Mi Angel.

Cap. 18 ¡Te amo!

Espero que les guste!! ami me gusto me parecio tierno :). deje un video para que escuchen mientras leen si quieren!!

voy a tratar de subir rapido.

gracias por leer y votar.

besos!!!!

narra camila.

El corazón me latia fuertemente, las manos me sudaban y mi cuerpo temblaba.

Estire una de mis manos para agarrar la perilla de la puerta,

la puerta 203 del hospital se abrio.

Y ya nada importaba.

Sus ojos cerrados me dio tiempo de mirarlo sin vergüenza, examinar cada bello rasgo de su perfecto rostro, su pelo estaba escondido debajo de la venda, su torso desnudo estaba tapado por apenas unas sabanas color blanca.

Cerre la puerta y sus ojos alumbraron toda la habitación, su mirada de dulzura me hizo sentir querida, me miro una y otra vez de arriba abajo, provocando que me sonroje.

No me importaba si estaba despeinada o mal vestida. Eso no importaba, eramos nosotros lo que importaba.

Intento sentarse pero un dolor que se noto en su rostro no lo dejo.

Me fui acercando a el en silencio, con una sonrisa.

Nuestras miradas no se separaban.

Y cuando al fin llegue a su lado me tomo delicadamente mi mano el contacto de nuestras pieles hicieron acelerar aun mas mi corazón.

Me sente a su lado y le dije todo lo que hace tiempo sentía en mi corazón

-          Sos mi angel guardián, que entraste en mi vida para salvarme, para darme felicidad, que me ayudastes en todo lo que necesite, y que soportaste mas de una de mis locuras. Quisiera ser diferente, ser una chica perfecta para ti y darte todo lo que vos te mereces…

Angel poso uno de sus dedos en mis labios para que no siguiera hablando, yo ya comenzaba a tener lagrimas en mis ojos.

-          Shh… sos perfecta, ¿sabes porque?.- negué con la cabeza.- por que no existe en la tierra otra mujer que me haga sentir todo lo que vos me haces sentir.

Y aunque note dolor en su rostro no le importo sentarse, para que nuestros rostros quedaran a la misma altura.

Y yo como siempre comencé a llorar, no llore de tristeza, esa vez no.

Su cercanía me llenaba de paz, y después de tantos meses de dolor, ese llanto era de felicidad, una felicidad extraña, porque aun dentro de mi seguía ese vacio imposible de rellenar por que una hermana y una madre nunca pueden ser remplazadas.

Con la yemas de sus dedos seco una a una  mis lagrimas.

Y poco a poco se fue acercándome a mi, sus ojos se cerraron al igual que los mios.

Nuestros alientos se mezclaron, y suavemente senti el rose de sus labios, calidos, dulces, y llenos de amor.

Despacio el rose se transformo en un beso, un beso inolvidable, tierno, sin apuros sin medidas de tiempo, sin ataduras, sin pensar en lo vendría, porque eso no importaba, no, si desde en ese instantes nos tendríamos el uno al otro.

Sus manos posadas en mis mejillas se fueron deslizando hacia mi cintura, y mis brazos se posaron por detrás de su cuello.

El beso se fue tornando mas intenso, sintiendo cuanto quería uno al otro, sintiendo cuanto era que deseábamos ese instante, que mas de una vez nos habían interrumpido, pero por fin lo habíamos logrado decirnos cuanto nos queríamos con el simple contacto de nuestros labios.

-          Te amo.- no pude retener esas dos tan simples palabras que por separado no tienen sentido, pero juntas era una cuarta parte de lo que sentía por angel. Porque un te amo no abarcaba cada sentimiento que mi bombero me hacia sentir.

-          Te amo.- fue la respuesta mas dulce y sincera que recibí.

Y como si despertábamos de un sueño hermoso fuimos abriendo los ojos.

Y ahí estábamos los dos en una simple habitación de un hospital sintiendo un amor único, abrazados y sonriéndonos como dos idiotas.

Dos idiotas totalmente enamorados que pedían un poco de tranquilidad, paz y una vida juntos.

Me abriese encantado ir corriendo a mi casa y acostarme sobre la cama de mis padres, y contarles a laura y a mi mama el cuento de amor que estaba viviendo.

Pero me di cuenta que estén donde estén me estaban viendo y eso hizo que ese instante sea aun mas perfecto.

Angel sin permiso entro en mi vida, sacándome de la oscuridad en la que me encontraba sanado heridas que pensé que jamás podrían sanar, me enseño mas cosas de las que en aquel instante me había dado cuenta.

Y todo lo logro entregándome su amor, su ternura, su paciencia.

El es mi amor, mi vida, MI ANGEL.