Christian me llevó aquel día hasta mi apartamento, donde nos quedamos juntos hasta que fue casi las siete de la tarde. Ambos sabíamos que la oficina se mantenía abierta hasta las diez en caso de que alguien se quedara haciendo horas extra o el jefe necesitara algo, en cualquier caso, necesitabas tu pase y firmar una responsabilidad si entrabas fuera de horario, con esto en mente él decidió que era momento de independizarse completamente de su familia. Aproveché el tiempo para informar que necesitaba una base segura para cuando dejáramos la oficina, porque tenía el presentimiento que no todo estaba bien en esta relativa calma. Me cambié y aseguré de que mi novio comiera algo a pesar de que se había encerrado en si mismo, le curé una vez más los golpes en la cara y luego lo dejé tranquilo.
Me coloqué unos pantalones cómodos y una camiseta que luego acompañaría con una chaqueta, algo cómodo que serviría para ocultar mi arma y la de Christian, las cuales llevaría cargadas por las dudas, tanto en mi bolso como en mi cintura. Preparé un baño y su ropa, que había encontrado en mi armario de las veces anteriores que se había quedado a dormir y la dejé lista.
- William, prepara el muelle y convoca a la seguridad. Quiero que estén atentos mientras preparo todo para dar de una vez por todas el golpe final. Ya estoy harta de esta situación.- ordeno por teléfono mientras cargo el arma que compré para Christian.
-Si señora.- contestó y terminé la llamada.
Volví al comedor y vi a mi novio escribiendo en su computadora. Yo sabía que estaba despedida, desde el momento en que corrí a sus brazos a calmarlo, luego solo había pensado en cuidar de mi hombre y no me detuve a avisar que me iba o algo por el estilo, incluso había dejado mi bolso con ropa en mi taquilla. Simplemente había salido con Christian de la mano y con mi traje de chef aún puesto. No me importaba realmente, aunque extrañaría un poco el buen ambiente que había en la cocina, pero estaba preocupada por lo que podía pasar por la cabeza de mi silencioso novio. Él no había hablado en todo el tiempo en que habíamos estado en casa y eso me preocupaba.
Consiguió un par de cajas, quien sabe de donde o si es que las pidió de mi guardaespaldas o el suyo, pero en algún momento de la tarde las tenía consigo y había escrito su renuncia, ahora trabajaba silencioso escribiendo en la computadora con las cajas a un lado y un sobre marrón sin cerrar justo en el lado opuesto. Yo permanecía apoyando en lo que sea que pasara por su mente, tenía información de que Elliot había llegado bebido y luego había empeorado en la empresa, haciendo uso de su propio bar de licores, la borrachera había dado paso a un hombre violento que atacó a su hermano. Había pedido un informe sobre Violet y otro sobre Kate, ambas permanecían en distintos lugares y no se habían hablado, pero mientras que Violet se refugiaba con sus padres, Kate se había instalado en Escala, investigaríamos más cuando termináramos lo nuestro.
Como parte de la formalidad, imprimí mi propia renuncia y la adjunté al sobre donde mi novio tenia la suya, y ambos fuimos a las instalaciones de la empresa cuando menos gente habría para recoger sus cosas y dejar formalmente nuestros puestos de trabajos.
- Iré un momento a la cocina a buscar mi ropa y vaciar mi taquilla.- dije cuando estacionamos por última vez en su lugar del aparcamiento subterráneo que tenía la empresa.
- Iremos juntos, primero buscaremos tus cosas y luego vamos por las mías.- aseguró y me abrió la puerta del auto.
De la mano fuimos hasta el elevador y nos sorprendimos que aún él tuviera acceso con su credencial. Eso era extraño, pero lo dejamos pasar porque solo queríamos acabar con esto de una vez por todas. Cuando nos detuvimos en el piso del comedor, nos recibió el gran espacio vacío, apenas iluminado por las luces de la ciudad a nuestro alrededor y la de los mostradores que eran a la vez heladeras, algo en mi corazón me dijo que tuviera cuidado, con el tiempo, había logrado desarrollar un buen sexto sentido en mi trabajo como mafiosa y casi nunca fallaba. Sentir que algo iba mal, nunca había funcionado tan fuerte como en este instante.
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¿Vivirías por mi?
ФанфикUna doble vida es difícil de llevar, pero Anastasia Steele cree que es la única opción para obtener lo mejor de ambos mundos. Su apellido la condicionó a ser parte de un sector de la sociedad bastante turbio, donde el ser mujer la hizo fortalecerse...