Capitulo 5

105 39 12
                                    


— Allen Churchill —


— 7 de enero del 2030 —

— Garden Street, E.U.A —


Vaya...

El hoy suena eterno, el pasado duele bastante al recordar aquella herida sin sanar, y el futuro atormenta con su incertidumbre que es imposible sentir ansiedad. Es sumamente horrible lo que está sucediendo, estoy cerca de la estación de ferroviaria del Este de Garden Street. Deambulo con desgana entre los mismos callejones de aquel fatídico día, y me causa nauseas recordar tal evento, pero no me dejo de culpar por mi debilidad física o mental.

¿Por qué no hice nada aquella vez?

Soy el único culpable de rostro endeble, una mirada que irradia gran temeridad y cobardía, puedo salir de este pozo sin fondo, sin embargo, me retuerzo entre la falsa comodidad de un vagón viejo rumbo al corazón de la gran manzana. No deseaba quedarme en el hospital después del bombardeo. Yo nunca pedí ser auxiliado, yo nunca quise que me llevaran a un refugio para huérfanos de guerra.

Yo nunca le pedí a Dios mantenerme con vida...

Después de 10 años, todo el ambiente conflictivo se fue calmando lentamente, aunque el tiempo de guerra fue breve, las pérdidas que se obtuvieron fueron enormes, que los años no han sabido remediar una sociedad enferma de desgracias.

Algunas cosas ya no podían arreglarse.

Tal parece que nuestra extinción se acerca más pronto de lo que creía...

No es difícil deducir una mirada triste en mi rostro, tras ver el nuevo oro que hemos ignorado, porque lo creíamos como un recurso infinito para las próximas generaciones. Cada gota es comparable a comprar una nación entera, si se habla de Garden Street, puesto que el agua es oro y si el agua vale igual que el oro, entonces, el propio oro tiene mucho mayor valor en la palma de aquel adinerado portador. El agua es tan escasa que si tienes suerte, encontrarla te haría sentirte como uno de los privilegiados, no estoy jugando, realmente la gente se está muriendo de hambre o de sed.

Los jodidos saqueadores se las han ingeniado para obstruir los suministros de agua y comida, si deseas comida o agua tienes dos opciones...

Trabajar para ellos o arrebatarles lo que alguna vez nos perteneció por derecho, aunque ambos sabemos las consecuencias de la segunda opción. Prefiero evitar los problemas, tal vez, es por esa razón por la que no quiero irme de aquí, aunque si lo pienso bien, no tengo un lugar a donde ir.

Si sigo vivo es por mera suerte, aunque realmente deseo no estarlo a veces.

Le daré una buena paliza a mi yo del pasado, por quejarse tanto de no poder hacer las cosas. Es tan sencillo mover el trasero y seguir luchando por una mejor calidad de vida, que conformarse con desperdicios que arrojan los ricos al merendar sus cenas lujosas, puesto que no queda de otra más que comerse las sobras que dejan en los depósitos de basura. Es irritante ver que los privilegiados desechan recursos alimentarios como si una barriga vacía no importara lo suficiente.

¿Quién no mueve el trasero para conseguir pan en su mesa?

Tal vez es cosa de mi pesimismo o de verdad las cosas no cambiarán en lo absoluto. Quiero ser positivo, pero este mundo ya no tiene arreglo. Mi yo del pasado, aquel inocente infante de mejillas de barro y vaqueros despintados, estaría decepcionado por como terminé, y el tipo de persona que me he convertido. Nuestro mundo no se queda atrás, realmente no sé qué fue lo que ocurrió en el exterior, pero una vaga idea me dice que no es tan lejano a la vida que muchos tenemos aquí. La sociedad se está cayendo a pedazos, aunque creo que lo ha hecho desde hace un tiempo. Lo terrible es saber que aquellos hombres de traje siguen existiendo en la ciudad de Georgetown, obviamente son privilegiados. Los privilegiados tienen comida suficiente, un hogar estable y agua de sobra, pero, ¿Las migajas del pan quién se las queda?

The Last Sun In The World (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora