Extra: ¡Feliz Navidad!

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Hades odiaba la Navidad. La música siempre estaba demasiado alta, las luces eran demasiado brillantes y las personas demasiado felices. ¿Qué habías tenido un mal año? Pues no pasa nada porque es Navidad y todo está bien en estas fechas. ¿Qué se te había muerto tu perro? Pues no llores que es Navidad y todo se supera en estas fechas. No podía evitar poner los ojos en blanco cuando veía a los mortales colgar la decoración como si fuese lo mejor del mundo, ni bufar cuando escuchaba esos horribles villancicos tan desafinados como el "cumpleaños feliz". Siempre había odiado la Navidad, pero aquel año era peor que los anteriores porque, por primera vez desde que alguien decidió que era buena idea celebrar el nacimiento de un niño llorón y celestial, no podía esconderse en el inframundo.

Su plan había sido esconderse en la biblioteca de su mansión en la playa, el único lugar donde sus insufribles sobrinos no irían a buscarle, pero no había contado con su dulce y querida mujer. Justo cuando había acomodado unos cojines en la parte más recóndita y había abierto En busca del tiempo perdido para leerlo mientras bebía té, lejos del mundanal ruido, de las luces y de la felicidad que parecía extenderse como un virus, Persephone apareció ante su vista.

— No —Le dijo ante su mirada de súplica—. No voy a dejar que te escondas en nuestra primera navidad en familia —Le señaló con el dedo, algo que no presagiaba nada bueno—. Deja ese libro y ve con Eros a comprar la comida, hoy vamos a tirar la casa por la ventana, ¡Vienen los niños!

Ante la sonrisa que Persephone le dedicó, no pudo seguir luchando contra ella y tuvo que dejar su santuario para acabar atrapado en un coche con Eros que cantaba a voces el "All I want for Christmas is You" como si Mariah Carey le hubiese poseído. Para no cometer un asesinato que pudiese enfadar a su mujer, se concentró en imaginar lo maravilloso que sería volver a ver a Wonwoo después de todo este tiempo. Sí, eso calmaría sus nervios hasta que...

— Jingle bells, jingle bells, Jingle all the way...

Apagó la radio con un resoplido y observó a Eros con la peor de sus miradas asesinas que consiguió el efecto contrario. Con una sonrisa que poco tenía de inocente, el antiguo dios del amor comenzó a cantar más fuerte la canción, repitiendo constantemente el estribillo porque era lo único que se sabía. Para cuando llegaron al supermercado, Hades tenía el peor dolor de cabeza de la historia y Eros reía por haber conseguido molestar a su tío. El día acababa de empezar, aún le quedaba superar la noche y el día de Navidad ¿Podría conseguir escaparse de aquella tortura?

****

Soonyoung se levantó de buen humor, comenzaba su época favorita del año. Las luces brillaban por todas partes, la decoración estaba llena de magia y los olores cálidos que invadían cada rincón del mundo le hacían sentirse bien. Además, desde que habían adoptado a su pequeña, cada año se volvía más especial que el anterior. No podía esperar a ver la ilusión en su rostro cuando a la mañana siguiente se encontrase el árbol lleno con sus regalos. Sin embargo, para eso aún quedaba esperar un día entero... ¿Cómo iba a aguantar tanto sin ver esa cara de felicidad?

Llegó a la cocina sin molestarse en quitarse el pijama y sonrió aún más que cuando se había levantado. Jihoon hablaba animadamente con su pequeña que no dejaba de preguntar sobre Papa Noel y por qué no podía llegar antes. Cuando fue consciente de su presencia, sus miradas se encontraron y Soonyoung sintió que el mundo se detenía a su alrededor. Habían pasado muchos años desde que comenzaron a salir juntos, aún más desde que se conocieron, pero aún se estremecía y sentía las mariposas revolotear por su estómago. ¿Algún día se cansaría de verle sonreír?

— ¡Papá! —Su pequeña corrió a sus brazos al darse cuenta de lo que había hecho que su padre no le prestase atención. Cuando la alzó en el aire rio con la misma inocencia que tanto le tranquilizaba—. ¡Papi ha hecho tortitas y me ha dicho que puedo comerme cinco! —Levantó tres dedos de sus diminutas manos, feliz por su hazaña.

¿Quién dijo que ser dios fuera fácil? (Seventeen) #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora