Capítulo 11

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(Keith)


Ayer probé algo de la comida de mi hermana. Más mala y la podrían declarar como tortura. No podía entender como Janis había comido todo ese taper.

También le tuve que contar a Janis que esto de que mi hermana le cocinara era porque le gustaba, aparte de agradecerle la ayuda. Le confesé que mi hermana es lesbiana y por eso ha sufrido mucho en su clase.

La verdad es que me encanto la respuesta de Janis. Contesto que las chicas no tendrían que meterse con ella porque así habría más chicos para ellas mismas, que los que tendrían que estar preocupados serias los chicos por perder a su novia por mi hermana.

Por supuesto Janis me dejo claro que ella no es lesbiana, es hetero.

Yo me encontraba en la sala del club de atletismo. Cuando entro mi hermana seguida de Mick.

-Ahora tú te ocuparas de apuntar el rendimiento de los del equipo –le decía Nina.

-No... -se quejó Mick- eso es muy molesto.

-Es eso o entrenar con los demás.

-Has dicho apuntar el rendimiento ¿no? –Dijo cogiendo los papeles- es lo más fácil.

Mick salió sonriendo de la sala y entonces Nina noto que estaba allí y se acercó corriendo.

-¿Ha preguntado por mí? –Pregunto zarandeando mi brazo- ¿Le gusto la comida que le hice? ¿Cuál es su comida favorita?

-Ven aquí. Siéntate –la guie hasta la silla.

-¿Qué pasa? –pregunto sentándose.

-Déjame preguntarte ¿Qué es lo que le cocinaste? ¿Lo probaste antes de dármelo?

-Claro que no la probé. Pero se veía delicioso ¿Verdad? Si probara todo lo que cocino engordaría.

Solo pude pasarme la mano por la cara para acabar tirándome el pelo hacia atrás mientras suspiraba.

-¿Qué pasa? ¿No le ha gustado?

-No lo sé –mentí.

Lo tenía grabado en video, pero no se lo iba a enseñar a mi hermana por nada del mundo.

-Pues no te preocupes, le seguiré cocinando todos los días.

-¿Qué? –pregunte incrédulo.

-Así algún día averiguare cuál es su comida favorita –dijo sonriendo como si tuviera un plan maligno.

-Janis está realmente ocupada con las clases y los entrenamientos. No tiene tiempo para ti.

-Ese no es problema, porque yo si tengo tiempo para ella. Me tendrás que ayudar, tendrás que llevarle la comida por mí. Es tan guapa...

Estaba empezando a alucinar cuando entro Emmet corriendo.

-Chicos, chicos. Janis se ha desmayado.

-¿Qué? –pregunte preocupado.

-Estábamos en clase y de repente se desmayó. Está en la enfermería.

Salí corriendo a la enfermería. Cuando llegue la enfermera me paro.

-¿Cómo esta Janis?

-Bien, se recuperara.

-¿Qué le ha pasado? –le pregunte mirando hacia las camillas.

Solo se alcanzaba a ver los pies de alguien tumbado en una de ellas. Las cortinas no me permitían ver más.

-Intoxicación alimenticia. Se debería despertar en nada.

-¿Puedo verla?

-Sí, yo tengo que salir un momento. Si pasa algo llámame.

Espere a que se fuera para ir al lado de Janis. Aun seguía dormida. No pude auto retenerme a colocarle bien el cabello detrás de la oreja.

Janis hizo un sonido de protesta y he hizo el intento de levantarse.

-¿Estas bien? –Le pregunte ayudándola a sentarse y pasándole un vaso de agua- ¿Si estaba tan malo porque no me lo dijiste? ¿Para apoyar a mí hermana?

-Tu hermana puso mucho empeño en su comida, no quería herir sus sentimientos echando la comida a perder.

-¿Incluso si acabas así? ¿Crees que eso es algo de lo que sentirte orgullosa? Idiota.

-Niño de mama.

-Idiota.

-Niño de mama.

Seguimos así mientras nos reíamos. Pero tuvimos que parar ya que sonó mi teléfono. Al mirar la pantalla vi que era mi hermana. así que le hice un gesto para que se quedara callada.

-Dime.

-¿Le puedes preguntar a Janis que le puedo cocinar para mañana?

-¿Para comer mañana? –pregunte.

Janis fingió tener una arcada. La ignore aunque no pude evitar que se me escapara una sonrisa.

-No se Nina... pero ya le preguntare ¿de acuerdo? Vale, nos vemos en casa –me despedí de ella antes de colgar.

-Para que lo sepas, no te pienso decir que es lo que me gusta comer y lo que no. No me gusta tu hermana –dijo para que me quedara claro- así que dile que renuncie a mí.

-Es un honor que le gustes a mi hermana –dije en broma.

-Déjame ser la primera en no aceptar tal honor –dijo teatralmente tirándose de nuevo sobre la camilla.

-Descansa. Hoy no vayas a entrenar.

-¿Por qué? –pregunto abriendo los ojos.

-Para que te recompongas. No quiero limpiar tu vomito de la pista.

Dicho esto la deje para que descansara, pero vi como Mick entro en la enfermería para ver a Janis.

El resto del día no pude parar de pensar en Janis. En lo graciosa que es, como se toma en serio los entrenamientos y el trabajo. Me gusta su manera de ser, aunque tampoco puedo negarme a mí mismo que también me atrae físicamente. Janis es muy atractiva.

Tengo algo de envidia de Mick por la amistad que sé que tienen, se nota mucho que hace tiempo que se conocen.

La verdad es que algunas de las noches espero cerca del bar en el que trabaja Janis para verla volver sana y salva a casa. Quien me viera pensaría que soy un acosador pervertido o algo así. Esto no se lo pensaba contar a nadie.

Llegando a la metaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora