— ¡Bro! Te di el frasco equivocado — la preocupada voz de Shorter solo irritaba más a Ash.
— ¿¡No me digas!? —
— ¿Eso fue sarcasmo? — respiro y contó hasta 10 para relajarse antes de perder el control y estrellar el móvil contra la pared.
— CLARO QUE LO FUE IDIOTA. Estoy en el hospital con Eiji, ¿Que mierdas era eso? —
— ... — no escucho nada por unos segundos, pues el peli morado estaba un poco dudoso sobre soltar esa "información confidencial — Es... La "medicina" para adelgazar de Yue —
— ¿Tu novio adelgaza cagando? — ahora tenía con que chantajear al chino que lo acosaba.
— Si, pero Shhhhh no se lo digas a nadie o me va a matar — la preocupación del de gafas oscuras se podía sentir a kilómetros. Aunque el echo de que la diva de Yut-lung lo amenazara a muerte no era su verdadera preocupación, lo que realmente le atormentaba a este es que fuera a dejarlo en abstinencia.
— Lo usaré sólo si es necesario — luego una interrogante cruzó por el alborotado pero brillante cerebro del americano — ¿Cómo te diste cuenta de que eran los frascos equivocados? Acaso... —
— Si — interrumpió su mejor amigo — Tuvimos 12 rondas. Sin parar —
— Que asco —
— Al menos yo no estoy en el hospital por querer drogar a mi novio con un afrodisíaco que al final resultó siendo un laxante porque el estupido de mi mejor amigo confundió los frascos — touché.
— Anyway — colgo la llamada.
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