aunque no lo crean, es tan sencillo confundir el odio con el amor. son sentimientos tan fuertes, tan profundos que nadie creería si dijéramos que odiamos a alguien que en realidad amamos. muchas veces se nos hace increíblemente molesto, sentirlo. pero lo que en realidad sentimos es ese amor, tan verde. tan puro sin madurar, lleno de miedo. miedo a no ser correspondido y miedo a lo que sentimos. miedo a desbordarnos, a perder el control; y que difícil se nos hace sentir con intensidad. preferimos negarlo y olvidarlo. preferimos alejar a esa persona que tantas cosas nos causa. nos enojamos con nosotros mismos por querer mantener cegado, oculto lo que nos pasa. nos enojamos con el mundo y esa mezcla de sentimientos es tan fácil de confundir con el odio. se genera una contradicción destructiva en nuestro interior. aveces en el acto de amar odiamos y en el de rechazar deseamos.
pero todo llega a su tiempo y en su momento. cuando estamos listos para asumir lo que nos pasa, para dejar de fingir y ser quien realmente somos. abrirse al sentimiento mas puro y extraordinario... el amor. pero eso es algo que nuestras chicas aun no entenderían o no estaban del todo preparadas para asumir a viva voz.
con el paso de los días Emma se iba recuperando con una enfermera particular que estaba feliz de poder cuidarla y mimarla en la ausencia de Mary Margaret. pero al volver al colegio, Regina estaba ansiosa por volver a compartir su rutinaria vida con la rubia y expectante de lo que pasaría en público. era algo que no había querido discutir, por miedo. como siempre.
lo cierto es que dejaron que todo sucediera sin presionar nada. encuentros a escondidas, besos y caricias robados. risas cómplices y miradas cargadas de palabras no dichas.
La relación de amistad de la rubia con Killian, august y Ruby se fue fortaleciendo y la chica tímida, ahora sentía confianza y comenzaban a ocupar un lugar muy importante en su vida.
charlando en el pasillo que lleva al salón de danzas, mientras esperaba a Regina. reía y disfrutaba con las locas ideas de Killian, con las peleas tontas de august y Ruby. sin saber que era observada por la morena.
Regina amaba verla así, tan cambiada. le gustaba ser espectadora en la vida de Emma. verla ahí sonriendo y charlando con sus amigos. le hizo entender que la quería ver siempre así. queria que esa hermosa niña fuera feliz, siempre. solo pudo sonreír a distancia.
_"a esa misma sonrisa me refería" -le susurra Robin al oído-
_"Robin"-se saludan-
_"my lady" -Regina pone los ojos en blanco-
El chico se coloca al lado de la morena mirando en la misma dirección que ella. sin despegar la vista de la rubia. Robin la mira en silencio y Regina parece entender algo.
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La misma tormenta
RomanceSwan Queen. AU. Emma y Regina son dos adolescentes, compañeras de instituto. Separadas por el odio, la envidia y la soledad. cuando una tormenta termina por acercarlas mas de lo imaginado, demostrándoles que no son tan diferentes como ellas creen, s...