Ambos llegamos a mi departamento y me di cuenta demasiado tarde de que en la parte del asiento trasero había algunas cajas y una maleta con sus pertenencias, en medio de su plan por plantar el cebo entre mis hombres y la pelea falsa, dejé que mi mente olvidara por completo que estábamos a mitad de una mudanza.
La casa nueva estaría lista y amueblada en un par de días más, mientras tanto mi novio había ido al departamento de su hermano en horas donde sabía que no se lo encontraría, por lo que teníamos un ambiente abarrotado de cajas que él había traído de su trabajo y las mías, que había estado armando desde el día anterior. Era un caos temporalmente.
- Ahora si, dime todo lo que sepas.- dije ansiosa, ni bien logré cerrar la puerta con nosotros dentro y arrojando una gran maleta entre dos sillones.
- Está bien.- contestó con un suspiro y una sonrisa en los labios. Dejó una de las cajas que cargaba y luego se estiró antes de seguir hablando. - Estaba recogiendo mis cosas en Escala, cuando escuché que alguien llegaba al departamento, pensé que era Elliot, pero cuando me asomé vi a Kate dejar su bolso en un sillón e ir hacia la cocina, supongo que ahora que Violet lo ha dejado ella ha decidido hacer su camino con mi hermano.-
- Ya no reconozco a Kate.- admití sentándome el el borde de un sillón. - Ahora no sé en que momento comenzó a mentirme y cuando perdí el poder de leer a las personas que me mentían.- Se acercó y tomó mi rostro entre sus manos para que nos miráramos a los ojos.
- No es tu culpa, cada quién toma sus decisiones, pero me temo que nos han engañado a ambos y no quiero correr más riesgos. Tengo un mal presentimiento de todo esto.- acarició mis mejillas con sus pulgares y sentí como intentaba consolarme. - Eres una buena amiga, te he visto con Violet y con Mía cuando ellas te necesitaban, sé que con Kate fue aún más lo que diste. Ahora, no es tu culpa que ella tomara la decisión de estar con mi hermano, solo ella sabe en que está pensando en este momento y lo que podemos hacer es proteger a nuestro sobrino y a nosotros mismos.-
Envolví mis brazos a su alrededor y me acobijó mientras yo permanecía tratando de fundirme con él. Acarició mi cabello y me permití tener este momento de debilidad antes de que realmente mi cerebro comenzara a pensar en una respuesta a cada problema, física y mentalmente estaba llegando a mi límite, una vez más tenía la sensación de que algo malo iba a pasar y que Christian tuviera el mismo temor no era más que una mala señal.
- Lo siento, embarré maquillaje en tu camiseta.- dije cuando me separé de su pecho.
- No pasa nada, pero ahora mismo te vez un poco extraña con tu hermoso rostro manchado.- se rió levemente y sacó de su bolsillo un pañuelo. ¿Desde cuando levaba pañuelos en el bolsillo? Nunca me había dado cuenta realmente.
- Gracias mi caballero.- me limpié un poco, aún sabiendo que debería volver a limpiarme con desmaquillante.
- Mejor, ahora puedo ver a mi mujer debajo de todo ese maquillaje.- besó mi frente y siguió acariciando mis mejillas.
- ¿No te gusta cuando me pongo esta ropa y este maquillaje?- pregunté un poco confundida.
- En realidad no, pero prefiero como luces cuando recién te levantas, esta ropa...- dijo pasando un dedo por el borde de mi escote. -Es tu escudo, te ves preciosa, sexi y letal, pero amo a la mujer que está debajo.- sin embargo siguió jugando con el escote de mi vestido mirando atento cuando tocaba el sostén que tenía debajo.
- Cariño, puedo resolver eso.- dije estirándome para desabrochar mi vestido y dejando que cayera hasta quedar atascado en mi cadera, porque aún estaba sentada.
Sentí frío cuando mi piel terminó de quedar expuesta, no es como si habría tenido mucho encima antes, pero ahora apenas había un poco de encaje y cintas que se cruzaban en mi espalda y se unían en el espacio entre mis senos. Las manos de Christian estaban suspendidas apenas a unos centímetros de mi piel y podía sentir el calor que emanaba de la punta de sus dedos. Se veía aturdido e indeciso sobre como proceder.
ESTÁS LEYENDO
¿Vivirías por mi?
FanfictionUna doble vida es difícil de llevar, pero Anastasia Steele cree que es la única opción para obtener lo mejor de ambos mundos. Su apellido la condicionó a ser parte de un sector de la sociedad bastante turbio, donde el ser mujer la hizo fortalecerse...