Blanca a estás alturas de su vida se preguntaba porque seguía resolviendo los problemas de su no hijo.
— Han estado en el hospital como seis veces, una vez en la cárcel, ya llevan una infidelidad accidental y un doctor metiche. Esto solo puede acabar de dos manera diferentes: con cadena perpetua o en un ataúd, ¿Entiendes la gravedad del caso?
— Suelta de una vez tu plan y métete tus sermones
El plan de Blanca era fetichista pero según el era la única manera de protegerlos contra el demonio cuando estuvieran haciendo sus deberes de pareja. Consistía en vigilarlos mientras follaban y así evitar cualquier caída, golpe, trances postraumáticos de la infancia o tendencias suicidas.
Se encontraban reunidos todos en la habitación de aquella pareja interracial.
— Ash hermano... Llevamos como 6 minutos esperando a que se te pare
— ¿Quien mierdas invito al traidor? — pregunto en general el rubio.
— Ammmm... Tu mismo — contesto Eiji.
— ¿Quien invitó al infiel? — se metió Yut-lung para sembrar discordia.
— ¡Oye no te metas con mi infiel! — defendió el americano.
— ¡ASLAN! — grito furioso el nipón.
— ¿Que?. Yo sé que estabas drogado pero me molesta, sin embargó sigo amándote mi infiel hermoso
El pelinegro indignado le dió una cachetada al de ojos jade y salió del cuarto.
— No jodas, se te paro con la cachetada — Caín puso cara de asco.
— Deja de ver mi miembro — se bajó de la cama y fue en busca del Okumura.
Se encontraba en la cocina sirviéndose una taza de café para los nervios.
— Ei-chan, ¿Podemos hablar?
— Últimamente solo piensas con tu cabeza de abajo. Todo se a vuelto complicado desde que ese demonio apareció. Me estoy cansando de toda está... Esta... ESTA MIERDA — sacando todo su descontento tiro la taza al suelo, pero no calculo bien porque en lugar de caer en este directamente primero rebotó en el pie del nipón, derramando encima la caliente bebida. Ciertamente esto le ardió pero no era momento de flaquear.
Desde otro ángulo estaba Aslan quien estaba más preocupado por haber escuchado a Eiji decir la "M word". Era la tercera vez que lo veía así de enojado y como dice el código de hombres: "Más vale echarte toda la culpa a ti mismo y pedir perdón aunque el otro o ambos tengan la culpa".
— Tienes razón, yo tengo la culpa de todo y te pido perdón
— NO USES EL CÓDIGO EN ESTO
— TU BESASTE A MI MEJOR AMIGO
— INVOCASTE A UN DEMONIO QUE NO NOS DEJA EN PAZ
— AL MENOS EL DEMONIO ME IMPIDE SER INFIEL
Los gritos se escuchaban por todo el edificio.
— ME DROGARON
— TU ACEPTASTE
— Me manipularon verbalmente que es una cosa distinta... Además no tienes derecho a reclamarme sobre eso cuando ni siquiera puedes romper la invocación que tú mismo realizaste
— Estoy tratando de solucionarlo pero tú no cooperas
— ¿Y tú gran solución es que nuestros amigos y conocidos nos vean fornicar?
— Al menos yo si aporto ideas no como tú — por un momento Ash perdió los estribos y le dió un empujón al nipón con toda la intensión de hacerlo caer. El pelinegro cayó sentado sobre la bebida antes desparramada por su irá, menos mal ya estaba tibia.
Como el ser humano imperfecto que es el americano, se dió cuenta que la había cargado hasta que vio el poco de mierda que había dejado.
El mayor se levantó del suelo sin decir una palabra.
— E-eiji p-perdoname, no estaba pensando con claridad y tú también tienes la culpa por hacerme enojar... — todo paso en cámara lenta, la suave mano hecha un puño de su amado reventando contra su cara.
— Yo también soy un hombre Aslan
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Hola amixesssssss!!!
Aqui reportándome con un nuevo capítulo (al fin). Les juro que me remordia la conciencia por no haber actualizado pero es que enserio tenía muchas tareas tanto de la escuela como en la casa y ahora mandé todo eso a la mierda y gracias a eso pude terminar el capítulo que ya tenía medio escrito.