Hay gente con varias prioridades, algunos van al nivel de dar lo que sea por simplemente salir adelante.
Dream, Ink y Blue fueron 3 estudiantes que quedaron a la intemperie. Todo lo que tendrán que hacer, es sobrevivir. La pregunta sería, ¿a qué ni...
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La música resonaba en todas las paredes de esa pista. Las únicas voces que se escuchaban eran de los señores silbando o animando a las bailarinas ya sea en la pista o con bailes exclusivos.
Bien, podían decir que ya sabían que hacer pero en realidad no tenían ni la más remota idea de cómo empezar. Simplemente volteaban a todos lados pero no sabían a dónde caminar. No querían ser el centro de atención aún siendo aprendices en esto.
Buscaban como sea algún hombre libre pero parecía que todos estaban enfocados en ciertas bailarinas. Cierto, habían olvidado que ciertos clientes tendrían ya un vínculo con alguna de ellas por ser clientes frecuentes. Después de todo, algunos se enganchan con su favorita e irían al club solamente por ella.
No obstante, aunque trataban de normalizar lo que veían, no podían hacerlo. No se imaginaban que cada una de ellas fueran menores de edad seduciendo a hombres. Eran a duras penas niñas que recién conocían o exploraban su sexualidad, no deberían de estar aquí explotando su sexualidad.
No pudieron evitar sentir empatía. Querían sentirse como salvadoras, buscaban alguna chica incómoda para rescatarla y ellas recibir el trato. Con lo que no contaban era que...ninguna se veía infeliz o incómoda.
Todas parecían ser unas expertas, sabían actuar demasiado bien. Obviamente no le encontraban placer hacer esto pero si lo fingían excepcionalmente. Hasta ellas mismas pensaban que les gustaba lo que hacían.
Wow...lo que implicaba ser una víctima en este mundo. Ahora entendían por que Gaster remarcó mucho la idea de tener un alter ego. Al final de cuentas, nadie tenía que saber que este establecimiento yacía una cantidad abismal de crímenes sexuales y por si fuera poco, con menores.
-Ehhh...chicas, ¿se encuentran bien?- Preguntó un sujeto con voz muy grave, preocupado al ver las chicas congeladas en medio del lugar. Era visiblemente mayor que ellas de tamaño y de edad. No obstante, no parecía ser un mal tipo. Las chicas se miraron entre sí, no sabían en quien confiar. Muffet dejó muy mala impresión acerca de los trabajadores. -Tranquilas, no soy un cliente. No les haré nada- Comentó despreocupado mientras hacía su trabajo.
Las chicas suspiraron un tanto aliviadas. Sinceramente aún no estaban listas para hacer presentación, probablemente una platica las relaje más. Las tres se acercaron y tomaron asiento. -Somos nuevas, es nuestro primer día...y de verdad que no sabemos qué hacer- Afirmó Dream un poco triste. -Oh, así que son aprendices. Dios...mil disculpas- Mencionó mirando con pena a las tres. Al notar la visible confusión de ellas, ofreció una explicación. -Todos los trabajadores sabemos que todas las chicas son menores. Obviamente no sabrán que hacer- Comentó suspirando.
