Afloja El Hoyo [TERMINADA]

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Y bueno básicamente Eiji estaba convulsionando en el suelo con todos alrededor viendo el "espectáculo".

Aunque no era nada de que alarmarse, era típico que pasaran ese tipo de cosas en la fiestas de Yut, en toda la noche ya iban como 14 muertos. Uno más uno menos, no haría la diferencia, por lo que la gente le resto importancia y siguieron bailando.

¿Es normal que te salga espuma de la boca mientras convulsionas?

Shorter le dió un sape a Ash para que esté reaccionará, pues parecía que aún estaba en shock y más por lo que estaba pasando ahora. Gracias a Dios el golpe hizo efecto al instante, inmediatamente Ash se coloca al lado de Eiji y trato de ponerlo de lado para que pudiera respirar.

— Shorter, ¿Cual es el hospital más cercano?

— Mmmmm... El central

Mierda. Ese hospital no. No podían ahí ir o el doctor metiche les joderia la vida.

— ¿Otro hospital?

— Déjame ver — saco su celular y busco en Google maps lo más rápido que pudo — Está Monterrey Park, esta a 30 minutos si nos saltamos todas las leyes de tránsito —

— Oigan ¿Y si mejor vamos escogiendo la canción para que bailen los negritos con el ataúd del gato ese... Digo, de Eiji? — ahora fue Yut-lung quien recibió un sape por parte de Sign — ¡NO TE ATREVAS A TOCARME OTRA VEZ MARICA! — y como siempre, no se quedó atrás y devolvió el ataque verbalmente.

— Es tu culpa que esté así — sentencio el chino menor, cosa que no pasó desapercibida por el de ojos jade. Le dedicó una mirada asesina al culpable de la situación de Eiji y este en respuesta le saco el dedo medio.

— Yo lo decía porque Eiji ya se ve más pa' lla que pa' ca — volvió a hablar nuevamente Yut mientras señalaba al nipón divertido.

Tenía razón. Había dejado de convulsionar y echar espuma de la boca, pero ahora se veía morado.

El rubio tomo en brazos a Eiji — ¡TENEMOS QUE IRNOS YA! — dijo al chico de extravagante cabello morado, quien solo asintió escuchando tras de si las múltiples maldiciones que su "novio" le lanzaba por dejarlo solo e irse con el gato japonés y su crush no correspondido.

Los tres salieron con dificultad de entre la multitud y cuando estaban en el estacionamiento se dieron cuenta de un pequeño detalle.

— Bro, no tengo auto

— ¡Carajo Shorter! — grito exasperado.

¿Será este el fin del nipón?

— Sube, no hay tiempo que perder — una camioneta negra paro justo enfrente de ellos.

— ¿Blanca?

— No, negra fíjate — dijo en tono sarcástico, ¿Porque las gente siempre pregunta lo obvio? — Después preguntas, sube o se te muere — así lo hizo.

El americano subió con Eiji aún en brazos e inmediatamente Blanca arrancó a toda velocidad, dejando a un Shorter preocupado.

— Espero que todavía no se haya acabado el ceviche — si, esa era su preocupación. Regreso a la fiesta.

En el camino tuvieron algunos inconvenientes ya que el hombre mayor no sabía dónde quedaba el hospital de Monterrey Park, pero aún así llegaron a emergencias dónde rápidamente fueron atendidos.

Paz y tranquilidad para la mente de Ash; el amor de su vida ya estaba siendo atendido y sobre todo porque no tendría que lidiar con ese doctor metiche.

— ¿Tu otra vez?

Abrió la boca demasiado pronto.