Especial Christian

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No me había detenido a pensar realmente el motivo por el que le había pedido a mi hermano asilo en su apartamento en Seattle. Hacía apenas una semana que había terminado con Paullette y no estaba seguro de si me arrepentía o me aliviaba deshacerme de ella. No mentiré diciendo que ella era fea o mala o cualquier estupidez que usualmente decimos los hombres para excusarnos por terminar algo, simplemente sentía que mi corazón no estaba allí. 

Ella por supuesto que hizo un escándalo y me llamó de muchas maneras, pero no había vuelta atrás, tenía que salir de la asfixiante ciudad y el ambiente francés, demasiado aburguesado y conservador para mi gusto. Ya no podía hacer muchas de las cosas que me habían definido por mucho tiempo o que simplemente amaba hacer solo por mantener una apariencia y eso era suficiente para mi. Lo siguiente que hice fue tomar mi maleta, llenarla con mis cosas, poner en alquiler el pequeño apartamento en el que había estado viviendo y luego compré el pasaje hacia los Estados Unidos una vez que hube confirmado que mi hermano me recibiría en su hogar. 

Nadie estaba de acuerdo realmente con mi éxodo. Mamá ni siquiera quiso escuchar de aquello y papá dijo que era una pérdida de tiempo, porque tenía una carrera en su negocio, aunque sabía que no era lo que quería hacer. Estudiar derecho como él había sido un enorme error porque había desperdiciado buena parte de mi vida siguiendo todo lo que decía aunque me gustaran cosas diferentes, hubiera preferido haber estudiado negocios o tecnología, tal vez simplemente tener una imagen en las carreras de motos, eso habría bastado. Pero Carrick no se caracterizaba por escuchar a los demás, y no lo haría con su hijo menor. 

Con muchas cosas en contra, seguí mi camino y me instalé en el apartamento de mi hermano, mi plan era no estar demasiado tiempo con él, puesto que su prometida eventualmente viviría con él y yo solo estorbaría y lo volvería incómodo. Había sido una enorme sorpresa que él dijera que la chica que había dicho que era su novia se convirtiera en su prometida, se había propuesto en alguno de sus viajes por Europa y desde entonces apenas la había visto un par de veces, aunque no tuvimos alguna conversación real hasta que estuvimos en su ciudad. Su relación había sido tan extraña que ni siquiera nuestros padres la conocían aún, solo sabían que se había comprometido con una mujer que era bastante asentada y que trabajó por un tiempo para él, lo cual hizo que mamá pensara que era una cazafortunas, aunque claro que no lo dijo en frente de mi hermano. 

El ático de Elliot no se parecía en nada a lo que había pensado o a lo que tenía en Francia. Sabía que mi hermano era lo suficientemente rico como para trabajar en muchos países, pero no tenía ni idea que su lugar fuera tan masivo. Me asignó una habitación en el ala opuesta a la que él habitaba y eso fue mi primer farol. Recuerdo esa conversación como si fuera hace apenas unos minutos. 

- Elliot no me quedaré mucho tiempo realmente, quiero tener mi propio lugar y empezaré a buscar bien cobre mi primer sueldo.- le dije cunado ayudaba a dejar unas cajas que eran parte de la mudanza.

- No seas ridículo Christian, este lugar es grande y no estoy la mitad del tiempo, alguien se tiene que encargar de cuidarlo mientras no estoy y ese serás tu, además de que no planeo vivir aquí con Violet.- dijo mientras cruzábamos el Atlántico en el avión. 

- ¿Dónde van a vivir?- pregunté confundido. 

- Ya veremos.- terminó de manera cortante y se enfocó en su computadora. 

Tal vez seguía molesto de que papá hubiera insistido en que trabajara a su lado como mano derecha, Elliot toda su vida lo había hecho solo y nos llevábamos bien porque cada uno apreciaba el espacio del otro, pero desde que había determinado que me iría de París, parecía molesto conmigo. ¿Lo entendía? En parte, tal vez sería que le molestara la manera en que no podía desprenderse de la autoridad de papá, quien había impuesto mi lugar de residencia y mi puesto de trabajo, aunque podría haber pagado un hotel fácilmente y trabajar en algún buffet hasta que lograra empezar mis propios proyectos lejos de su dominante presencia. 

¿Vivirías por mi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora