(Janis)
-Director, solo están bromeando.
Hablo el amigo del pervertido apareciendo de golpe por detrás de nosotros.
-Si eso es, director, solo jugábamos –dice Emmet el pervertido poniendo un brazo por encima de mis hombros.
La cara del director pasaba de unos a otros, ya que la gente se quedaba parada mirándonos, incluso la gente había salido de sus clases a mirar. Cotillas. Y como no podía faltar Mick salió también y se puso a mi lado.
-No la encubráis. Si perdonáis la violencia solo hará que el bullying sea peor –les dijo sin apartar su desafiante mirada de mí.
Podía notar como quería echarme ya de esta facultad.
Y cuando iba a poner en marcha hacia el despacho, salto el amigo de Emmet.
-No ha pasado nada, de verdad. Lo sentimos si lo hemos hecho malentender.
-Si es así, Keith. Lo dejare pasar por esta vez –dijo con rabia, por no poder haberse salido con la suya. Me señalo con el dedo antes de decir- y tú, mejor ten cuidado porque no volveré a pasar ni una. Y los demás ¿Qué pasa? ¿No tenéis clase? Id a vuestras aulas.
Y todo el mundo entro en sus clases, y el director se fue. En el pasillo quedamos nosotros cuatro, los del atletismo y Mick y yo.
Por fin sabía ya el nombre de los dos pesados del atletismo. Emmet el pervertido y Keith el amigo del pervertido.
-Por los pelos –suelta Emmet- Realmente estas en su radar, que mala suerte tienes.
Le mire fijamente deseando tener rayos laser en los ojos para poder fulminarle. De verdad que se lo estaba ganando.
-Pero es normal, os transferisteis aquí porque tuvisteis una pelea con algunas personas. Y él realmente odia la violencia aquí.
-Piérdete, antes de que te saque los intestinos y te los haga tragar –dije empujándolo.
-Cálmate –dijo Keith llamando la atención de los tres- Ya que te he salvado esta vez ¿podrías, por lo menos, venir a ver el club, no?
-¿Por qué tendría que hacerlo? –pregunto encarándome a él.
-Porque te he ayudado, además solo te pido que mires, no que te apuntes.
Al final acabamos accediendo. Porque no perdíamos nada por ir a verlo. Esperaba que por lo menos después de esto me dejaran en paz.
Mick también nos acompañó y nos estuvieron enseñando como entrenaban y todo. La verdad es que a mí no me llamo para nada la atención. Solo quería acabar con este paripé lo más rápido posible.
-¿Qué opinas? ¿Quieres unirte al club? –me pregunto Emmet.
Me lo quede mirando levantando una ceja. ¿De verdad creía que quería unirme? Si ni siquiera sabía porque había ido a mirar.
Todos los del equipo estaban empezando a acercarse, para ver qué pasaba, ya que el capitán estaba hablando conmigo. Panda de cotillas.
-Vamos ¿O acaso tenéis algo mejor que hacer después de clase? Podéis venir aquí y hacer deporte juntos. Es divertido –dijo sonriendo.
Me daban ganas de decirle "si tengo algo mejor que hacer. No verte la cara". ¿Acaso nunca se le borraba esa estúpida sonrisa?
-¿Qué tiene esto de divertido? –me encare a él.
Todos los del equipo empezaron a exclamar como con precaución por si venia una pelea, pero Keith los paro con la mirada.
-No me miréis así que ha sido él quien ha estado molestándome –dije ignorándolos.
-Es mi culpa –dijo de golpe Keith- por tener una impresión equivocada de ti. No hay nada que consideres importante ¿verdad?
-¿Qué has dicho? –pregunte enfadada.
¿Qué derecho tenía el a decir algo así, sin conocerme de nada?
-Porque no te importa nada no sabes lo que significa apreciar algo. Nunca trabajas por nada ¿no?
Me estaba poniendo negra con esa actitud de lo sé todo cuando no sabe nada.
-¿Apreciar qué? ¿Quieres que aprecie una valla de salto? –Dije señalando hacia la pista, que era donde estaban- Solo sois un puñado de personas corriendo sin un objetivo, como pollos sin cabeza.
De repente uno de los del equipo se me planto delante y me empujo con fuerza hacia atrás. No me caí pero me hizo retroceder un paso. Mientras me decía.
-¿Qué has dicho, imbécil?
Yo iba a devolver el golpe cuando Mick me cogió y al otro lo paro Keith.
-Cálmate, David. Es suficiente –le dijo seriamente.
Cuando Keith se volvió de vuelta hacia nosotros me solté de Mick.
-Mejor iros, por favor –nos dijo Keith antes de dirigirse al equipo- Sigan con el entrenamiento.
-Esto es estúpido –murmure y me gire con la intención de irme.
Pero parece que mis palabras picaron a Keith ya que me volvió a llamar.
-Hey. Todo el mundo puede correr, pero no todos corremos para huir.
Eso fue la gota que colmó el vaso. Elimine la distancia que nos separaba y lo agarre de la solapa de la camiseta.
-¿Qué has dicho cerdo?
Todos empezaron a moverse pero entre Mick y Emmet impidieron que se acercaran. Además Keith extendió el brazo para hacerles una señal para que se quedaran dónde están.
-¿Solo puedes resolver el problema con una pelea?
Eso era un golpe bajo. Lo fulmine con la mirada y lo solté. Hasta Mick se sorprendió. Me fui de allí corriendo, Mick me siguió. Pude notar la mirada de todos hasta que estuve fuera de su alcance.
Mick me dio alcance en mitad de las escaleras. Me cogió de la manga.
-No me cojas. No estoy de humor –dije parándome.
-Puedo reunir gente para darles una paliza. Sobre todo a Keith –dijo para animarme. Obviamente lo decía de mentira- Me ha sorprendido que te rindieras ¿Estas enferma?
-¿Por qué me molestas tú también? Regresa a la otra facultad –bajo la mirada como avergonzado. No tiene remedio- De verdad que aún no te entiendo. Solo fui expulsada yo ¿Por qué estas tu aquí?
-Temía que te sintieras sola –dice sonriendo- fuiste expulsada por mi culpa.
-Como sea –dije siguiendo mi camino.
-Espera, ¿Lo vas a dejar ir así de fácil? –pregunto.
-Como sigas molestándome serás tú quien reciba –dije en broma antes de irme hacia los dormitorios.
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Llegando a la meta
RomanceKeith fue un excelente corredor de atletismo en el pasado, pero tuvo que renunciar a sus sueños debido a una lesión en su rodilla. A pesar de todo él el sigue en el equipo con la ilusión de cumplir su sueño. Conoce a Janis, una chica con muy mal gen...