Parte 7

946 126 5
                                    

El sonido del despertador sonando a todo volumen como siempre era demasiado estridente y molesto. Escuché igualmente a Kate refunfuñar mientras apagaba su teléfono y se me escapó un pequeño grito al estirar mi brazo para hacer lo mismo con mi reloj. 

- Mierda.- volví a la posición anterior. 

Como habitualmente dormía solo en ropa interior o con prendas cómodas, con algo de esfuerzo me levanté para sentarme en el borde de la cama, aproveché que solo llevaba una camiseta de tiras que había podido ponerme gracias al efecto de los medicamentos de hacía unas horas e hice un esfuerzo para bajar los tirantes y bajar la camiseta lo suficiente para poder ver el golpe en el gran espejo que tenía en el baño. 

- Dios mío Ana...- mi mejor amiga estaba mirando horrorizada desde la puerta de mi baño. ¿En que momento había entrado?

Sin esperar a que respondiera, ella se apresuró a mi espalda y quitó de mis manos la pomada que estaba por ponerme. 

- ¿Cómo pasó esto? Se ve muy doloroso.- preguntó concentrándose en colocar con suaves toques la crema en la zona que tenía un vívido color violeta y algunas zonas más oscuras. 

- Un idiota me empujó.- respondí frunciendo los labios cuando llegó a una zona realmente sensible. 

- No deberías ir a trabajar, esto se ve realmente mal y luces muy cansada y adolorida. Conozco un buen médico que podría verte para que te revise como corresponde.-sugirió. 

- Tengo un médico y una orden de no ir al trabajo, pero realmente quiero intentarlo, si estoy muy adolorida para cuando sea momento de almorzar me retiraré.- dije sosteniendo mi camiseta para no quedar tan expuesta frente a mi amiga. 

- Tal vez te quedarías si Christian te cuidara ¿No? - bromeó, pero no llegamos a reírnos porque ambas caímos en lo que aquello significaba. - Tienes que decirle Ana, no lo puedes engañar de esta manera.- 

- No lo sé Kate. Es algo muy complicado, aunque sé perfectamente que eventualmente le voy a tener que decir o de lo contrario pensará que no me importa lo que tenemos.- fruncí el ceño al pensar en que dejáramos de estar juntos, ya sea como amigos o como pareja. - Soy tan inexperta y se ha vuelto tan importante que ahora mismo lo he complicado todo.- 

- Somos un desastre en las relaciones.- comentó divertida. - Yo con un tipo comprometido y tu mintiendo a quien quieres.- nos reímos de lo absurdo que sonaba, salvo que en realidad era triste. 

- Se lo diré en el momento adecuado, él también tiene un par de secretos y poco a poco vamos confiando el uno en el otro.- le dije y terminó de colocar la crema y un vendaje que mantenía el roce de la ropa al mínimo. - Gracias por ayudarme.- 

- Eres mi hermana de corazón, es mi deber.- se encogió de hombros. - Por favor no vayas a trabajar, descansa y esta noche iremos a esa fiesta como diosas.- pidió. 

- Prometo pedir retirarme temprano, pero no puedo faltar.- dije y ella terminó asintiendo con un largo suspiro. 

- Deja que te ayude a vestir entonces.- ambas caminamos hacia mi armario y  allí se divirtió pasando cada vestido que tenía hasta encontrar uno que sería fácil de poner y quitar.

Al final ambas salimos de casa y ella me llevó en su auto luego de que nos diéramos cuenta de que llegaríamos tarde si seguíamos jugando a barbie Ana. El calmante había hecho su efecto y habíamos aprovechado para dejar lista la ropa que usaría por la noche, así que no tendría más que salir del trabajo y dejar que jugara a la estilista conmigo para prepararnos, algo que ella adoraba hacer. 

+++++

- Ana estás muy lenta, esas ensaladas las necesitamos para hoy.- dijo el chef principal con su habitual energía para mantener el ritmo de la cocina. 

¿Vivirías por mi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora