Capítulo 4

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Salió de la ducha secándose un poco el cabello con una toalla extra. Realmente necesitaba las gotas de agua fría sobre su cuerpo para despejar su mente de lo que lo mantenía tan desconcertado.
A veces no entendía cómo había cambiado tanto de un niño callado y agresivo a alguien más calmado y hasta un poco idiota.

Volvió su vista a Naruto, quien aún dormía. Aquella amistad había sido una de las razones de su cambio. A pesar de que el rubio fuera un chico bastante bullicioso y muy hablador, sus palabras podían hacer reflexionar a cualquiera.

Se dirigió al armario y buscó alguna ropa para ponerse esa noche. Tenía entendido que Naruto quería que hicieran más amigos, en ese caso debía dar buena impresión. Sin embargo, no tenía nada muy interesante, pues toda su ropa era de tonos oscuros.
Pero finalmente se decidió por llevar unos pantalones grises, una polera con mangas guinda y sneakers negros. Se llevó toda su ropa de vuelta al baño, pues no quería ser sorprendido a medio vestir si su amigo despertaba.

Una vez completamente vestido y con el cabello más seco salió del baño, y como se lo esperaba, el flojo de Naruto seguía dormido.

Miró la hora, pronto darían las 18:00. La hora de la cena empezaba desde las 19:00, y la fiesta sería a las 20:00. Lo mejor sería despertarlo.
Sin embargo, antes de poder hacerlo escuchó su celular, al parecer le había llegado un mensaje.

17:48: Temari: Hola, Gaara, ¿todo bien? ¿Irás a la fiesta?
Se trataba de su hermana, ella como siempre era tan atenta con él, aunque a veces le molestaba.

17:49: Estoy bien. Sí, iré.
Respondió. Al segundo recibió respuesta.

17:49: Temari: ¡Genial! ¿Quieres que te acompañemos?

17:49: No, iré con Naruto.

17:50: Temari: Ah, entonces nos vemos ahí.

Gaara guardó su celular en uno de los bolsillos de su pantalón y se dispusó a levantar a su amigo. Se acercó lentamente y posó su mano sobre el hombro contrario mientras lo movía un poco.

-Naruto-dijo.

El nombrado seguía roncando.

-Naruto- repitió, pero éste no despertaba.

Volteó a su escritorio donde posaba una maceta con un pequeño cáctus. Sacó un poco de arena de ahí y se la tiró en la cara al rubio, quien despertó al momento porque se le había metido un poco a la boca.

-¡Puaj! ¡¿Qué pasa?!- se quejó antes de llevar sus dedos a su lengua para quitarse toda la arena.

-Ya será hora- mencionó el pelirrojo cruzado de brazos. Naruto miró hacia el reloj, dándose cuenta la hora que era.

-¿Cuánto tiempo me quedé dormido?-preguntó perplejo.

-Toda la tarde- respondió sin siquiera mirarlo a los ojos.

-¡Ahg, rayos!-exclamó levantándose de un golpe y corriendo al armario para cambiarse de ropa.

-Por lo menos deberías darte un baño-bufó el pelirrojo.

Naruto comenzó a olfatearse por debajo de los brazos y miró al más pálido.
-Nah, tampoco huelo tan mal-dijo antes de unas risas. Gaara rodó los ojos ante tal acto.

Una vez completamente listos, salieron de camino al comedor de la universidad para cenar, tiempo en el que Naruto no dejó de hablar sobre su emoción por aquella fiesta y lo tanto que esperaba divertirse junto a su amigo y conocer a más personas.

El rubio estaba muy decidido en dejar su nombre bien marcado por todo el lugar, es algo que lo caracterizaba, siempre quiso ser reconocido como un grande, y nunca se rendiría hasta lograrlo.
Gaara solo se limitó a escuchar todo lo que su amigo tenía que decir, aunque era una historia que ya conocía de hace mucho, pues solía decir lo mismo en la secundaria.

One of those Days || Gaalee/LeegaaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora