Corazón de Cristal - Capítulo Final: "Hogar"

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Si dar por sentado fuese un pecado, probablemente ya hubiese perdido mi alma. Era lo más seguro. Desde la edad en que me establecería en una relación (cerca de los treinta años), hasta el escalafón al cual quería alcanzar en lo profesional, la cantidad de hijos que quería tener, hasta cómo sería mi casa soñada, todo eso estaba planificado según mis expectativas.

Pero para mi sorpresa, heme aquí: Aún me encontraba a unos cuantos años de los treinta y ya estaba más que comprometida en una relación (aunque no con anillo ni esas cosas trilladas), no con algún médico ni con un enfermero, como pensé que iba a terminar. Sino con un hombre que en un principio fuera mi paciente, y que al día de hoy me había hecho crecer más que cualquier relación que haya tenido en un pasado.

No me había mudado a un cómodo loft en el centro de Port Angeles de estilo industrial, pero estaba más que enamorada de esa vieja casa que habían remodelado para mí las personas que se habían convertido en mi nueva familia. Tampoco había tenido los tres hijos que esperaba, y hasta ahora era uno de esos aspectos en mi lista de propósitos de vida que no me importaba que no se hubiesen cumplido aún. El tema me seguía incomodando demasiado en este punto de mi relación con Edward, simplemente no estábamos preparados para afrontar algo así juntos. Y el resto de mis puntos era intrascendente de allí en adelante.

No podía dejar de pensar en ello una mañana en la que permanecía con una caliente taza de té entre las manos mientras observaba a Winter corretear en mi patio trasero en el cual ya había una ligera capa de nieve cubriéndolo todo. Daba saltos, olfateaba el jardín mustio ahora por el frío, y retozaba en los copos que habían caído la noche anterior.

Una perra. En concreto: una huskie. No contaba con algo así en mi lista. Esperaba que en algún punto fuese un gato, porque era más práctico y menos dependiente. Perfecto para el estilo de vida que había creado para mí en el pasado. Era como si un extraño la hubiese dibujado y yo solo me hubiese limitado a darle el visto bueno e intentar cumplir con lo que esa persona, y la sociedad en líneas generales, esperaban de mí.

Sobre mis hombros reposaba una gran responsabilidad al encabezar junto con Carlisle la construcción de la fundación para chicos especiales en Forks. A veces resultaba en demasiado trabajo, pero por alguna razón nunca se había sentido realmente como un verdadero peso en mis hombros.

Abrí las puertas francesas de la casa y entré. El frío comenzaba a ser demasiado para mí, incluso con mis numerosas capas de prendas abrigadas. Lavé mi taza y luego estuve dando unas vueltas alrededor de la alacena y el refrigerador antes decidirme a hacer unos panqueques de desayuno. Edward no tardaría en despertar y lo más seguro es que despertara con el apetito de un oso.

Winter rasguñó el vidrio de las puertas, lo cual era un indicativo que ya estaba harta de jugar afuera o que estaba demasiado hambrienta. Y luego de un plato de su comida favorita, yacía estirada junto a la isla de la cocina en donde solía echarse justo al lado de las piernas de Edward. Era una especie de rutina doméstica que se había creado casi sin darnos cuenta, y lo amaba.

Las habilidades domésticas de Edward variaban con mayor o menor éxito, pero cuando se trataba de cocinar eran casi nulas. No lograba mantener el interés lo suficiente como para que las preparaciones no sufrieran al calor del fuego; y luego de unas cuantas comidas chamuscadas finalmente nos dimos por vencidos. Él tenía un montón de talentos, pero no frente a los fogones precisamente. A menos que habláramos de sándwiches, ahí no había quién le ganara. Luego de analizarlo un poco, llegué a la conclusión de que, como todo en su desarrollo, se trataba de algo muy sensorial. Él amaba ir construyendo algo que le resultara llamativo a sus sentidos: tocar la suavidad del pan y sentir lo fresco de los vegetales, deleitarse en los olores de su composición y finalmente saborear el conjunto de sabores y texturas.

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⏰ Última actualización: Apr 02, 2020 ⏰

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