Capitulo 22 - Introducción

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Si lo piensas, los camerinos no eran tan terribles

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Si lo piensas, los camerinos no eran tan terribles. Después de todo, es mejor estar ahí resguardada que salir con los viejos pedofilos. Mínimo podías apasionarte viendo los vestuarios, tacones, maquillaje y más. Asimismo, a comparación de la pista principal las luces de ese espacio no te arruinaban la córnea. Además, la música no resonaba de manera masiva en los camerinos, brindando una gran paz.

Pues todo lo anterior no aplicaba para las protagonistas, quienes se encontraban en ese espacio. Las tres miraban asqueadas con todo el proceso. Literal veían menores de edad arreglándose para el show. Para que mentir, también podían oler cierta esencia...pecadora. No era necesario oler a semen, había un olor característico de tales contactos sexuales.

Ese era el aroma único del pecado. Ellas lo sabían y se les revolvía el estómago sabe que en algún punto sería su turno. Podían contar las horas, minutos y segundos que les quedaba por quedar puras. Les causaba incertidumbre saber con qué viejo entregarían su cuerpo o por otro lado, si entregarse con Gaster. Cualquier opción era mala. En el caso ideal deberían escapar pero vamos, eran menores de edad contra un veterano en este tipo de industrias.

Eso no era lo peor, habría que considerar que harían esto incontables veces. Si ya de por si es un trauma una primera vez con un completo extraño y vendiéndote, esa no sería la única vez.

No contaban con expresión alguna, no sabían que sentir sabiendo todo lo anterior. Habían sacado todas sus lágrimas hace algunos minutos, pero ahora estaban secas. Todas tenían la mirada perdida, era raro pero ¿ya no tenían miedo? Era esperado, ya sabían su destino. Sabían cómo terminarían, tenían certeza de cómo será su futuro. Les guste o no, lo tenían que aceptar.

La desesperación hizo de las suyas, las ato a una horrible realidad. Lo peor del caso, es que advertencias hubo varias. No podían dejar de pensar lo cuan amable fue Lust con ellas. No les advirtió una, sino varias veces. Les recordaba que no debían ir primeramente a esa calle y peor, con amigas.

Ciertamente el que ella las metería a este lugar, lo tenían merecido. Evidentemente si no paraban de joder y de jugar con la paciencia de la morada, tendrían sus consecuencias.

Lo único que las mantenía esperanzadas...era el dinero. Joder, se sentían tan horriblemente materialistas. Ellas apreciaban los valores de la vida y de las personas. Jamás pensarían que en algún punto de su vida el dinero importaría más que su integridad como chicas.

-Ajujuju~ que caras más largas tienen ustedes tres- Una desconocida se acercó hacia ellas con una risa única. Las tres miraron a la mayor confundidas. No podían creer como todas las trabajadoras podían vivir tan tranquilamente. -¿Y usted...?- Quién habló fue la amarilla elevando una ceja esperando una explicación a su aparición.

Veneno (Fallen Star Sans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora