desaparecido, pero en su lugar había una profunda tristeza que necesitó hacer desaparecer.
Por eso se sentó frente a él y le tocó la nariz como solía hacer para llamar su atención.
— ¿Qué te pasa? —Le preguntó en un susurro antes de apoyar las manos en las rodillas de Jihoon y darles un apretón cariñoso—. ¿Tengo que matar a alguien?
Esperaba que su amigo le confesase quien o qué era culpable de su malestar, sin embargo, se limitó a mirarle con la sonrisa más triste que le había visto nunca. Soonyoung supo en ese mismo instante que haría cualquier cosa por devolverle la alegría porque aquel hombre que tanto le había dado y que tan importante era en su mundo se merecía tanta felicidad como pudiese albergar.
— No te acuerdas ¿Verdad? —Suspiró antes de frotarse los ojos con la mano en un intento de disimular las lágrimas que se acumulaban en ellos, volviéndolos brillantes—. Me lo esperaba.
— Eh, ¿Qué pasa? ¿De qué debería acordarme? —Le preguntó cada vez más preocupado, sabiendo que la sensación de inquietud podía estar solucionada con lo que le pasaba a Jihoon. ¿Le había hecho algo malo? ¿Le había dicho algo que le había hecho daño?—. Por favor, Hoonie, dime qué te pasa y haré cualquier cosa que esté en mi mano para ayudarte.
— Soonyoung, tienes que dejar de ser tan bueno porque lo único que consigues es que las personas te hagan daño —Se inclinó un poco hacia y le dio un beso en la frente que envió un cosquilleo agradable por todo su cuerpo—. No te preocupes, no tienes que acordarte de nada. Se me pasará pronto, solo necesito descansar un poco —Se levantó y se dirigió hacia la puerta, pero antes de marcharse, volvió a mirar hacia el discípulo de Apolo—. Algún día encontrarás a esa persona que mereces tener a tu lado, estoy seguro.
Jihoon se marchó dejando a Soonyoung pensando en lo último que le había dicho: «Algún día encontrarás a esa persona que mereces tener a tu lado, estoy seguro». Aquel consejo despertó su memoria y los recuerdos volvieron a él tan rápido que necesitó unos minutos en la soledad del gimnasio para poder procesarlos.
«Dejó atrás el comedor, riendo al ver como Joshua, Jeonghan y Seungcheol coqueteaban entre ellos. Era curioso ver como el discípulo de Zeus, el gran adultero y conquistador, compartía la noche con dos personas en vez de uno. Quizás, el alumno superaría al maestro antes de lo esperado. Negó con la cabeza para centrar de nuevo sus pensamientos en lo que de verdad le interesaba: estaba buscando a Jihoon.
Lo encontró minutos después sentado en el borde de la piscina contemplando la luna que brillaba con intensidad en el cielo. Había dejado a un lado los zapatos con los calcetines y se había remangado los pantalones para poder meter los pies en el agua. Estaba relajado, disfrutando del aire nocturno sin dejar de mirar la belleza del cielo. Tan lejos de la civilización, en un lugar oculto a ojos humanos, no había suficiente luz como para impedirles ver las estrellas.
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¿Quién dijo que ser dios fuera fácil? (Seventeen) #Wattys2020
FantasyLos dioses del Olimpo están cansados. Después de librar batallas durante años y cambiar el destino de la humanidad, necesitan unas merecidas vacaciones, pero ¿Cómo pueden hacerlo si el equilibrio del mundo depende de ellos? Trece jóvenes sin una apa...